Washington | Científicos de la NASA confirmaron ayer que un objeto del tamaño de la Tierra, hasta ahora no identificado, impactó contra las superficie de Júpiter. Desde 1994 no sucedía algo similar, cuando el cometa Shoemaker-Levy 9 chocó contra el planeta.
El suceso, que se generó "en la región polar Sur" del planeta más grande del sistema solar, coincide con la fecha de la llegada del hombre a la Luna y fue descubierto por un astrónomo aficionado australiano.
En una entrevista, Anthony Wesley de 44 años, que dedica 20 horas por semana a su pasión de observar y fotografiar a Júpiter, dijo que descubrir el impacto lo hizo muy feliz ya que "ese gran planeta está en el vecindario de la Tierra y deberíamos estar aliviados de saber que Júpiter está haciendo el trabajo de aspiración y filtro (para) que esas masas enormes no lleguen a nosotros".
Según informó la NASA -que utilizó un telescopio de infrarrojos ubicado en la cumbre del monte Mauna Kea, en Hawai, para confirmar el descubrimiento- las imágenes muestran que el impacto se produjo cerca de la "región del polo Sur" del planeta.
El impacto del objeto, de dimensiones semejantes a la Tierra, provocó "una cicatriz oscura y partículas brillantes en la atmósfera superior" de Júpiter, así como "el calentamiento de la tropósfera superior con posibles emisiones de gas amoníaco", explicó la NASA.
"Tuvimos mucha suerte de poder ver a Júpiter en el momento adecuado y por el lado adecuado de Júpiter, para poder ser testigos del evento: no podíamos haberlo planeado mejor", dijo Glenn Orton, científico de la Agencia Espacial, según el cual podría tratarse del impacto de un cometa.
Esta colisión, no esperada por los astrónomos, coincide con el impacto de un cometa en Júpiter entre los días 16 y 22 de julio de 1994. Fue en aquel evento, que sí fue previsto, que por primera vez en la historia se observó el choque entre dos cuerpos celestes en el sistema solar. Agencias y Servicios