Madrid AP y EFE
La infanta Leonor ya tiene hermana pues ayer la Princesa de Asturias, Letizia Ortiz, dio a luz a su segunda hija y octava nieta de los Reyes de España, a la que bautizarán con el nombre de Sofía, en honor de su abuela.
A los 34 años y a poco de cumplir tres años de casada con Felipe de Borbón, heredero de la corona española, Letizia Ortiz trajo al mundo ayer a las 16:50 locales (12:50 de Uruguay) a la niña que pesó 3,310 kilos y midió 50 cm.
La llegada de la infanta Sofía, que tuvo lugar en la clínica privada Ruber de Madrid, puso punto final a un embarazo bastante molesto que en los últimos meses se vio agravado por la inesperada muerte de la hermana menor de Letizia Ortiz.
La bebé se encuentra "en perfecto estado de salud", al igual que su madre, a la que se practicó una cesárea, según informó el doctor Luis Ignacio Recasens, que atendió el alumbramiento.
Los Príncipes de Asturias coincidieron en la elección del nombre de su nueva hija con el sentir mayoritario del pueblo español, reflejado en las encuestas realizadas por canales de televisión y ediciones de internet de los principales diarios en los que Sofía ganó de forma holgada en las preferencias.
Según el príncipe Felipe, a él y a su esposa les hacía "mucha ilusión" que su segunda hija se llamara como la reina, quien en el momento del nacimiento volvía de una visita a Moscú.
El heredero de la Corona española estuvo presente durante el parto, en el que su esposa "estuvo muy tranquila" y él colaboró "todo lo que he podido", aunque confesó que estaba "un poco nervioso", porque el hecho de que se trate de una cesárea añade incertidumbre. El príncipe agregó que su segunda hija se parece a la infanta Leonor. Al igual que hicieran con su primogénita, también han guardado muestras de sangre del cordón umbilical de Sofía con el fin de conservar células madres que podrían resolver enfermedades en el futuro.
La infanta Sofía es la tercera en la línea de sucesión al trono tras su padre y su hermana mayor, Leonor.
Que sea otra niña evita de momento una eventual polémica en torno a la Constitución española, que contempla la supremacía de los varones.