Nacieron unidas, murieron separadas

| Una de las siamesas afirmó antes de entrar al quirófano que sólo quería poder "ver la cara de mi hermana sin un espejo"

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SINGAPUR | ANSA

Ladan y Laleh Bijani, las gemelas siamesas de 29 años a las que se intentaba separar en Singapur en una riesgosa intervención que comenzó el domingo, murieron ayer en el Raffles Hospital de esa isla-Estado.

Ladan, considerada la más débil de ambas, falleció primero, después de perder mucha sangre durante la operación.

"Los médicos intentaron estabilizar a Ladan, pero su estado continuó empeorando: a pesar de todos los esfuerzos, murió", dijo una portavoz sanitaria.

Su hermana Laleh sobrevivió un tiempo más en graves condiciones y murió poco después, relataron voceros del hospital.

La operación, que había comenzado el domingo y que duró 52 horas, era considerada "de alto riesgo" por el equipo médico.

Ambas hermanas habían anunciado en una carta que estaban dispuestas a todo para separarse y llevar una vida normal.

La muerte de las siamesas sumió en el luto a Irán, cuyas autoridades religiosas habían pedido rezar por la salud de las hermanas Bijani.

La causa de la muerte, en ambos casos, fue la hemorragia, que fue imposible detener, dijeron fuentes del hospital Raffles.

GASTOS. Mientras tanto, poco antes del anuncio de la muerte de las siamesas, había llegado a Singapur el embajador iraní en Jakarta, Shaban Shiahidi Moadab, quien anunció que el presidente iraní, Mohammed Jatami, decidió que todos los gastos de la intervención quirúrgica sean pagados por el gobierno.

Se calcula que la operación costó unos 300 mil dólares.

Nacidas hace 29 años unidas por el cráneo, con dos cerebros distintos, pero irrigados por una vena en común, las gemelas tenían personalidades y aspiraciones diferentes. Ambas se habían recibido en leyes. Sin embargo, Ladan, que murió primero, quería ser periodista, y Laleh abogada.

Desde 1996 buscaban sin éxito un médico dispuesto a operarlas, y recibían siempre la misma respuesta: "Es demasiado riesgoso".

Desde la primera intervención de ese tipo hace 50 años, sólo el 20 por ciento de las operaciones finalizó con éxito y sin complicaciones. Pero era la primera vez que se hacía ese tipo de operación en adultos.

Ladan y Laleh insistieron en su búsqueda, y en noviembre de 2001 convencieron a Keith Goh, el cirujano de Singapur que ese año había separado a dos nepalíes recién nacidos.

El neurocirujano Keith Goh declaró ayer que todos los miembros de su equipo están "muy tristes" por la muerte de las siamesas. Los medios iraníes recordaron ayer las palabras de Ladan en la última conferencia de prensa que brindaron antes de ingresar a la sala de operaciones: "Quiero esta operación porque llegó el momento de poder verle la cara a mi hermana sin tener que utilizar un espejo".

Iraníes desconsolados por muerte de siamesas

TEHERAN Un desconsuelo general se apoderó ayer de los iraníes cuando la televisión anunció la muerte de las mellizas siamesas de 29 años que fueron operadas en Singapur para intentar su separación.

En fábricas y oficinas, restaurantes y hogares, los iraníes hicieron una pausa en sus actividades para absorber la noticia.

La televisión interrumpió sus programas regulares para anunciar la primera muerte.

"Lamentablemente, las autoridades del hospital anunciaron hace unos pocos minutos que Ladan Bijani murió", dijo el anunciador.

Su hermana Laleh murió 90 minutos después. Ambas muertes se debieron a hemorragias, dijeron las autoridades del hospital.

Zari Bijani, hermana mayor de las siamesas, se desmayó cuando oyó la noticia.

"¿Mi adorada Ladan ya no está más con nosotros?", dijo Zari entre sollozos. Segundos después se desvaneció. No se pudo conocer su reacción a la segunda muerte.

Muchos iraníes reaccionaron desconsoladamente.

TRAGEDIA. "Es una tragedia nacional", exclamó Ahmad Mahmoudi, un fotógrafo que oyó la noticia en la radio de su automóvil mientras conducía por el centro de Teherán.

Noushin Mowrouzi, un ama de casa, estacionó su automóvil después de oír la noticia para desahogarse en llanto.

Los padres de las siamesas, Dadollah Bijani y Maryam Safari, agradecieron a los iraníes por haber orado por sus hijas, dijo la radio estatal de Teherán.

El valor de las mellizas, que fueron a la operación conscientes de sus riesgos, les conquistó un lugar en los corazones de sus compa- triotas.

"Si Dios quiere que vivamos el resto de nuestras vidas como individuos separados e independientes, así será", había sentenciado Ladan Bijani antes de ir al quirófano. AP

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