BUENOS AIRES | LA NACIÓN/GDA
Habían pasado las 10. La ministra kirchnerista de Seguridad, Nilda Garré, acusaba a la oposición de montar un show mediático por el bloqueo a Clarín.
En simultáneo, los diputados opositores que la habían citado para que justificara la reacción del gobierno al piquete, la acusaban de dar sólo ante los medios las explicaciones que le debe también al Parlamento.
Además del pedido de interpelación que se firmó ayer hay otro, que ya había ingresado en la Cámara de Diputados, y para el que se dispuso el envío a las comisiones de Asuntos Constitucionales, Libertad de Expresión, Seguridad Interior y Legislación del Trabajo. Las tres primeras están presididas por legisladores de la oposición; la última está a cargo del kirchnerista Héctor Recalde.
"La ministra no viene, nos acusa de montar un show mediático y ¿dónde lo hace? en los medios", sintetizó un diputado visiblemente enojado cuando promediaba el frustrado encuentro con la ministra.
El faltazo de Garré derivó en que los diputados de las comisiones de Asuntos Constitucionales, Libertad de Expresión y Justicia firmaran un pedido para interpelarla, es decir, para que deba comparecer obligatoriamente y en el recinto.
Claro que para que ello ocurra deberán darse demasiadas circunstancias en las que el kirchnerismo, cuyos representantes no participaron del plenario, hará sentir su peso. Será el oficialismo quien decida, a través del presidente de Diputados, Eduardo Fellner, a cuáles y a cuántas comisiones se girará el pedido de interpelación.
La historia reciente de la Cámara baja muestra que cuando un tema incomoda o no interesa al kirchnerismo los proyectos se envían a numerosas comisiones casi siempre controladas por el oficialismo. La seguidilla de exposiciones pareció por momentos una sesión de catarsis más que el primer paso de un proceso que tendrá resultados concretos. "El gobierno ya demostró que cuando un tema no le interesa, se deja estar y listo", resumió un legislador cuando promediaba el encuentro.
Esa mezcla de malestar e impotencia se volvió casi palpable durante la reunión de las comisiones. Durante una hora y media diputados del radicalismo, el Peronismo Federal (disidentes), Pro (del jefe del gobierno porteño, Mauricio Macri), la Coalición Cívica (de Elisa Carrió) y el socialismo expusieron sus evaluaciones sobre el bloqueo que el domingo último impidió la distribución del diario Clarín en la Capital y el Gran Buenos Aires.
Las críticas estuvieron centradas en la ausencia de Garré, en la inacción de la policía frente al piquete y en el incumplimiento de las órdenes judiciales que obligan al gobierno a impedir cualquier forma de obstrucción a la libre circulación de las publicaciones.
La defensa kichnerista
En diálogo con Radio Continental, en hora que tenía que estar en Diputados, la ministra Nilda Garré justificó por qué no se había presentado. "Evaluamos que es un show que se ha armado donde la Cámara de Diputados renuncia a lo que le corresponde, que es un seguimiento de los grandes temas nacionales, para seguir inflando una tema que no deja de ser un conflicto gremial". Y sentenció: "El Congreso se ha vuelto funcional a Clarín".