La encrucijada petista

La justicia le dio plazo hasta las 19 horas para designar a un sustituto.

AFP, EFE, REUTERS

CURITIBA, BRASIL

El encarcelado Luiz Inácio Lula da Silva se resiste a renunciar a su candidatura presidencial para las elecciones del 7 de octubre, y está apelando a todos los recursos legales y políticos que tiene a mano para evitar lo que a esta altura todos en Brasil saben inevitable: que deberá designar a un nuevo candidato so pena de que el Partido de los Trabajadores (PT) quede fuera de la carrera electoral.

Lula presentó ayer lunes otro recurso para mantener su candidatura, pese a que la justicia brasileña dio plazo hasta hoy martes para que el PT le designe un reemplazante.

Cada bando cuenta sus puntos: el Tribunal Superior Electoral (TSE) le denegó ayer por la mañana extender ese plazo, que vence a las 19 de hoy martes, en tanto que los abogados de Lula blandieron una nota en la cual el Comité de Derechos Humanos de la ONU ratifica su pronunciamiento a favor de que el exmandatario sea candidato y haga campaña aunque esté preso.

La presidenta del TSE, Rosa Weber, consideró que la demanda de la defensa de Lula "no se justifica" y confirmó que el PT tiene hasta las 19 de hoy martes para sustituir el nombre del líder de la izquierda. Si no cumple ese plazo, el PT podría quedar fuera de la contienda.

La defensa de Lula también presentó un nuevo recurso ante el Supremo Tribunal Federal (STF), para prolongar la incógnita hasta el 17 de septiembre, cuando el TSE debe zanjar la totalidad de los casos relacionados con los comicios.

Lula, de 72 años, purga una pena de 12 años y un mes de cárcel por corrupción pasiva y lavado de dinero. La justicia lo reconoció como beneficiario de un apartamento en el litoral paulista ofrecido por una constructora a cambio de mediaciones para obtener contratos en Petrobras. Pero el expresidente, que enfrenta otras cinco causas penales, se declara inocente en todas y denuncia una persecución judicial y mediática para evitar que vuelva al poder.

El Comité de Derechos Humanos de la ONU ha aclarado que Brasil está obligado a cumplir con las medidas interinas solicitadas por este organismo para que Lula pueda ser candidato mientras se encuentra en prisión. En una carta dirigida a los abogados del exmandatario, advierte que "no cumplir con las medidas es incompatible con la obligación de respetar de buena fe los procedimientos de las comunicaciones individuales establecidas en el Protocolo Facultativo", del que Brasil es signatario.

Lula, cuya candidatura fue invalidada el 1º de septiembre por el TSE a causa de su situación judicial, recibió ayer lunes en su celda de Curitiba a sus abogados y a su compañero de fórmula, Fernando Haddad, mencionado como su probable sustituto. Pero hasta ahora Lula, que lideraba las encuestas antes de la impugnación de su nombre, no dio señales de querer abandonar la partida sin unas últimas estocadas.

Uno de los abogados de Lula, Luiz Casagrande Pereira, declaró que el expresidente quiere agotar todas sus instancias de apelación ante el STF.

Esa actitud causa tensiones en el PT, que puede verse excluido de las elecciones si no acata el plazo del TSE. La directiva nacional del partido se reunirá hoy martes en Curitiba.

La expectativa entre allegados de Haddad es que en esa reunión Lula zanje la cuestión de su sustitución.

Las tensiones en torno a la candidatura de Lula electrizan la campaña. El comandante en jefe del Ejército, Eduardo Villas Boas, calificó de "intento de invasión a la soberanía nacional" el pedido de acatamiento al pronunciamiento del Comité de Derechos Humanos de la ONU y advirtió, en una entrevista publicada el domingo por el diario O Estado de S. Paulo, que la autorización de la candidatura de Lula "afrontaría tanto la Constitución como la Ley de Ficha Limpia, quitando legitimidad (...) y dividiendo aún más a la sociedad brasileña".

Esa ley, promulgada por el propio Lula en el último año de su presidencia (2003-2010), determina que ningún condenado en segunda instancia, como es su caso, pueda presentarse a cargos electorales.

Según todas las encuestas de opinión, Lula, a pesar de estar en prisión, sería el favorito para las elecciones de octubre próximo, con casi un 40% de intención de voto. En segundo lugar, con cerca de un 20% de apoyo (30% según un sondeo divulgado ayer lunes), se sitúa el ultraderechista Jair Bolsonaro, quien está hospitalizado desde el pasado jueves, tras haber sido apuñalado por un hombre en medio de un mitin electoral.

El candidato de extrema derecha Jair Bolsonaro amplió su ventaja tras el atentado del jueves, según un sondeo divulgado ayer lunes para los comicios del 7 de octubre. Bolsonaro sigue internado en estado grave y será sometido a una segunda cirugía para reconstruir su tracto intestinal tras el ataque en el que sufrió un único pero profundo impacto con un cuchillo. La nueva encuesta mostró que el candidato del PDT cuenta con un 30% de apoyo, superando a Ciro Gomes que tiene un 12%, y a Marina Silva (Rede), Geraldo Alckmin (PSDB) y Fernando Haddad (PT), cada uno con un 8% de intención de voto. Aún más rezagados aparecen también empatados João Amodo (Novo), Alvaro Dias (Podemos) y Henrique Meirelles (MDB), con un 3% de respaldo cada uno. La cantidad de nulos/blancos o por ninguno de los candidatos sumaba 22%.

El sondeo encargado por BTG Pactual fue llevado a cabo vía telefónica por el Instituto de Investigación de Reputación e Imagen-FSB Pesquisa a 2.000 electores, los días 8 y 9 de septiembre. El margen de error es de 2,0 puntos porcentuales.

Bolsonaro sigue en estado "grave" y requerirá otra cirugía "grande", informó ayer el Hospital Israelita Albert Einstein.

Bolsonaro, de 63 años, pasó por una colostomía tras ser apuñalado el jueves en Juiz de Fora, localidad de Minas Gerais, y "será necesaria una nueva cirugía de gran tamaño posteriormente para reconstruir el tránsito intestinal y retirar la bolsa de la colostomía", explicó el cuerpo médico del hospital Albert Einstein.