EUROPA
Cientos de enlaces aéreos, ferroviarios y marítimos fueron cancelados en el noroeste de Europa, debido a los fuertes vientos que superaron récords en el sur de Inglaterra con más de 195 km/h.
La tormenta Eunice golpeó con violencia ayer viernes sobre el Reino Unido e Irlanda antes de desplazarse hacia el norte del continente europeo, dejando seis muertos y causando problemas en los transportes.
Cientos de enlaces aéreos, ferroviarios y marítimos fueron cancelados en el noroeste de Europa, debido a los fuertes vientos que superaron récords en el sur de Inglaterra con más de 195 km/h, menos de 48 horas después de la tormenta Dudley, que dejó al menos cinco muertos en el continente.
Un hombre de 60 años falleció en el sureste de la República de Irlanda al ser golpeado por la caída de un árbol.
Dos personas murieron por la caída de árboles en Holanda, según los servicios de emergencia locales que elevaron su nivel de alerta al máximo.
En Bélgica, un hombre de 79 años que vivía en un barco en el puerto deportivo de Ypres murió al caer al agua.
En Londres, una mujer de unos 30 años falleció por la caída de un árbol sobre su auto y un hombre de unos 50 años murió cerca de Liverpool cuando su vehículo fue impactado por escombros, según la policía británica.
En las costas del sur de Inglaterra la tormenta levantó un violento oleaje. Tierra adentro, en Londres las calles estaban casi desiertas.
El servicio meteorológico británico había puesto el jueves en alerta roja -el nivel más alto- el suroeste de Inglaterra y el sur de Gales, pero ayer viernes emitió una inhabitual segunda alerta máxima, esta vez para el sureste del país, que por primera vez afectó a Londres desde que en 2011 empezó a utilizarse este sistema.
Más de 70.000 hogares estaban privados de electricidad en Inglaterra y unos 80.000 en Irlanda.
Las autoridades advirtieron del riesgo de graves inundaciones y “riesgo particularmente alto” de accidentes en las autopistas y numerosas escuelas permanecieron cerradas. “Todos debemos seguir los consejos y tomar precauciones para mantenernos a salvo”, tuiteó el primer ministro Boris Johnson.
Tras azotar el Reino Unido, la tormenta se dirigió por la tarde hacia Dinamarca, obligando a cerrar por varias horas el puente de Storebaelt, uno de los más largos del mundo. Con olas de cuatro metros en su costa Atlántica, Francia puso a cinco departamentos en alerta naranja y su operador ferroviario anunció interrupciones en sus líneas regionales.
En Holanda, cientos de vuelos fueron cancelados, y los trenes debían permanecer parados.
El tráfico ferroviario también fue interrumpido en el norte de Alemania y en Bélgica, donde el viento, de hasta 140 km/h, desprendió una parte del tejado del estadio de fútbol de Gante, provocando que se aplazara un partido de primera división.