La muerte del último zar de las drogas colombiano

Wilber Varela, "Jabón". Ex policía, fue sicario y paramilitar

BOGOTÁ | AGENCIAS

A Wilber Varela no le gustaba hacer ostentación. A diferencia de muchos de sus colegas, no compraba acciones en la bolsa ni propiedades suntuosas. Era, sí, igual de cruel y sanguinario. Y al momento de su muerte, era el más peligroso del mundo.

Sobre la cabeza del narcotraficante Wilber "Jabón" Varela, capo del Cártel del Norte del Valle, pendía una recompensa de la Oficina Antidrogas de EE.UU. (DEA) de cinco millones de dólares. El considerado último de los grandes capos del narcotráfico en Colombia fue asesinado esta semana en Venezuela, donde habría estado viviendo los últimos dos años. Tenía siete impactos de bala en su cuerpo. Las autoridades investigan quiénes fueron sus asesinos y el por qué del homicidio.

Así como era de austero en su vida privada, también lo fue para escoger su alias. El cadáver que el viernes fue identificado como el de Varela, se había registrado en una cabaña turística de Mérida bajo el nombre de José Antonio Pérez.

Varela tenía 50 años y había sido policía. Sus inicios en el narcotráfico fueron en el Cártel de Cali, el de los hermanos Miguel y Gilberto Rodríguez Orejuela (hoy presos en EE.UU.), como sicario. Cuando esta organización se fracturó, surgió su sucesora, el Cártel del Norte del Valle. Su primer líder fue Orlando Henao; su lugarteniente, el hombre a quien llamaban "Jabón".

El Cártel del Norte del Valle se convirtió en la organización narcotraficante más poderosa de Colombia. Se cree que es responsable de hasta el 70% de la cocaína colombiana que entraba a Estados Unidos.

Tras el asesinato de Henao, `Jabón` inició una guerra con Hélmer Herrera, uno de los jefes del Cali, y años después se enfrentó a Diego Montoya, "Don Diego", por el control del Norte del Valle, en una lucha que dejó cientos de muertos. Sus respectivos bandos se llamaban "Los rastrojos" y "Los machos". Montoya fue capturado en septiembre.

Los especialistas señalan que en la medida en que los jefes iban desapareciendo, aumentaba el poder de Varela. Su crueldad a la hora de torturar a sus víctimas era legendaria.

En 2004 ambos fueron pedidos en extradición por Washington, iniciándose una ofensiva que los debilitó.

Debido a ello, intentaron posar como paramilitares enemigos de las guerrillas izquierdistas, una maniobra que permitió a otros capos reciclarse en un proceso de paz con el gobierno y evitar su extradición.

Pero "Don Diego", que compró una franquicia paramilitar, no fue aceptado en la negociación, mientras que Varela afianzó su grupo para presionar una futura negociación, según investigaciones de prensa.

Con el homicidio de "Jabón", el Cártel del Norte del Valle pierde al último de sus grandes capos. En 2006, fue capturado Hernando Gómez Bustamante, "Rasguño"; en agosto de 2007 ocurrió lo mismo con Juan Carlos Ramírez Abadía, "Chupeta"; un mes después, "Don Diego". Las fichas de dominó comenzaban a caer.

Fin del Cártel

El director de la Policía colombiana, Óscar Naranjo, dijo que la muerte de "Jabón", sumada a las detenciones de otros importantes capos del narcotráfico, supone el fin del Cártel del Norte del Valle, heredero del tristemente recordado Cártel de Cali. Si bien dijo que aún quedan organizaciones mafiosas de las drogas, éstas están ahora acéfalas y no pueden ser consideradas como cárteles. efe

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