LA RELACIÓN DE BRASIL CON EE.UU.
Ambos presidentes se reunirán mañana en la Casa Blanca.
Jair Bolsonaro emprendió ayer domingo su primera gira al exterior desde que asumió la presidencia de Brasil el 1 de enero. El destino: Washington, donde se reunirá mañana martes con Donald Trump para sellar una naciente alianza, fortalecer lazos económicos y militares y aumentar la presión sobre el régimen en Venezuela.
"Por primera vez en mucho tiempo, un presidente brasileño que no es antiestadounidense llega a Washington. Es el comienzo de una alianza por la libertad y la prosperidad, como los brasileños siempre desearon", dijo Bolsonaro en Twitter. "Brasil y Estados Unidos juntos asustan a los defensores del atraso y de la tiranía en todo el mundo. ¿Quién tiene miedo de las alianzas con un país libre y próspero? ¡Es lo que vinimos a buscar!", continuó.
Bolsonaro viajó acompañado de seis ministros, entre ellos el canciller Ernesto Araújo, el titular de Economía Paulo Guedes y el de Justicia y Seguridad, Sergio Moro. En la capital estadounidense se le sumó su hijo y diputado federal Eduardo Bolsonaro.
El mandatario brasileño está alojado en la Blair House, la residencia oficial para huéspedes situada frente a la Casa Blanca.
Además de su reunión con Trump, Bolsonaro tiene previsto verse con el secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA), el ex canciller uruguayo Luis Almagro, y participar en varios foros sobre las oportunidades que ofrece la economía brasileña.
Anoche cenó en la residencia del embajador de Brasil en Washington con "varios formadores de opinión", según fuentes brasileñas, entre ellos el escritor brasileño residente en Estados Unidos Olavo de Carvalho, considerado el gurú de Bolsonaro, y Steven Bannon, el controvertido exasesor de Trump.
Ayer domingo en horas de la tarde unas 50 personas se congregaron frente a la Casa Blanca para protestar con pancartas que rezaban "Bolsonaro asesino" y "Liberen a Lula", en referencia al expresidente de izquierda condenado a 12 años de prisión por corrupción y lavado de dinero.
Uno de los ejes de la agenda con Trump es la crisis en Venezuela. La férrea oposición de ambos gobiernos al régimen de Nicolás Maduro es uno de los temas que más une a los dos mandatarios.
Estados Unidos está al frente de los más de 50 países que reconocen al líder opositor Juan Guaidó como presidente interino, y ha aplicado sanciones económicas y un embargo al crudo de Venezuela, crucial para la economía del país, que empezará a regir el 28 de abril.
Ayer domingo el diario The New York Times publicó un artículo en el que acusa al régimen de Venezuela de utilizar alimentos y medicinas para presionar a los ciudadanos antes de las elecciones presidenciales de 2018, advirtiéndoles que dejarían de recibir subsidios y tratamientos si no votaban por Maduro. En concreto, habla del testimonio de 16 integrantes de las misiones médicas cubanas a Venezuela, que describieron un sistema de manipulación política.
Acuerdo militar.
El jueves Bolsonaro anunció que durante su visita se firmará un acuerdo de salvaguardias tecnológicas que permitirá el uso de la base de Alcántara, en el norte de Brasil, para lanzamiento de cohetes estadounidenses.
Será un acuerdo "muy importante", dijo. "Estamos perdiendo mucho dinero en esa región. Podríamos estar lanzando satélites de todo el mundo".
La base de Alcántara, en el estado de Maranhao, tiene una ubicación ideal para los lanzamientos, pues está muy próxima a la línea del ecuador, lo que permite economizar hasta 30% del combustible o llevar más carga.
Se espera asimismo que ambos mandatarios discutan medidas para aumentar el comercio bilateral y el ingreso de Brasil en la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE).
Después de Estados Unidos, Bolsonaro visitará Chile y a fin de mes a Israel.