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Italia es golpeada por el drama de la inmigración

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La capitana Carola Rackete saluda después que la Justicia de Italia la dejó en libertad. Foto: AFP

MIGRANTES

El 59% apoya la restricción que aplica el ministro Salvini.

A medida que guió al barco en el puerto de Lampedusa tras rescatar a 40 migrantes desesperados en el Mar Mediterráneo, la capitana Carola Rackete no advirtió en toda su dimensión que se convertía en una figura polémica en Italia.

Hizo la maniobra de amarre, pese a que le indicaron que no debía hacerla, por lo que se situó en la mira del poderoso ministro del Interior Matteo Salvini, quien calificó esa acción de “acto de guerra”. De inmediato, fue detenida por la Policía.

Sin embargo, Rackete, de 31 años, afirmó que pensaba en sus pasajeros. “Estaba preocupada por la seguridad de las personas que rescatamos”, comentó en una entrevista telefónica. “Siempre fue la primera prioridad en todas las decisiones que tomamos”.

Debido a que no podía garantizar la seguridad de los migrantes ilegales, indicó que “decidí traerlos a la costa”. La capitana ya fue liberada por decisión judicial, pese a que los fiscales continúan investigando el caso.

Si bien pudo no ser su intención, cuando Rackete rescató a docenas de migrantes en las cercanías de las costas de Libia, el 12 de junio, y puso proa hacia Lampedusa, navegó directamente hacia una tormenta política sobre la migración, un problema que divide a Italia y gran parte de la Unión Europea.

El debate enfrenta a los barcos de rescate humanitarios que operan en el Mediterráneo contra el gobierno de Italia, cuyo ministro Salvini, de línea dura, ha construido su carrera con políticas contrarias a la inmigración y una estrategia de cierre de puertos.

La nave Sea Watch 3, estuvo en el centro de la escena en el último capítulo de una larga serie de enfrentamientos.

Vedados.

En junio de 2018, al Aquarius le negaron el acceso a Italia y lo obligaron a navegar hasta Valencia (España) con 630 migrantes, Desde entonces, unas 19 misiones de rescate -que involucran a barcos que no pertenecen a gobiernos, aunque también hubo algunos comerciales y militares- han sido bloqueados y no pudieron ingresar a puertos italianos. Esas situaciones “mantuvieron a más de 2.500 personas bloqueadas en el mar por un periodo total de 165 días”, de acuerdo con lo que señaló Marco Bertotto, de Médicos Sin Fronteras Italia, quien dialogó con periodistas en Roma.
“El único efecto ha sido causarle sufrimiento sin sentido a hombres, mujeres y niños que ya han vivido bajo duras condiciones en Libia”, agregó. La restricciones buscan desalentar los rescates marítimos.

Rackete -quien tiene un posgrado en ciencia con especialización en conservación de los espacios naturales, de la Universidad Edge Hill, en Inglaterra- quedó atrapada por la victoria legal más reciente de Salvini, un decreto que establece como delito el ingreso de barcos de rescate en aguas territoriales de Italia.

El decreto incluye multas de hasta 50.000 euros, unos 56.000 dólares, y la retención de los barcos.

Rackete dijo que militares italianos subieron a su barco, que es de propiedad elamana pero navega bajo bandera holandesa, para entregarle una copia del decreto. Eso no la frenó y por eso navegó hasta Lampedusa. Atracó en la isla después de esperar 16 días para que las autoridades italianas le dieran autorización para desembarcar. El enfrentamiento hizo perder la esperanza a los 40 migrantes y dejó exhausta a la tripulación de 22 miembros.

Rsultados.

El ministro Salvini afirma que la migración ha descendido. El miércoles pasado, al realizar una exposición ante el Parlamento, manifestó que los arribos por mar tuvieron un descenso de 84% en relación el año pasado y del 97% en comparación con 2017. Estas cifras se inscriben en una caída más amplia en el resto de la Unión Europea. El ministro indicó que unos 3.000 migrantes llegaron por mar a Italia este año.

De las 70,8 millones de personas desplazadas en todo el mundo, solo una pequeña fracción arriba a Italia y otros lugares de Europa, puntualizó Filippo Miraglia, de la Associación Arci, una organización no gubernamental que aborda los temas de la migración y los refugiados. “No existe una emergencia”, consideró.

Algunas voces críticas de la política de Salvini argumentan que las medidas que éste ha tomado, al negar estatus legal a los migrantes en Italia, empujó a muchos de ellos a la clandestinidad.

“Matteo Salvini pasará a la historia como el ministro de la inmigración clandestina”, escribió Tito Boeri, ex director de la agencia de seguridad social en Roma, en el diario La Repubblica. El número de migrantes irregulares en Italia superará los 700.000 en 2020, escribió. “Nunca ha sido tan alto”.

Al hablar con periodistas en Roma, Alessandro Merz, propietario de barcos que navegan por el Mediterráneo, opinó que mediante los decretos sobre inmigración, el gobierno de Italia intenta “reescribir normas y leyes, así como convenciones internacionales, que rigen desde hace años y aseguran que las personas deben ser rescatads en el mar”.

Un sondeo publicado ayer sábado por el diario italiano Corriere della Sera revela que un 59% de los italianos aprueba la decisión de Salvini de cerrar los puertos a los barcos de las oenegés que transportan a migrantes ilegales.

Respaldo popular

Marchas de apoyo a la capitana en Alemania

Más de 30.000 personas se manifestaron ayer sábado en un centenar de ciudades de Alemania en solidaridad con la capitana Carole Rackete y para reclamar una atención de los migrantes rescatados.

En Berlín participaron unas 8.000 personas y en Hamburgo unas 4.000, según el colectivo Seebrücke. Sentadas, marchas y concentraciones se realizaron en total en un centenar de ciudades alemanas.

Barco con 41 rescatados arriba a Lampedusa
Barco

Un barco con 41 migrantes rescatados llegó ayer sábado a la isla de Lampedusa, lo que puede abrir un nuevo conflicto entre las oenegés que salvan vidas en el Mediterráneo y el ministro del Interior de Italia, Matteo Salvini, que les niega el acceso a los puertos.

El barco con bandera italiana “Alex” entró a Lampedusa, donde le esperaba una fuerte presencia policial, pero todas las personas permanecieron a bordo.

Además de “Alex”, otro barco con migrantes, el “Alan Kurdi”, de la ONG alemana Sea-Eye, se mantenía ayer en las aguas internacionales de Lampedusa con 65 migrantes rescatados frente a las costas de Libia. Al anunciar su intención de desembarcar a los migrantes en la isla siciliana de Lampedusa, el ya duro enfrentamiento entre estas oenegés y Salvini corre el riesgo de agravarse aún más, después del incidente con la capitana Carola Rackete.

El ministro del interior de Alemania, Horst Seehofer, tuiteó que su país está dispuesto a acoger a algunos de los migrantes rescatados como “parte de la solución europea basada en la solidaridad”. (Fuente: AFP)

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