DANIEL RODRIGUEZ OTEIZA - Enviado
El País en Israel
Israel se apresta a celebrar hoy, con una ceremonia en el Parlamento, los 60 años de la resolución 181 de la Asamblea General de la ONU que establecía la partición de Palestina en dos estados, uno judío y otro árabe.
Uruguay tuvo decisiva participación en ese proceso que condujo a la creación de Israel y del cual queda pendiente el cumplimiento del 50% de la resolución, debido a que el Estado árabe o palestino todavía no se ha transformado en realidad.
Los habitantes de edad más avanzada conocen detalle y se emocionan al evocar las dificultades, dolor y sangre derramada en los días iniciales de Israel. El presidente Shimon Peres, de 84 años, comentó a El País y otros medios, al recibir días pasados a familiares de las personalidades latinoamericanas que forjaron la decisión de Naciones Unidas -Uruguay tuvo una participación de primera línea en la comisión de Unscop que propuso la resolución y en la sanción de la misma- que "en la noche del 29 de noviembre de 1947, la gente se congregaba en torno de los receptores de radio y de los primeros televisores, para seguir voto a voto la Asamblea General de Naciones Unidas. Cuando se anuncio que la resolución había reunido 33 votos, superando los 28 necesarios, hubo un estallido de júbilo y alegría. La gente bailaba y cantaba en las calles porque un anhelo que venía desde el fondo de los tiempos se hacía realidad".
"Ustedes tienen el privilegio de ser jóvenes", dijo Peres con tono afable. "Yo tengo otro privilegio, que es el de los años. Todos estábamos exultantes por la resolución porque se abría el camino para que tuviéramos un Estado, pero también sabíamos que al día siguiente íbamos a ser atacados por varios países árabes que repudiaron la resolución. Y así fue, comenzando un nuevo capítulo de una historia de coraje, dolor y sangre. Pero, 60 años después aquí estamos, haciendo el esfuerzo diario de construir un país cada vez mejor, aunque siempre con conciencia del peligro que acecha. Pero, ni nuestra lucha posterior ni nuestro presente hubieran sido posibles sin aquella resolución de Naciones Unidas, en la que hombres latinoamericanos con visión y con vocación de libertad y defensa de los derechos humanos, fueron los grandes protagonistas".
RODEADOS. Itzhak Navón, tiene 86 años y una larga y destacada trayectoria en la vida política de Israel. Fue diplomático acreditado en Montevideo, legislador y no oculta su orgullo por haber sido el quinto Presidente del país. Cuando las Naciones Unidas dio sanción al plan de partición, Navón estaba en el Ejército. "Hubo una alegría enorme en las calles cuando se anunció el voto 33, aunque nadie estaba ajeno que el ataque de varios países árabes era inminente" rememoró.
"Puedo decirlo por experiencia propia. Al día siguiente nos invadieron y todo el mundo daba por sentado que desapareceríamos. Éramos 140.000 personas contra varios millones. Teníamos limitaciones muy grandes de armas y ni siquiera un Ejército realmente organizado. Habíamos comprado armas, pero tardaron en llegar. De cualquier manera peleamos y frenamos la invasión. El grupo de combatientes en el que yo estaba, quedó rodeado en la zona del aeropuerto. Pero, logramos superar la adversidad. Lo que podemos decir es que el pueblo judío está aquí no solo para contar, sino también para seguir escribiendo la historia con el esfuerzo diario de cada uno, más allá de la posición o actividad que se tenga".
Navón también recordó que "en mayo de 1948, cuando los ingleses se retiraron, Ben Gurión -el decano de los primeros ministros de Israel- declaró la independencia. En el gobierno había seis a favor de declararla y cuatro en contra. Quienes se oponían no era porque no quisieran tener un Estado. Argumentaban que seriamos aplastados por la superioridad bélica de los países árabes. Ben Gurión insistió y proclamó que si no se declaraba la independencia y se peleaba, Israel desaparecería del mapa. Peleamos y aquí estamos siempre mirando el presente, aunque también pensando en el futuro". Dijo que por ello, "seguimos negociando la paz, como lo ha hecho nuestro primer ministro Ehud Olmert, en estos días, en Estados Unidos, con los auspicios del presidente George W. Bush. Se sigue discutiendo sobre dos estados, lo que muestra la condición de visionarios de las personas que lograron que la resolución se aprobara. Siempre hemos querido la paz, aunque esta no ha sido posible la mayor parte del tiempo".
Navón, al igual que otros dirigentes, siempre dejan constancia de su discrepancia con la parte de la resolución de Naciones Unidas que declaró a Jerusalén como lugar internacional sagrado para distintas religiones. Afirman -y en eso coinciden todos los habitantes judíos de Israel- que Jerusalén es la capital histórica de este pueblo. Todos tienen presente el día en que las tropas israelíes tomaron la totalidad de la ciudad en la Guerra de los Seis Días. Reconocen que, en el momento en que Naciones Unidas se pronunció, la única formula viable era declarar lugar internacional a Jerusalén con un estatuto especial.
OTRA REALIDAD. Los recuerdos como los de Peres y Navón -dos referentes de la historia de Israel- son compartidos por otras generaciones posteriores. No ocurre lo mismo con las generaciones más jóvenes y los adolescentes, quienes, si bien saben que forjar el país en el que viven fue fruto de un enorme sacrificio, ignoran algunos de los hechos y los nombres de personalidades extranjeras que establecieron las bases para la existencia de Israel como nación independiente.
Tienen conciencia del peligro permanente que enfrenta su país -los hombres cumplen tres años de servicio militar obligatorio; las mujeres, dos- y muchos han tenido que combatir poco después de completar el ciclo secundario de educación. Pero también dan por sentado que su país es una realidad con derechos adquiridos, un alto grado de desarrollo en agricultura, educación, ciencia y tecnología, y que sigue creciendo.
Muchos se sorprenden cuando se les cuenta la historia de como se discutió intensamente y se impulsó la resolución de Naciones Unidas. El desconocimiento de muchos hechos por parte de jóvenes y adolescentes es una de las preocupaciones de las autoridades -así se lo han manifestado a El País- y por ello instituciones clave del ámbito universitario y comunitario buscan difundir los hechos más significativos y los protagonistas extranjeros que son parte de la historia moderna del pueblo judío. En ese esquema, el Ministerio de Relaciones Exteriores invitó a un grupo de descendientes de las figuras latinoamericanas que tuvieron actuación fundamental en el pronunciamiento de Naciones Unidas, para rendir homenaje a aquellos hombres y propiciar que los familiares trasmitan los relatos y vivencias que recogieron a lo largo de los años de sus antecesores.
Sensación: Annapolis, un fracaso
Muchos en Israel vinculan la resolución aprobada hace seis décadas con las negociaciones de la reciente Conferencia de Paz en Annapolis, Estados Unidos.
Uno de los temas que sigue en discusión es la creación del Estado Palestino, que ahora es apoyada por EE.UU. Es un aspecto de la resolución 181 que todavía no se cumplió. Y, a medida que pasan los días y los habitantes de Israel evalúan ese hecho y otras derivaciones de la conferencia de paz y sus próximos pasos, la actitud general ha pasado de la expectativa y la esperanza a cierto grado de escepticismo. Así lo revelan encuestas difundidas en estos días. El diario The Jerusalem Post cita el relevamiento de opinión efectuado por otro matutino, Yediot Ahronot, en la que el 50% opinó que la conferencia fue un fracaso, 18% dijo que fue un éxito, y 32% apareció en el rubro no sabe/no contesta.
La encuesta Gal Hadash para el Canal 10 de la TV israelí, indico que 20% califica de exitosa a la conferencia, en tanto 42% estima que fracasó y el resto no se pronuncia. El relevamiento del diario Haaretz, dio cifras similares: 42% (fue un fracaso), 20% (un éxito). El resto está en duda.
En cambio, la encuesta Ma`agar Mohot para la Radio Israel, mostró 56% de opiniones muy mesuradas señalando que es muy temprano para evaluar, 15% diciendo que es un éxito y 29% indicando que fracaso.
Olmert. En la sesión de ayer del Consejo de Ministros, el primer ministro israelí, Ehud Olmert, dijo que "espera" que las negociaciones con los palestinos relanzadas en Annapolis, culminen antes del fin de 2008, tal como se propuso como meta esta semana.
En ese encuentro se fijó la próxima reunión entre las partes para el próximo 12 de diciembre.
Histórica decisión tomada
La votación decisiva
La resolución 181 fue aprobada por la Asamblea General de las Naciones Unidas al atardecer del 29 de noviembre de 1947 por 33 votos a favor (entre ellos el de Uruguay), 13 en contra y 10 abstenciones.
América latina estuvo dividida
En América Latina hubo posiciones divergentes. Bolivia, Brasil, Costa Rica, República Dominicana, Ecuador, Guatemala, Haití, Nicaragua, Panamá, Paraguay, Uruguay y Venezuela votaron a favor de la partición de Palestina. Cuba votó en contra. Argentina, Chile, Colombia, El Salvador, Honduras y México se abstuvieron.
Firme postura de Uruguay
Uruguay siempre tuvo una posición clara y no aceptó ningún tipo de presión. El presidente de entonces, Luis Batlle Berres, estaba compenetrado del sufrimiento del pueblo judío y del problema general de Medio Oriente. En tanto, dio expresas instrucciones al respecto, al embajador ante la ONU para que actuara.
Qué determinó la resolución 181
La resolución 181 estableció la creación de un Estado Judío (que pasó a denominarse Israel) y otro Árabe (que no llegó a concretarse), fijó mecanismos de cooperación económica entre ambos etados para que pudieran desarrollarse y crecer, y estableció un estatus internacional especial para Jerusalén como lugar de encuentro de distintas religiones.
Protagonistas regionales
Cuatro latinoamericanos tuvieron un especial rol protagónico en la comisión de la Unscop, comisión creada por la ONU para atender el problema de Palestina: el brasileño Oswaldo Arahna (que presidió esa sesión de la Asamblea General), el guatemalteco Jorge García Granados, el uruguayo Enrique Rodríguez Fabregat, y el peruano Arturo García Salazar. Rodríguez Fabregat y García Salazar fueron los impulsores de la resolución de partición; debieron hacer arduas gestiones -exitosas- para convencer a varios países latinoamericanos y europeos para que apoyen la creación de los dos estados.
Cumplimiento parcial
El rechazo de la Liga Árabe a la resolución derivó en la primera guerra con el Estado de Israel. Este fue uno de los factores para que la decisión fuera cumplida solo parcialmente, algo que siempre lamentó Rodríguez Fabregat.
Celebraciones de hoy
En el acto de hoy en el Parlamento israelí estarán presentes el primer ministro Olmert, la canciller Tzipi Livni, y el jefe de la oposicion, Benjamin Netanyahu.