Fuertes reacciones en Argentina por libertad de María Julia Alsogaray

BUENOS AIRES | AFP y LA NACION/GDA

La excarcelación otorgada a María Julia Alsogaray, la influyente ex funcionaria del gobierno de Carlos Menem acusada en varios casos de corrupción, generó conmoción en Argentina

Incluso desde el mismo gobierno aparecían voces indignadas, como la del jefe de gabinete Alberto Fernández, que defendía que la decision judicial "deja una sensación de impunidad perversa en Argentina".

Fernández agregó que no le gustaba "opinar sobre fallos judiciales", pero dijo que lo sorprendió que la liberación de la ex funcionaria ocurriera sin nuevos elementos en la causa judicial. "Lo raro es que no hubo ningún elemento nuevo que haga que esto (por la excarcelación) ocurra en este momento y no hace dos meses; esto no se entiende", indicó.

Por su parte, pocas horas después de ser liberada y en medio de un "empanada party" llevada a cabo en su lujosa mansión con un pequeño grupo de amigos que celebraba su excarcelación, María Julia Alsogaray aseguraba al diario La Nación con insistencia que su prision fue un error judicial, que obedeció a presiones de los medios.

Sin embargo, las dudas acerca del momento de la liberación van más allá de la causa que efectivamente afronta Alsogaray: la decisión del tribunal se conoció a 20 días de que la mujer ratificó públicamente que durante el gobierno de Menem los ministros y secretarios de Estado cobraban salarios secretos de hasta 100.000 pesos (entonces igual cifra en dólares), que no figuraban en las planillas oficiales. Sus declaraciones involucraban también a miembros del poder judicial, se extendían a administraciones posteriores a la menemista e incluso implicaban a importantes funcionarios del ejecutivo actual.

La denuncia de Alsogaray reavivó una causa ya abierta en la justicia y, a raíz de eso, fueron citados a declarar para la semana próxima los ex ministros de Economía, Domingo Cavallo; de Defensa, Oscar Camilión, y de Justicia, Granillo Ocampo.

Así, con sus declaraciones, el jefe de gabinete ratificaba el espíritu de la primera reacción del presidente Néstor Kirchner, quien había dicho la noche del miércoles que "pareciera que algunos tienen miedo de que hable".

También la primera dama, la senadora Cristina Fernández, había insinuado ese día que la decisión de otorgarle la libertad a la ex funcionaria llamaba la atención, "es llamativo que justo suceda cuando comenzó a hablar. Parece como que hubiera alguien interesado", aseguró.

EL PROCESO. Ingeniera, hija del ex ministro de Economía, Alvaro Alsogaray, María Julia Alsogaray es considerada un emblema de la denominada década menemista, sobre la que pesa un manto de sospecha por los numerosos actos de corrupción que se habrían cometido en esa época.

Alsogaray fue excarcelada el miércoles por orden de un tribunal federal, luego de permanecer 21 meses en prisión: fue detenida el 12 de agosto de 2003 y encausada por las refacciones en un edificio público contratadas sin licitación y con pago de sobreprecios de hasta un 200%.

Se le ordenó un embargo por un millón de pesos (unos 330.000 dólares).

La ex funcionaria acumulaba 13 denuncias en su contra con cinco encausamientos, entre ellos uno por enriquecimiento ilícito y evasión fiscal.

Además de ser secretaria de Recursos Naturales y Ambiente Humano de 1992 a 1999, Alsogaray fue interventora en el proceso de privatización de la empresa telefónica Entel y de la siderúrgica Somisa, en 1989 y 1990.

Alvaro Erize, uno de los hijos de María Julia Alsogaray, reaccionó duramente ante las declaraciones de Kirchner cuestionando la liberación de su madre. "Me da miedo el hecho de que el Presidente pueda opinar así sobre el Poder Judicial. El Poder Ejecutivo no debe influenciar", dijo el joven en la puerta del petit-hotel familiar en el barrio de Recoleta.