Jerusalén Una mortífera bacteria, resistente a los antibióticos, causó decenas de muertos en Israel y contaminó a centenares de enfermos en los hospitales, sembrando el miedo.
Quinientas personas, ingresadas en una decena de hospitales, resultaron contaminadas por la bacteria Klebsiella en los últimos seis meses, y el 30% murió, declaró un portavoz del ministerio israelí de Salud.
La bacteria -detectada al cabo de 8 a 10 meses de los primeros contagios- provoca graves infecciones pulmonares y urinarias que no pueden ser tratadas por resistir a todos los antibióticos en el mercado.
Los médicos advirtieron que de no tomarse medidas inmediatas, la epidemia podría propagarse muy rápidamente.
El ministerio de Salud pidió un presupuesto extraordinario de al menos U$S 500 millones para mejorar en los próximos 15 años las infraestructuras hospitalarias, instalando centenares de camas suplementarias, y contratando personal y enfermeras especializadas.
El primer ministro israelí, Ehud Olmert, se reunió con el ministro de Salud, Yaacov Ben Ezri, y prometió estudiar la demanda, a la vez que solicitó un informe diario sobre la evolución de la situación.
La bacteria mortal fue revelada recién esta semana, porque las autoridades no querían crear pánico, pero algunos médicos advirtieron que era urgente tomar medidas enérgicas.
"Corremos riesgo de enfrentarnos a un problema endémico, en lugar de un problema que pueda ser contenido", declaró el presidente de la asociación israelí contra las enfermedades infecciosas.
Algunas familias de los pacientes fallecidos demandaron a los hospitales, convencidos de que la negligencia fue lo que acabó con la vida de sus seres queridos. AFP