Redacción El País
Donald Trump dio ayer martes un firme espaldarazo a Javier Milei durante un almuerzo en la Casa Blanca, aunque generó incertidumbre al condicionar el auxilio financiero a Argentina al resultado de las elecciones legislativas del próximo domingo 26.
El encuentro, el primero que ambos mantienen en la residencia presidencial, sirvió para sellar la alianza entre los dos países tras el auxilio financiero que Estados Unidos anunció la semana pasada para apuntalar la economía argentina.
Sentados en la Sala del Gabinete junto a las delegaciones de ambos países, Trump destacó que la victoria del partido de Milei, la Libertad Avanza, en los comicios del próximo 26 de octubre es “muy importante”.
Pero Trump fue más allá y advirtió que no desea ver el regreso de la izquierda al poder en Argentina. “Si él pierde, no seremos generosos con Argentina”, afirmó.
“Nuestras decisiones están sujetas a quién gana las elecciones, porque si un socialista... gana, uno se siente muy diferente sobre si hace la inversión”, explicó Trump antes del almuerzo con Milei y su equipo.
“Tus números en las encuestas son bastante buenos, pero creo que serán mejores después de esto”, dijo Trump.
De ese modo, Trump condicionó el acuerdo de intercambio de divisas por hasta 20.000 millones de dólares que fue anunciado la semana pasada y que está destinado a sostener la confianza en la economía argentina y mantener la liquidez en dólares.
Las palabras de Trump no tardaron en sentirse en la bolsa argentina: el índice S&P Merval, que agrupa a las principales empresas que cotizan en la Bolsa de Comercio de Buenos Aires, cerró con una caída del 2,09%.
Trump aseguró que su apoyo político a Milei responde a su deseo de que “una gran filosofía conquiste a un gran país” y expresó su esperanza de que otros gobiernos latinoamericanos sigan el camino del presidente argentino.
“El plan puede fallar, sí, pero también le puede ir bien. Le vamos a dar la chance. Todo puede fallar”, declaró sobre el auxilio financiero. Trump se mostró también abierto a negociar un acuerdo comercial con Argentina, país al que aplicó aranceles del 10% como a buena parte de las naciones de la región.
Por su parte, Milei aplaudió el “liderazgo” de Trump en el acuerdo de alto el fuego en la Franja de Gaza y le entregó una carta de agradecimiento escrita por las familias de los rehenes argentinos liberados.
Milei también felicitó a Trump por “comprender la amenaza que representa el socialismo del siglo XXI en América Latina” y agradeció el auxilio financiero, que -dijo- ayudará a Argentina a “superar los problemas derivados de los ataques de la oposición”.
Milei estuvo acompañado por la secretaria general de la Presidencia, su hermana Karina Milei; el ministro de Economía, Luis Caputo; el presidente del Banco Central, Santiago Bausili; la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich; y el embajador en Estados Unidos, Alec Oxenford.
Aunque el recorte drástico del gasto público ha generado un superávit fiscal y ha evitado la hiperinflación, Argentina sigue en un precario estado financiero. El índice de precios al consumidor de los últimos doce meses acumula 31,8%, según datos oficiales publicados ayer martes.
Los 20.000 millones de dólares le pueden servir para afrontar vencimientos de deuda. Y además el secretario del Tesoro, Scott Bessent, garantizó públicamente que el gobierno de Estados Unidos estaría incluso dispuesto a comprar esos bonos argentinos en los mercados.
Argentina tiene ya un crédito de 20.000 millones de dólares con el Fondo Monetario Internacional (FMI) y también un acuerdo de intercambio de divisas (swap) con China. “La asistencia estadounidense no está basada en que se cierre el swap con China”, aseguró Bessent.
Trump expresó sin embargo su preferencia por países aliados que evitan una excesiva cercanía con Pekín.
“Mi consejo es mantenerse firme en sus principios, porque tiene razón y lo está demostrando”, comentó Trump, rodeado por la plana mayor de su gobierno, como el secretario de Estado Marco Rubio y el jefe del Pentágono, Pete Hegseth.
“Queremos ayudar a Argentina, y también queremos ayudarnos a nosotros mismos”, aseveró el mandatario republicano.
El presidente argentino se encuentra en una encrucijada política antes de las elecciones legislativas del domingo 26.
Minoritario en el Congreso, el partido de Milei necesita ganar bancas para profundizar sus reformas liberales y asegurar la confianza de los mercados, pero no tiene perspectivas de alcanzar la mayoría.
La línea de socorro que le ha entregado Washington, tras cuatro días de negociaciones la semana pasada, sirvió para “superar este problema de liquidez que tenía Argentina como consecuencia de los ataques políticos que hemos sufrido por nuestros opositores, que no quieren que Argentina vuelva a abrazar las ideas de la libertad”, aseguró Milei.
La noche del domingo el ministro de Economía argentino, Luis Caputo, descartó que Argentina vaya rumbo a la dolarización por el momento. AFP, EFE