En China la estatura cuenta y también las medidas del pecho

| Para trabajar en aerolíneas, la prueba del bikini forma parte de un exhaustivo examen que incluye el dominio de la lengua inglesa

Cuando la ciudad de Changzhi, al norte de China, reclutó funcionarios de asuntos legales en fecha reciente, Chen Hongpin supuso que ellos estaban buscando personas como ella.

Chen, de 35 años de edad, es una pulcra y confiada integrante del Partido Comunista. Ella obtuvo excelentes resultados en el examen de admisión, impresionó a su entrevistador y logró colocarse en la lista de 80 finalistas, elegidos entre un grupo compuesto por más de 600 aspirantes.

Ella sabía que su solicitud estaba en problemas, sin embargo, cuando le llamaron para someterse a un segundo examen médico. Al poco tiempo recibió la mala noticia: no podía obtener el empleo, le informaron, porque era media pulgada más baja de la norma.

Chen es una de muchos chinos a quienes les niegan empleos gubernamentales porque no cumplen con un código de bienestar a menudo tácito —altura, buena apariencia y excelente salud física— que muchos afirman que no tiene nada que ver con su capacidad para desempeñar la tarea en cuestión.

Desde que China se unió a la Organización Mundial de Comercio (OMC) en el 2001 y empezó a interactuar más con el mundo exterior, ha trabajado con miras a proyectar una imagen positiva en escala mundial. Departamentos gubernamentales reciben instrucciones para que eleven su promedio de estatura y den su mejor cara. Algunos han estado siguiendo las instrucciones de manera literal.

"Ellos están tratando de atraer a las personas más altas o más bellas, ya que los hace ver bien", explicó Chen, quien, con sus 1.54 metros de estatura, está apenas por debajo del promedio de la mujer adulta en China. "Pero, eso es algo completamente fortuito e injusto para todos los demás".

Los estándares son una indicación de cuánto se ha desviado China de los valores asentados por el Partido Comunista. Los funcionarios ya no son elegidos con base en la plataforma de fervor ideológico o sus antecedentes en la clase trabajadora, sino más bien en formas que al parecer evocan más la historia imperial de China.

El sector público de China, con 33 millones de integrantes, es más una meritocracia de lo que era en tiempos de Mao, con rigurosos exámenes para muchos puestos. Sin embargo, la noción de mérito incluye algunas características que son esencialmente genéticas y otras que dan la impresión de ser sumamente subjetivas.

En la provincia de Hunán en el centro de China, por ejemplo, las mujeres que buscan empleos gubernamentales tuvieron que demostrar que sus senos eran simétricos. El requisito fue desechado apenas en marzo, pero sólo después de la indignación popular de mujeres a quienes les habían negado empleos sobre esas bases.

Cuando el Instituto Nanchang de Tecnología Aeronáutica, dirigido por el gobierno, somete a candidatas a rigurosas exámenes para empleos como sobrecargos en la aerolínea nacional, a las aspirantes se les pide que desfilen sobre el entarimado vistiendo trajes de baño. Funcionarios estatales dijeron que la prueba del bikini formaba parte de un exhaustivo examen que también se centraba en las aptitudes generales y el dominio de la lengua inglesa.

Por años, se han aplicado rigurosos requisitos de altura y características físicas para filtrar a personas que desean trabajar en los cargos internacionales de China con mayor visibilidad, como en puestos de la Cancillería. La guardia ceremonial del Ejército Popular de Liberación, misma que lleva a cabo presentaciones para visitantes extranjeros, por ejemplo, se ha destacado desde hace mucho tiempo por la estatura y constitución uniformes de sus soldados.

Sin embargo, la idea está cobrando fuerza incluso en algunas ciudades remotas, con normas que varían de lugar en lugar.

El gobierno central tiene normas que prohíben la discriminación con base en el sexo, la raza y la religión. Pekín ha considerado una prohibición similar sobre el proceso de selección de personas sobre la base de la estatura, la apariencia o enfermedades no debilitantes, según un funcionario de la Sección Ministerial de Examinación y Reclutamiento de Personal, misma que rige sobre la contratación en el servicio civil. Sin embargo, hasta la fecha no han emprendido acciones.

Cincuenta y cinco años de mandato comunista nunca eliminaron la idea de que los mandarines supuestamente deben actuar como la aristocracia, y buscan ese papel. Chu En-Lai, quien fuera el Primer Ministro por largo tiempo, se ha mantenido como una figura icónica durante casi 30 años después de su muerte, en parte debido a que su apostura inspiraba las pasiones de mujeres y hombres por igual, incluyendo a visitantes del extranjero.

Con ojos inusualmente redondos, una nariz que era ligeramente respingada y buen cabello que mantuvo hasta ya bien entrado en años, cubría con la norma de "wu guan duan zheng", o cinco facciones perfectas. Medía 1.70 metros.

Con todo, sí hay excepciones. El padre de las reformas económicas de China, Deng Xiaoping, medía apenas 1.50 metros. Actualmente, no podría calificar para un cargo en el ejército o en la burocracia que, en alguna época, él mismo encabezó.

"Incluso Franklin D. Roosevelt nunca podría haber estado al frente de un cargo gubernamental en la China actual", destacó Chen de Changzhi, ofreciendo un ejemplo que, sentía, los estadounidenses pudieran comprender. "El fue un gran Presidente, pero estaba discapacitado. Así que él no podría haber desempeñado ningún papel en nuestro país".

© "The New York Times"

¿Encontraste un error?

Reportar

Te puede interesar