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Emmanuel Macron promete reconstruir Notre Dame en cinco años

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Macron le puso plazo a la reconstrucción de Notre Dame. Foto: AFP

EL MUNDO MIRA CON ANGUSTIA Y ESPERANZA

El interior de la catedral es una escena bélica y su estructura presenta vulnerabilidades

Nadie murió y finalmente el edificio sobrevivió. Sí, solo era un edificio, pero el incendio de la catedral de Notre Dame de París y la devastación que dejó han creado un raro momento de comunión nacional en un país dividido por las clases sociales, los orígenes étnicos y las ideologías políticas.

Y, el incendio que dañó el monumento histórico que es un tesoro de fe, también suscitó reacciones espontáneas de dolor y angustia en todo el mundo y de esperanza por lo que ocurrirá con la reconstrucción. Porque Notre Dame era mucho más que un antiguo templo gótico. Es como si Francia se diese un respiro tras meses de resentimiento y desprecio, de un malestar crónico que estalló con la crisis de los chalecos amarillos, que reclaman mejores ingresos y reducción de impuestos.

El presidente Emmanuel Macron fijó en cinco años el plazo para reconstruir la catedral.Hoy Francia aparece como un bloque conjurado para la reconstrucción. Fluctuat nec mergitur, “Se tambalea pero no se hunde”, es el lema en latín de la capital francesa, tan repetido tras los atentados de 2015. Herida pero todavía en pie, e imponente, Notre Dame honra el lema parisiense.

“Lo que creemos indestructible puede ser golpeado. Todo lo que hace Francia, lo material y lo espiritual, está vivo, y por este mismo motivo es frágil. No debemos olvidarlo”, dijo Macron en un breve discurso a la nación en horario de máxima audiencia. “El incendio de Notre Dame nos recuerda que nuestra historia no se detiene nunca y que siempre tendremos pruebas que superar”, sostuvo.

“Recordemos estas últimas horas. Cada uno dio lo que tenía”, destacó Macron antes de recordar a los bomberos y policías, a parisienses y extranjeros, a periodistas y fotógrafos que la mostraron al mundo y a los ricos y pobres que dieron dinero para hacer renacer Notre Dame. “Somos este pueblo de constructores. Tenemos tanto que reconstruir. Así que, sí, reconstruiremos la catedral de Notre Dame, y más bella aún, pero quiero que esto se realice en cinco años. Podemos”, enfatizó el presidente. “Creo muy profundamente que hay que convertir esta catástrofe en la ocasión de avanzar todos juntos, reflexionando en lo que hemos sido y lo que debemos ser”.

Llegó a temerse por un desastre total, pero los bomberos aseguraron que la estructura central y las torres se salvaron. Foto: AFP
Llegó a temerse por un desastre total, pero los bomberos aseguraron que la estructura central y las torres se salvaron. Foto: AFP

En contraste con el optimismo de Macron, los expertos consultados por AFP, coincidieron en que se necesitarán “entre 10 y 20 años como mínimo” para recuperar la catedral con las mismas técnicas del siglo XII, cuando empezó a ser construida.

Desolador.

El fuego no acabó con los tesoros de la catedral,entre ellas la Santa Corona de espinas que llevaba Jesucristo durante su crucifixión. Pero, las llamas destruyeron dos terceras partes del entramado del tejado, una maravilla de la arquitectura de madera europea, y su emblemática aguja.

Anoche, el ministerio de Cultura informó que el gallo de cobre que estaba situado en lo más alto de la aguja fue hallado entre los escombros.

Pese a que sigue en pie, las autoridades informaron que se han identificado “vulnerabilidades” en la estructura del edificio, en particular en la bóveda y en una parte del transepto norte, lo que obligó a evacuar cinco edificios vecinos.

Los pocos que han podido entrar en la nave describieron un paisaje casi bélico. “Hay dos agujeros enormes, como si hubiese caído una bomba. Esto representará un trabajo largo”, declaró Patrick Chauvet, rector de Notre Dame. Explicó que harían falta dos días para que el conjunto estuviese estabilizado y los expertos pudiesen entrar. “Dentro, está al aire libre. No hay techo”. ¿Fecha para la reapertura? “No hay que soñar. Son meses de obras”.

“Todo el tejado está siniestrado, toda la armadura quedó destruida, una parte de la bóveda se derrumbó, la aguja ya no existe”, resumió anoche el vocero de los bomberos de París, Gabriel Plus. “Globalmente la estructura se mantiene”, indicó, antes de ratificar que hay partes vulnerables.

Llanto, consternación y rezos de miles de personas ante la magnitud del desastre en París. Foto: EFE
Llanto, consternación y rezos de miles de personas ante la magnitud del desastre en París. Foto: EFE

Los 13 millones de visitantes anuales que el templo recibía deben mirarlo desde la distancia. Los parisinos y extranjeros desfilaron durante la jornada ante la explanada del monumento, para depositar flores, rezar o simplemente contemplar el desastre.

La causa del incendio fue accidental, según todos los indicios. “Nada, en el momento actual, apunta en el sentido de un acto voluntario”, confirmó el fiscal de París, Rémy Heitz, que ha abierto una investigación por “destrucción involuntaria por incendio”.

Una de las primeras dificultades para aclarar los hechos es el acceso al edificio del medio centenar de investigadores que trabaja en el caso. Ayer, se realizaron quince interrogatorios a obreros y empleados en las obras de renovación.

Las cámaras de seguridad podrían aclarar el origen del desastre.

Solo la cruz brillaba en medio de la oscuridad

Cuando Phillipe Marsset, vicario general de la aqruidiócesis de París, entró en Notre Dame tras el incendio, tuvo la sensación “de un bombardeo”. Había un agujero encima del coro, provocado por la caída de la aguja, emblema de la catedral. “Hace 850 años se construyó esta iglesia, resistió a las dos guerras mundiales, a los bombardeos, a todo”, afirma el religioso ordenado sacerdote en esta catedral hace 31 años. Al entrar en la noche, con el incendio apenas bajo control y focos todavía ardiendo, tuvo esa impresión como si estuviera en un escenario de guerra. “Todo era muy negro y al fondo estaba la gran cruz amarilla iluminada por las llamas. ¡Era impresionante!”, describe. “A la derecha de esta cruz, hay una estatua de María. Está en pie, está la cruz y Nuestra Señora, allí en el corazón de Notre Dame”. En medio de todo esto, “un robot lanzaba agua y chispas provocadas por el plomo fundido caían desde el techo”.

“Toda la noche vi desfilar a hombres y mujeres con lágrimas en los ojos”, relató.

Bomberos, héroes que se jugaron la vida
Las primeras imágenes por dentro de la catedral de Notre Dame tras el incendio. Foto: EFE

Toda Francia elogia la acción desarrollada por los bomberos de París, que pusieron sus vidas en riesgo en el operativo para salvar a la histórica catedral de Notre Dame. Nadie duda que son verdaderos héroes y no midieron el peligro que corrían para mantener en pie al gran símbolo de la fe. Lo reconocen con admiración los ciudadanos comunes y los visitantes extranjeros, pero también lo hace el vicario general de París, Philippe Marsset. “Todos estamos estupefactos, es más que milagroso, es una intervención divina”, comentó Marsset a los periodistas después de recorrer la catedral y observar los daños que provocó el fuego. “Si Notre Dame está aún en pie es porque los bomberos son héroes”.

El investigador Anthony Collin señala a EFE los riesgos de abordar un incendio en una construcción antigua como la catedral y destaca que “los bomberos tuvieron que utilizar la cantidad de agua adecuada para controlar el fuego y al mismo tiempo limitar el impacto en el edificio, que no debía ser destruido”.

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