Roma | El papa Benedicto XVI apareció en público por primera vez ayer desde que fue operado de la muñeca derecha que se fracturó. Con cierta dificultad levantó la mano enyesada para bendecir a cientos de feligreses.
Las personas besaron la mano izquierda del Papa y éste envió saludos con ella. Pero en varias ocasiones levantó la mano derecha enyesada para agradecer la presencia de las personas que acudieron a la ciudad italiana de Romano Canavese para desearle pronta recuperación.
El pontífice, de 82 años, se veía fuerte, relajado y feliz. Fue operado el viernes de la muñeca que se fracturó durante una caída en la residencia papal de vacaciones en Les Combes, un retiro en la montaña que domina el Mont Blanc cerca de la frontera de Italia con Francia.
En su mensaje previo al Angelus, el Papa habló de la crisis económica señalando como antídoto los "valores fundamentales" de la familia y el respeto a la vida.
"No se desalienten", dijo el Papa dirigiéndose a las familias que "experimentan una situación de dificultades económicas a causa de la carencia de ocupación laboral". Luego compartió un almuerzo en casa de la familia del secretario de Estado vaticano, cardenal Tarcisio Bertone, con la presencia de 50 personas, tras lo cual fue trasladado en helicóptero a Les Combes. AP y ANSA