Los ministros de Exteriores del G7 concluyeron ayer en Canadá su última reunión del año en la que renovaron su apoyo a Ucrania, respaldaron el plan de paz de EE.UU. para Gaza e impulsaron la cooperación en minerales críticos pero evitaron tratar los ataques de Washington a lanchas en el Caribe o las tensiones comerciales. En un comunicado conjunto, los siete países reiteraron su llamamiento a un “alto el fuego inmediato” en Ucrania y acordaron aumentar “el costo económico para Rusia” además de explorar “medidas contra países y entidades” que están financiando a Moscú.
Además, ofrecieron un “fuerte apoyo” al plan de paz del presidente estadounidense, Donald Trump, para Gaza y expresaron su preocupación sobre las restricciones que Israel sigue imponiendo al flujo de la ayuda humanitaria. Pero el G7 no trató en ningún momento los ataques de EE.UU. contra lanchas supuestamente al servicio del narcotráfico en el Caribe a pesar de que poco antes del inicio formal de las conversaciones, el ministro francés de Exteriores, Jean-Noël Barrot, dijo que París está “preocupado” y que las operaciones militares “ignoran las leyes internacionales”.
A la conclusión de la reunión, tanto el secretario de Estado de EE.UU., Marco Rubio, como la anfitriona del encuentro, la ministra de Exteriores de Canadá, Anita Anand, afirmaron que los ataques nunca fueron tratados por el grupo. Rubio insistió de forma vehemente en que, ni en el marco del G7 ni en encuentros bilaterales, los países presentes le plantearon el tema. “Nadie lo discutió conmigo. Nadie en la reunión lo discutió, no conmigo, declaró tajante.
EFE