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Donald Trump cede a la presiones y usa mascarilla en público

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Trump: primeras fotos en público del presidente usando mascarilla como preventivo contra el coronavirus. Foto: AFP
U.S. President Donald Trump wears a mask while visiting Walter Reed National Military Medical Center in Bethesda, Maryland, U.S., July 11, 2020. REUTERS/Tasos Katopodis TPX IMAGES OF THE DAY
TASOS KATOPODIS/REUTERS

ESTADOS UNIDOS

Brett Giroir, funcionario de la Salud, advirtió que no debe descartarse el confinamiento.

Finalmente el presidente Donald Trump cedió y este fin de semana se mostró por primera vez usando mascarilla en público. El cambio de actitud coincide con una fuerte presión del gobierno de Estados Unidos para que las escuelas abran en todo el país a partir de septiembre.

Luciendo un barbijo oscuro con el emblema de la presidencia de Estados Unidos, Trump caminó por los pasillos del hospital militar Walter Reed, en las afueras de Washington para encontrarse con veteranos de guerra heridos.

El presidente pasó junto a los periodistas, pero no se detuvo para hablarles sobre lo que se había convertido en un momento muy esperado: su cambio de opinión sobre una práctica recomendada por los propios médicos del gobierno.

“Nunca he estado en contra de las mascarillas, pero creo que tienen un tiempo y un lugar”, dijo Trump cuando salió de la Casa Blanca.

Medios estadounidenses dijeron que sus asesores prácticamente le rogaron que cediera y usara un tapabocas en público y se dejara fotografiar con él, ya que los casos de coronavirus se disparan en algunos estados y Trump continúa muy por debajo del demócrata Joe Biden en las encuestas para la elección del 3 de noviembre.

Estados Unidos es el país más afectado del mundo por la pandemia, con más de 135.000 fallecidos y 3,2 millones de infectados.

Los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades de Estados Unidos recomiendan el uso de barbijo en público cuando no puede haber distanciamiento social.

Pero Trump, en todos los mítines políticos, ruedas de prensa y en otros lugares, ha evitado llevar barbijo, incluso después de que algunos miembros del personal de la Casa Blanca dieron positivo al COVID-19 y a medida que otros, incluido el vicepresidente Mike Pence, se han acostumbrado a usarlo.

La campaña del demócrata Biden criticó a Trump por no haber usado una mascarilla antes. “Donald Trump pasó meses ignorando los consejos de los expertos médicos y politizando el uso de la mascarilla, una de las cosas más importantes que podemos hacer para prevenir la propagación del virus”, dijo Andrew Bates, portavoz de Biden, en un comunicado según NBC News.

Según lo que se ha informado, Trump ha dicho a sus asesores que usar mascarilla le haría parecer débil y que no podía soportar la idea de dejar que los medios de comunicación le tomaran fotos con un tapabocas.

Incluso el sábado, al salir de la Casa Blanca para dirigirse a Walter Reed, Trump hizo que sonara como si llevara un barbijo sólo porque iba a un hospital -no porque hubiera tenido la idea de usarlo de manera regular. “Creo que cuando estás en un hospital, especialmente en ese ambiente particular, donde hablas con muchos soldados y personas que, en algunos casos, acaban de salir de las salas de operaciones, creo que es algo genial llevar una mascarilla”, dijo a los periodistas.

Clases

En medio de la polémica de si mascarilla sí o mascarilla no, el gobierno de Trump volvió a presionar ayer domingo por la reapertura de escuelas en septiembre, en un momento en que el repunte de las infecciones de COVID-19 genera múltiples advertencias de que un regreso prematuro a clases podría empeorar la situación.

Sin embargo, en dos entrevistas televisivas, la secretaria de Educación, Betsy DeVos, insistió en la necesidad de reabrir las escuelas. “Los niños necesitan volver a la escuela, necesitan volver al aula”, dijo DeVos en CNN, aunque reconoció que las condiciones locales deben tenerse en cuenta. “Las familias necesitan que los niños regresen al aula. Y eso se puede hacer de manera segura”, señaló.

En paralelo, otro funcionario de la administración Trump advirtió que los cierres podrían ser necesarios en algunas zonas. El almirante Brett Giroir, secretario asistente del Departamento de Salud, dijo que con el incremento de las muertes por COVID-19 el gobierno debería poner todas las medidas posibles para contener la enfermedad “encima de la mesa”, inclusive confinamientos.

“Estamos todos muy preocupados”, dijo a la cadena ABC, y llamó a un nuevo cierre de bares, mayor distanciamiento en los restaurantes y un uso prácticamente universal de mascarillas en las áreas más afectadas, en estados del sur del país que habilitaron una reapertura agresiva.

Es el caso de Florida, que anunció ayer domingo más de 15.300 nuevos contagios, lo que supone un récord no solo para ese estado sino para todo Estados Unidos, que nunca antes había registrado tal aumento de casos.

Florida se convirtió en el nuevo epicentro del virus en el país al registrar ayer domingo un incremento que dejó atrás el récord de California de la semana pasada con 11.694 nuevos casos diarios y la cifra de 11.571 que reportó el 15 de abril Nueva York, cuando ese estado era el más golpeado por el virus.

Biden tiene 5 puntos de ventaja en Texas

Lastrado por la mala imagen de su gestión en la crisis del coronavirus, el presidente Donald Trump podría perder el mayor bastión conservador, Texas, donde, según una encuesta publicada ayer domingo, el demócrata Joe Biden le aventaja por cinco puntos.

Según un sondeo del diario The Dallas Morning News y la Universidad de Texas en Tyler, Biden ganaría hoy las elecciones en ese estado con el 46% de los votos, contra el 41% de Trump.

A falta de poco más de 100 días para las elecciones del 3 de noviembre, la clave estaría en el 9% de los votantes que todavía sigue indeciso en el estado.

Biden mejora con respecto a la encuesta que ambas entidades realizaron en abril pasado y que mostraba un empate al 43% de intención de voto entre los dos grandes candidatos. En esta ocasión, las entrevistas se realizaron entre el 29 de junio y el 7 de julio y el margen de error es de +/- 2,24 punto porcentuales.

La cifra de contagios de coronavirus se ha disparado en Texas y los positivos superan los 250.000 y las muertes exceden ya las 3.100. Los electores de Texas parecen culpar más a Trump del manejo de la crisis por la pandemia que al gobernador, Greg Abbot, también republicano. Si el 48% de los texanos aprueba cómo gestiona Abbot la situación, por un 40% que lo desaprueba, esas cifras se van al 38% a favor y el 52% en contra en cuanto se les pregunta por el presidente.

"El gobierno esta jugando con la salud de los niños"
Nancy Pelosi, este jueves en rueda de prensa. Foto: AFP

La presidenta de la Cámara de Representantes, la demócrata Nancy Pelosi, acusó ayer domingo a Donald Trump de “jugar” con la salud de los niños. Pelosi criticó duramente al gobierno de Trump por abogar por un retorno a clases en septiembre.

Los contagios están aumentando en todo el país, particularmente en los estados que reabrieron sus economías antes. “Volver a clases representa el mayor riesgo de propagación del coronavirus”, aseguró Pelosi en el programa State of the Union de CNN.

“Si hay pautas de los CDC, deberían ser requisitos, deberían ser obligatorias”, insistió.

La semana pasada, Trump atacó a los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC), la agencia de protección de la salud del gobierno federal, por lineamientos de reapertura escolar que, según él, eran demasiado rígidas, caras y poco prácticas.

“El presidente y su administración están jugando con la salud de nuestros niños”, acusó Pelosi. “Todos queremos que nuestros hijos regresen a la escuela, tanto los padres como los hijos. Pero debe ser de manera segura”, dijo.

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