NEGOCIACIONES
Hoy debe hacer frente a un primer vencimiento que es de US$ 718 millones; hay quienes defienden el default.
En plena negociación con el Fondo Monetario Internacional (FMI) -hoy viernes vence el plazo del primer vencimiento de US$ 718 millones que debe enfrentar este año el gobierno de Alberto Fernández-, la discusión en torno a un eventual acuerdo expuso nuevamente las divisiones en el oficialismo: desde los sectores más intransigentes, que se declararon en contra de llegar a un entendimiento con el FMI e incluso abogan por ingresar en un default, hasta quienes afirman que es más conveniente, necesario o indispensable un acuerdo. El espectro de opiniones dentro del propio Frente de Todos es amplio y variado.
Intransigentes.
“Primero lo primero: ¡Ni UN dólar más al FMI!”, es una de las consignas bajo la cual se realizó ayer una marcha de grupos “autoconvocados” contra la renegociación del préstamo.
Al comunicado difundido esta semana por la denominada Autoconvocatoria por la Suspensión del Pago e Investigación de la Deuda se sumaron entre otros el premio Nobel de la Paz Adolfo Pérez Esquivel, la madre de Plaza de Mayo Nora Cortiñas y el director del Banco Nación Claudio Lozano.
La diputada Fernanda Vallejos se sumó a quienes se declaran abiertamente en contra del entendimiento con el FMI. Vallejos integra la agrupación kirchnerista “Soberanxs”, liderada por Amado Boudou, Alicia Castro y Gabriel Mariotto.
Postura hostil.
En este grupo se apuntan tanto la vicepresidenta Cristina Kirchner como su hijo el diputado Máximo. Incluye también al gobernador de la provincia de Buenos Aires, Axel Kicillof. Son aquellos que sostienen públicamente que debe haber un acuerdo, pero mantienen una posición crítica hacia el organismo y condicionan cualquier negociación a que no se impulse un ajuste sobre el gasto del Estado.
Gestiones discretas.
Están también quienes, sin salirse del discurso público de que el acuerdo con el FMI no puede condicionar el crecimiento, hicieron gestiones, más o menos discretas. En estas filas se encuentra el jefe de Gabinete, Juan Manzur, quien habría condicionado su continuidad en el Gobierno que el acuerdo con el FMI se concrete.
La mayoría de los gobernadores del PJ se encuentran en este grupo. El presidente de la Cámara de Diputados, Sergio Massa, sostiene la línea de “pagar creciendo” y es otro de los referentes del oficialismo que impulsó conversaciones con el FMI y Estados Unidos.
Apoyo abierto.
Sin abandonar el eje discursivo dominante (“un acuerdo que no frene el crecimiento”), en el oficialismo también hay un grupo que abiertamente advierten que es necesario cerrar un acuerdo y que ese es el escenario más favorable para la Argentina. El grupo tiene dos inquilinos forzosos: el ministro de Economía, Martín Guzmán, y el presidente Alberto Fernández.
El ministro de Desarrollo Productivo, Matías Kulfas consideró “un acto de voluntarismo o de irresponsabilidad” poner en riesgo la reactivación ante la hipótesis de que la situación sería peor con un acuerdo. “Es una fantasía esta idea de ‘no le pago al Fondo y uso esa plata para otras cosas’, sin tomar en cuenta una multiplicidad de elementos que pueden afectar la economía y creo que podrían agudizar los problemas del país”, lanzó
Kulfas en diálogo con Radio Con Vos el funcionario del riñón del presidente Alberto Fernández en un mensaje que parecía dirigido al kirchnerismo duro. (En base a La Nación/GDA)