De hotel a museo por "el Dragón"

Hinchas de Bruce Lee dicen que se le debe un homenaje

HONG KONG

En el letrero en chino que cuelga en el exterior de una mansión gris de dos pisos en Hong Kong se lee: "Hotel Romántico``. Dentro, parejas que alquilan habitaciones por hora reciben condones y cuentan con un televisor que muestra películas pornográficas.

Ahora el dueño del edificio, el magnate inmobiliario Yu Pengnian, espera sustituir el letrero por una placa en la que se lea: "Bruce Lee vivió aquí``.

Yu dijo esta semana que quería el apoyo del Gobierno para crear un museo en el lugar, en donde vivió "el Dragón", el ícono del kung fu, antes de morir de un edema cerebral en 1973. El filántropo desechó los planes de venderlo por más de 100 millones de dólares de Hong Kong (US$ 13 millones) para ayudar a las víctimas del terremoto en Sichuan cuando la indignación pública revivió una añeja controversia por la falta de monumentos que conmemoren a la estrella de las artes marciales.

"Hong Kong no ha hecho mucho por Bruce Lee``, dijo Bey Logan, admirador de Bruce Lee que también es vicepresidente del estudio cinematográfico Weinstein Co. en Hong Kong. "Su ex casa sigue siendo un motel, como cuando lo visité por primera vez hace 28 años. Me entristeció entonces, y me sigue entristeciendo ahora``.

Lee, que nació en San Francisco, creció en Hong Kong. Sus películas, entre ellas "El gran jefe" y "Que entre el Dragón", tenían millones de admiradores en todo el mundo en los años 70.

CLAMOR. Hong Kong, a diferencia de la provincia de Guangdong y la ciudad bosnia de Mostar, no rinde el debido homenaje a Lee.

Una estatua de bronce del actor en una pose de arte marcial que costó 800.000 dólares de Hong Kong en el malecón de la isla es el único monumento permanente en la ciudad en memoria de Lee. Fue erigido en noviembre de 2005, un día después de que una figura similar fuera presentada en Mostar. En 2002, el Gobierno de Guangdong abrió un museo de Lee en su hogar ancestral en Shunde, una ciudad a 113 kilómetros de Hong Kong.

Yu, clasificado por Hurun Report como el mayor filántropo de China, descartó los planes de vender la propiedad, citando el "clamor público`` para que se le rinda tributo, y anunció que planea presionar al Gobierno para que apruebe la construcción de un nuevo edificio de 2.300 metros cuadrados en el lugar que albergue una biblioteca y un club de artes marciales. BLOOMBERG

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