La crisis sin fin que desespera a Brasil

Bolsonaro: “¿Está muriendo gente? ¡Lo lamento! Pero va a morir más si la economía es destrozada”. Foto: AFP
Handout picture released by Brazilian Presidency press office of President Jair Bolsonaro attending the launch of a campaign against domestic violence at Planalto Palace in Brasilia, Brazil, on May 15, 2020. - Brazilian Health Minister Nelson Teich resigned Friday over what a ministry official said was "incompatibility" with President Jair Bolsonaro's approach to fighting the country's spiralling coronavirus crisis. (Photo by MARCOS CORREA / BRAZILIAN PRESIDENCY / AFP) / RESTRICTED TO EDITORIAL USE - MANDATORY CREDIT "AFP PHOTO / BRAZILIAN PRESIDENCY / Marcos CORREA " - NO MARKETING - NO ADVERTISING CAMPAIGNS - DISTRIBUTED AS A SERVICE TO CLIENTS
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LA PANDEMIA DEL COVID-19

Ayer renunció el segundo ministro de Salud en un mes en medio de la pandemia del coronavirus.

Brasil perdió a su segundo ministro de Salud en un mes. El primero, se fue porque no compartía la posición del presidente Jair Bolsonaro de forzar una reapertura de la actividad económica en plena pandemia del coronavirus. El segundo se fue ayer viernes porque no avaló la decisión del jefe de Estado de habilitar un tratamiento contra el COVID-19 a base de cloroquina, un medicamento creado para el combate a la malaria.

La profundización de las crisis sanitaria, económica y política en Brasil quedó patente una vez más ayer, cuando los brasileños en las principales ciudades golpearon ollas desde las ventanas y los expertos en salud reaccionaron con indignación ante la renuncia de Nelson Teich, el mismo día en que el país sobrepasó a Alemania y Francia en número de casos de COVID-19, con muertes que se aceleraron hasta superar las 800 por día.

Bolsonaro había exigido el jueves que Teich emitiera directrices federales para el uso temprano de la hidroxicloroquina para tratar a los pacientes con coronavirus, a pesar de que su eficacia no está probada y preocupa que pueda causar problemas cardíacos.

“Fui elegido para tomar decisiones. Y la decisión sobre la cloroquina pasa por mí”, dijo Bolsonaro a líderes empresariales en una videoconferencia el jueves, añadiendo que su llamado para terminar con las órdenes de los estados sobre el distanciamiento social debería ser la última palabra.

Jair Bolsonaro, este lunes en conferencia de prensa en Brasilia. Foto: Reuters
Jair Bolsonaro en conferencia de prensa en Brasilia. Foto: Reuters - Archivo

“Al igual que un comandante en la batalla tiene que decidir: ¿Va a morir gente? Desafortunadamente, la gente va a morir”, dijo Bolsonaro.

Teich no dio ninguna razón para renunciar en breves comentarios a periodistas. “No acepté (ser ministro) por el cargo, sino porque pensaba que podía ayudar a Brasil y a la gente”, declaró Teich, un oncólogo muy respetado en su país.

El lunes, en una conferencia de prensa, el ahora ex ministro se había sorprendido al conocer un decreto presidencial que permitía la apertura de gimnasios, salones de belleza y peluquerías.

Miembros del gabinete brasileño están presionando para que el viceministro de Salud, Eduardo Pazuello, un general del ejército en servicio activo, se haga cargo del ministerio de forma permanente.

Teich reemplazó a Luiz Henrique Mandetta, quien fue cesado el 16 de abril por resistir la presión de Bolsonaro para promover la hidroxicloroquina y luchar contra las órdenes de aislamiento de los gobiernos estatales. “Oremos”, dijo Mandetta en Twitter tras la dimisión de Teich.

Alessandro Molon, líder del Partido Socialista Brasileño, advirtió de que Brasil se dirige hacia una catástrofe en materia de salud pública y dijo que el presidente debería ser sometido a juicio político. “Bolsonaro no quiere un ministro técnico, quiere a alguien que esté de acuerdo con su locura ideológica, como terminar con el distanciamiento social y el uso de la cloroquina”, dijo Molon en un comunicado.

“La renuncia de Teich es un mal presagio para la respuesta de Brasil a la pandemia de COVID-19, en vísperas de la fase más aguda de crisis de la salud pública”, escribió la consultora de riesgo político Eurasia Group, que alerta sobre la “disfunción” de coordinación del gobierno federal con los estados y municipios.

El gobernador de San Pablo, Joao Doria, que decretó una cuarentena parcial en su estado desde el 24 de marzo, lamentó la salida de Teich y afirmó que Brasil se halla “a la deriva”.

Doria asumirá como alcalde de Sao Paulo en enero si la Justicia lo habilita. Foto: Reuters
João Doria

“Otro ministro de la Salud, que cree en la ciencia, deja el gobierno de Bolsonaro. En el momento en que la curva de muertes por coronavirus se acelera, (...). El barco está a la deriva. Que Dios proteja a Brasil y a los brasileños”, tuiteó Doria, ex aliado de Bolsonaro,

En la reunión con los empresarios el jueves, Bolsonaro pidió “jugar pesado” contra Doria y los gobernadores que apoyan las medidas de confinamiento.

“Un hombre está decidiendo el futuro de San Pablo, está decidiendo el futuro de la economía de Brasil. Ustedes, con todo respeto, tienen que llamar al gobernador y jugar pesado, jugar pesado, porque la cuestión es seria, es guerra”, declaró.

“Tenemos que tener coraje para enfrentar el virus. ¿Está muriendo gente? ¡Está! ¡Lo lamento! Pero va a morir mucha, mucha, mucha más si la economía continúa siendo destrozada por esas medidas”, dijo el jueves.

El expresidente Luiz Inácio Lula da Silva, histórico líder del PT, equiparó esa política a un “genocidio”. “El gobierno transforma a quienes están preocupados por el coronavirus en enemigos y eso no puede dar buenos resultados. Como soy católico, rezo para que el pueblo brasileño escape de este genocidio causado por responsabilidad de Bolsonaro”, declaró Lula a AFP.

Expresidente de Brasil, Luiz Inacio Lula da Silva, en un acto en Recife. Foto: Reuters.
Expresidente de Brasil, Luiz Inacio Lula da Silva, en un acto en Recife. Foto: Reuters - Archivo

Las crisis sanitaria y económica en Brasil se ven agravadas por una crisis política, después de la renuncia en abril del popular ministro de Justicia Sergio Moro, quien denunció tentativas de Bolsonaro de interferir en investigaciones policiales.

Esas denuncias dieron paso a una investigación que podría conducir a que la Cámara abra un proceso de impeachment.

Todo esto cuando Brasil registra 15.305 nuevos casos de COVID-19 en un único día, una cifra récord que elevó el número de contagiados a 218.223.

El boletín diario del Ministerio de Salud ayer viernes, mostró que el número de nuevos casos saltó desde 13.944 el jueves, cuando ya había sido un récord, hasta 15.305, lo que confirmó a Brasil como el epicentro de la pandemia en América Latina y el sexto país con más contagiados en el mundo. Ayer también se registraron 824 nuevas muertes por COVID-19, lo que elevó el total de víctimas mortales a 14.817.

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