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Carnaval de Río apuntó hacia las elecciones de octubre en Brasil

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Sambódromo. Foto: AFP
Members of Unidos da Tijuca samba school perform during the second night of Rio's Carnival parade at the Sambadrome Marques de Sapucai in Rio de Janeiro, Brazil, in the early hours of April 24, 2022. (Photo by Mauro PIMENTEL / AFP)
MAURO PIMENTEL/AFP fotos

EN DOS NOCHES

La destrucción de la Amazonía, la vulnerabilidad de las tierras indígenas y el racismo entraron en el guión de las 'escolas'.

El carnaval de Río derrochó durante dos noches de jolgorio la energía y el desparpajo contenidos durante la pandemia y apuntó hacia los comicios de octubre, cuando la polarizada sociedad brasileña debe decidir si reelige a Jair Bolsonaro.

Todavía con la resaca de la víspera, las ‘escolas’ de samba arrastraron a unas 70.000 personas por día a un viaje hipnótico en el icónico Sambódromo.

Los cariocas demostraron que su alegría de vivir prevaleció, pese a la pérdida de más de 660.000 compatriotas en la pandemia y la crisis económica que siguió.

El Sambódromo es una tribuna política que refleja especialmente las preocupaciones sociales y de las clases populares, en cuyo seno nacieron las ‘escolas’ de samba. La destrucción de la Amazonía, la vulnerabilidad de las tierras indígenas y el racismo, problemáticas que han marcado especialmente el gobierno del presidente ultraderechista Jair Bolsonaro, entraron en el guión.

“Es un buen momento (...) para saludar a los líderes negros porque vivimos un período complicado, con muchos prejuicios”, dijo Felipe Cordeiro, un peluquero de 32 años que participó en el desfile-homenaje a personalidades como Nelson Mandela y Barack Obama para la ‘escola’ Paraíso do Tuiuti.

Con pancartas más típicas de una manifestación que de un desfile, Unidos da Tijuca repudió la controvertida tesis del “marco temporal”, defendida por el agronegocio con el apoyo del Bolsonaro, según la cual solo deben reconocerse como indígenas las tierras ocupadas por estos pueblos en 1988.

“Demarcación ya”, “Brasil, tierra de indígenas”, rezaban los lemas de un desfile que también alertó sobre la destrucción de la Amazonía, cuya deforestación anual se disparó más del 75% desde la llegada al poder del mandatario en 2019 respecto a la década anterior.

“Bolsonaro tiene que salir (del gobierno) este año”, en las elecciones de octubre, sostuvo Elisabet de Souza, una joven mestiza que desfiló para Imperatriz. “A partir de ahí, todo va a mejorar”.

También en las gradas hubo gritos contra Bolsanaro y vítores en favor de su máximo rival, el expresidente izquierdista Luiz Inácio Lula da Silva, mientras que según la prensa algunos de ellos fueron replicados por uno de los “camarotes” que acogen a la clase acomodada, ilustrando la polarización que vive el gigante sudamericano.

Sin dinero

Tradicional atractivo para el turismo extranjero y maná para la economía local, el carnaval fue este año una fiesta sobre todo para casa, con solo 14% de foráneos, frente a 23% en la última cita de 2020.

Las celebraciones se realizan dos meses después de las fechas tradicionales y sin los ‘blocos’ callejeros, que cada año hacen de la ‘Cidade Maravilhosa’ una pista de baile a cielo abierto con pocas reglas y muchos excesos.

Debido a la pandemia, faltaron recursos. Mucha gente ahora está sin dinero en Brasil y los desfiles tienen un coste enorme. El sector privado financia la mayor parte de los espectáculos, cuyas carrozas engalanadas y vestimentas sofisticadas alcanzan sumas de varios cientos de miles de dólares.

Barroso dijo que las FFAA están siendo orientadas a "atacar" el proceso electoral.

Las ‘escolas’ por ejemplo tuvieron que suspender durante meses sus ensayos, una importante fuente de ingresos gracias a las donaciones de los aficionados que asisten a estos.

Señalamiento de Barroso

En otro orden de temas, el juez Luis Roberto Barroso, uno de los once miembros del Tribunal Supremo de Brasil, afirmó ayer que las Fuerzas Armadas están siendo orientadas a “atacar” e “intentar desacreditar” el proceso electoral, a meses para los comicios presidenciales del próximo octubre.

“Desde 1996 no hay ningún episodio de fraude (electoral). Elecciones totalmente limpias, seguras. Y ahora van a pretender usar las Fuerzas Armadas para atacar”, afirmó Barroso durante un seminario online promovido por un universidad alemana, en declaraciones recogidas por el diario O Globo.

“Gentilmente invitadas a participar del proceso, están siendo orientadas para atacar el proceso e intentar desacreditarlo”, agregó el magistrado, quien destacó el papel ejemplar de la institución desde la redemocratización de Brasil, en 1988.

Sin citar nombres, Barroso, quien también es presidente del Tribunal Superior Electoral (TSE), realizó una crítica velada al presidente Bolsonaro, quien ha cuestionado en reiteradas ocasiones el proceso electoral de Brasil y ha afirmado que puede ser objeto de fraude en las próximos comicios.

Barroso precisó que las Fuerzas Armadas han recuperado su prestigio desde la redemocratización de Brasil, pero alertó sobre los “esfuerzos de politización de los militares”, lo que consideró un riesgo real para la democracia. “Tengo la firme expectativa de que las Fuerzas Armadas no se dejen seducir por ese esfuerzo de meterlas en ese universo indeseable para las instituciones de Estado, que es el universo de la hoguera de las pasiones políticas”, subrayó.

Barroso es conocido por su actuación, como abogado, en casos de gran repercusión, entre los que destaca la defensa de la prohibición del nepotismo en el Poder Judicial.

Encuestas: Lula sigue primero

De acuerdo con los sondeos de intención de voto de varias encuestadoras, Bolsonaro, quien aspira a la reelección, perdería las elecciones presidenciales frente al expresidente Luiz Inácio Lula da Silva, quien será candidato tras recuperar sus derechos políticos y ser impedido de participar en los comicios de 2018.

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