Benedicto XVI llamó a la ortodoxia eucarística

Puntos. Papa reafirma el celibato sacerdotal y plantea restaurar la misa en latín

VATICANO LA NACION/GDA Y AFP

En la primera exhortación apostólica de su pontificado, Benedicto XVI confirmó su tajante "no" a la comunión para los católicos divorciados, reafirmó el carácter obligatorio del celibato sacerdotal y llamó a un mayor uso del latín en la misa.

Bajo el título Sacramentum Caritatis (Sacramento del Amor), la exhortación apostólica es fruto de las conclusiones del Sínodo de Obispos sobre la Eucaristía que tuvo lugar en el Vaticano en octubre de 2005.

En el documento -de 131 páginas y cuya importancia es similar a la de una encíclica- no hay ningún cambio o apertura, sino que el Pontífice pone los puntos sobre las íes acerca de algunos temas relacionados con el misterio de la eucaristía y su celebración.

Al margen de confirmar para los sacerdotes la obligación del celibato, definido como "una riqueza inestimable" y un "signo de dedicación total y exclusiva a Cristo", Benedicto XVI reiteró su firme oposición a que los católicos casados en segundas nupcias -así como los cristianos no católicos- reciban la comunión.

El Papa, que el martes se reunió por primera vez con el presidente ruso, Vladimir Putin, dijo que la crisis matrimonial es un tema "difícil y complejo, una verdadera plaga en el contexto social actual, que afecta de manera creciente incluso a los ambientes católicos".

Además, Benedicto XVI confirmó la praxis de no admitir a los sacramentos a los divorciados casados de nuevo, "porque su estado y su condición de vida contradicen objetivamente esa unión de amor entre Cristo y la Iglesia que se significa y se actualiza en la Eucaristía".

En un intento de recuperar las tradiciones eclesiásticas, el Papa alemán, que durante casi un cuarto de siglo fue el guardián de la ortodoxia católica, llama a un mayor uso (no obligatorio) del latín, la lengua oficial del Vaticano, sobre todo en las celebraciones en encuentros internacionales.

Salvo en las lecturas, la homilía y la oración de los fieles, el Papa sostuvo que se podría rezar en latín las oraciones más conocidas de la tradición eclesial. Existen muchos prelados que se oponen a esto, considerándolo una vuelta al pasado.

Según versiones de la prensa italiana, antes de Pascua, Benedicto XVI publicará un documento por "motus propio", que liberalizará la denominada misa tridentina, es decir, el rito preconciliar en latín, anterior al Concilio Vaticano II (1962-1965), que sólo puede celebrarse con autorización especial.

Se trataría de un gesto de reconciliación hacia los ultratradicionalistas seguidores del Arzobispo Marcel Lefebvre -separados de la Santa Sede-, que ya fue públicamente rechazado por varios obispos franceses.

El Papa, que manifestó su desagrado hacia las misas modernas con cantos y bailes, sugirió también cambiar de lugar el rito de la paz durante la misa.

Según el Santo Padre, el rito de la paz es un "signo de gran valor" que, sin embargo, "puede adquirir expresiones exageradas, provocando cierta confusión en la asamblea precisamente antes de la comunión".

llamado. Benedicto XVI destacó que los creyentes, en especial quienes ocupan una posición social o política que los obliga a tomar decisiones, deben defender valores fundamentales no negociables, como el respeto y la defensa de la vida humana desde su concepción hasta su fin natural.

Mientras el Papa presentaba su exhortación, el Vaticano condenó ayer la obra del teólogo salvadoreño Jon Sobrino, considerado uno de los padres de la Teología de la Liberación, argumentando que "sus proposiciones no están en conformidad con la doctrina de la Iglesia".

La notificación fue firmada por el cardenal William Levada, prefecto de la Doctrina de la Fe, quien reemplazó en el cargo a Joseph Ratzinger, tras su asunción como pontífice.

La Santa Sede explicó que la decisión se debe a la gran difusión, sobre todo en América Latina, que han alcanzado las obras.

Tres preguntas a Pablo Galimberti. Obispo de Salto

Monseñor Galimberti, ex presidente de la Conferencia Episcopal, entiende que no debe considerarse la exhortación de Benedicto XVI como un giro conservador

1 ¿Qué significado tiene para los cristianos el documento presentado por el Papa Benedicto XVI?

Se trata de una puntualización y presentación actualizada del mayor don que tenemos los cristianos, que es el sacramento del cuerpo y la sangre de Cristo. Lo central es la pretensión de hacer valorar el Sacramento de la Eucaristía, que tenga un lugar fundamental a nivel de todos los cristianos que integran la Iglesia.

2 La misa en latín y la prohibición a los divorciados de comulgar, ¿podrían alejar a los fieles de la Iglesia ?

En cuanto al latín, pienso que no porque aún se usa en ciertos ambientes religiosos y constituye una memoria muy rica. No es una medida conservadora. En la Iglesia, la renovación se da por el retorno a las fuentes. En cuanto a los divorciados, el no poder comulgar no excluye que participen en las celebraciones.

3 ¿En qué se diferencia la exhortación "Sacramento del Amor" de una encíclica?

Si bien son de carácter similar, lo que las distingue es que la exhortación es un documento que surge a partir de una reunión de obispos de todo el mundo, que hacen propuestas y, en esa medida, podría tener mayor resonancia. Una encíclica, en cambio, es un documento que proviene exclusivamente de la voluntad del Papa.

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