islamabad Un suicida detonó la bomba que llevaba en un parque donde se realizaban servicios religiosos islámicos, matando por lo menos a 41 personas.
Voceros policiales dijeron que el atacante se inmoló cuando estaba sentado detrás de dirigentes del grupo sunitaTehrik, una de las agrupaciones que organizó la ceremonia.
Decenas de personas resultaron heridas por el incidente ocurrido en el Parque Nishtar en Karachi, donde se realizaba una ceremonia sunita en ocasión del aniversario del natalicio del profeta Mahoma.
Decenas de hombres con sus túnicas blancas manchadas de sangre saltaron a la tarima para ayudar a las víctimas, algunas al parecer sin vida, mientras otras agitaban los brazos para pedir ayuda. Una columna de humo se alzaba sobre la tarima.
Heridos por la explosión eran cargados en brazos y llevados a las ambulancias que llegaban haciendo sonar sus sirenas.
En Karachi se han producido varios atentados, algunos con poderosas bombas, desde que Pakistán se convirtió en un aliado crucial de Estados Unidos en la guerra contra el terrorismo luego de los ataques del 11 de setiembre de 2001.
La mayoría sunita de Pakistán y la minoría chiita del país tienen en su haber una historia de violencia común que se cobró miles de vidas en los últimos diez años.
El ataque de este martes en Karachi -que cuenta con un historial de violencia política, sectaria y étnica- es el más mortífero sufrido por la ciudad desde que un kamikaze se hizo estallar durante la oración de la tarde en una mezquita chiita, en mayo de 2004, matando a 22 personas.
El presidente paquistaní, el general Pervez Musharraf y el primer ministro Shaukat Aziz condenaron con dureza el "execrable acto" y ordenaron un incremento de medidas de seguridad en las mezquitas, según un comunicado oficial.
La explosión no fue reivindicada. AP y AFP