La militante de derechos humanos rusa Natalia Estemirova, que denunciaba la continuación de la violencia en una Chechenia oficialmente pacificada, fue secuestrada y asesinada el miércoles, en un crimen que "indignó" al presidente ruso, Dimitri Medvedev.
El cadáver de Estemirova, colaboradora de la ONG rusa Memorial y cercana a la periodista Anna Politkovskaia, asesinada en 2006, fue hallado hacia las 17H20 (13H20 GMT) en un bosque cerca que Nazran, la principal ciudad de la vecina república caucásica de Ingusetia.
Poco antes, la ONG había anunciado el secuestro de su colaboradora, que fue la primera galardonada en 2007 con el Premio Anna Politkovskaia y que también había recibido la Medalla Robert Schuman del Parlamento Europeo y un premio del Parlamento de Suecia.
"El cadáver presenta heridas en la cabeza y en el pecho", señaló el comité de investigación de la Fiscalía rusa en un comunicado.
En la mañana del miércoles, Estemirova, de 50 años, fue "metida por la fuerza en un coche, cerca de su casa" y llevada a un destino desconocido, señaló Memorial, que citó a testigos.
"El presidente Dimitri Medvedev se dice indignado por este asesinato" y ha presentado su pésame a la familia de la víctima, declaró la portavoz del Kremlin, Natalia Timakova, citada por las agencias rusas.
Estemirova había denunciado recientemente una ejecución arbitraria en Chechenia, irritando a las autoridades locales prorrusas, declaró a la AFP Alexandre Tcherkassov, de la ONG Memorial.
Concretamente la militante denunció en nombre de Memorial el asesinato de un presunto rebelde por unos hombres con uniformes de camuflaje en el pueblo de Ajkinchu-Borzoi, el 7 de julio.
La ONG recordó que la actividad de Estemirova ya suscitó en el pasado "el descontento de las autoridades chechenas".
"No tengo duda alguna de que este asesinato está relacionado con la actividad profesional de Natalia, que denunciaba la arbitrariedad de las fuerzas del orden de Ramzan Kadyrov", el presidente checheno prorruso, señaló a la AFP Tatiana Lokchina, de la organización Human Rights Watch.
En opinión de Lokchina, la manera en que la colaborada de Memorial fue secuestrada recuerda los métodos de los hombres de Kadyrov.
"Es una tragedia monstruosa. La situación en Chechenia está fuera de control", denunció.
Sin embargo, el gobierno ruso puso fin en abril a "la operación antiterrorista" en curso desde hace diez años en Chechenia, en señal de normalización.
"Este crimen horrible se produce cuando se nos dice que la guerra ha terminado, que el orden y la ley reinan en la Chechenia de Kadyrov (...) Sabemos que su larga mano es capaz de alcanzar a los opositores en todas partes", denunció Lev Ponomarev, de la ONG rusa Por los Derechos Humanos.
El que el cadáver de la militante haya sido hallado en Ingusetia "es un golpe contra su presidente, Iunus-Bek Evkurov", que dialoga con las fuerzas sociales y que resultó gravemente herido en un atentado suicida a finales de junio, señaló Alexei Malachenko, analista del Centro Carnegie.
"Es un intento de demostrar que sus métodos no funcionan en el Cáucaso", añadió ese experto, que acaba de publicar un libro sobre Kadyrov.
Por su parte, la Presidencia sueca de la Unión Europea (UE) condenó este asesinato "brutal" e hizo un llamamiento a las autoridades rusas para que hagan todo lo posible para tratar de hallar a sus responsables.