EL VENCIMIENTO SE EXTIENDE HASTA 2036

Argentinaanunció ayer viernes un acuerdo con el FMI que le permitirá ganar tiempo para pagar la deuda de casi 45.000 millones de dólares que debía reembolsar entre 2022 y 2023, aunque aún faltan rondas de negociaciones para los detalles del programa.

“Teníamos una deuda impagable que nos dejaba sin presente ni futuro y ahora tenemos un acuerdo razonable que nos va a permitir crecer y cumplir con nuestras obligaciones a través de nuestro crecimiento”, dijo el presidente Alberto Fernández, al anunciar el acuerdo, que fue mejor recibido por la oposición que por el kirchnerismo, el ala dura del gobierno.

Se trata de un acuerdo de facilidades extendidas por unos 44.500 millones de dólares, que reemplazará al stand-by tomado en 2018 por ese mismo monto.

La diferencia entre uno y otro estriba en los plazos de pago, pues mientras el stand-by concentraba los vencimientos entre 2022 y 2024, el nuevo acuerdo de facilidades extendidas ampliará esos plazos al periodo de 2026 hasta 2032.

La directora gerente del FMI, Kristalina Georgieva, se declaró “alentada” por los “avances logrados en políticas clave para un programa que enfrente los desafíos de la inflación y un crecimiento más sustentable e inclusivo”.

Para entrar en vigor, el acuerdo debe ser ratificado por el Congreso argentino y por el directorio ejecutivo del FMI. Además, el ministro de Economía, Martín Guzmán, indicó que “aún hay que trabajar en los memorándums de entendimiento y eso llevará algunas semanas”.

Mientras tanto, ayer viernes Argentina pagó al FMI poco más de 700 millones de dólares, el primer vencimiento de capital de este año, confirmó Guzmán. Los siguientes vencimientos deberían financiarse con los fondos del nuevo programa.

“Argentina logró hoy con el FMI lo mismo que en 2020 con los acreedores privados: patear la pelota hacia adelante. La única gran diferencia es que el mismo FMI va a refinanciar los pagos”, dijo el analista económico Sebastián Maril. “Se puede celebrar hoy pero nuestros problemas serán poder cumplir las metas y ver cómo pagamos todas las deudas que pateamos”.

Argentina se comprometió a reducir su déficit fiscal a 0,9% del PIB en 2024, con metas de 1,9% en 2023 y de 2,5% en 2022.

El año pasado, con un crecimiento económico de 10%, el déficit fue de 3%.

El acuerdo prevé además un crecimiento en 2022 de 5.000 millones de dólares de las reservas internacionales, que actualmente ascienden a poco más de 38.000 millones.

Los mercados reaccionaron favorablemente a los anuncios y el tipo de cambio paralelo pasó de una cotización de 221 pesos por dólar hace dos días a 212 pesos ayer viernes. La Bolsa de Buenos Aires cerró con un alza de 2,67% y los papeles argentinos en Wall Street ganaron entre 7% y 9%.

También hubo un entendimiento “sobre el marco para la implementación de la política monetaria como parte de un enfoque múltiple para enfrentar la alta y persistente inflación”, de 50% anual, dijo el FMI en un comunicado.

El gobierno de Fernández comenzó formalmente sus conversaciones con el FMI en agosto de 2020. “Las negociaciones realmente fueron durísimas”, dijo el ministro Guzmán. “Hubo un trabajo político y técnico muy fuerte”.

El nuevo programa tendrá diez revisiones y una duración de dos años y medio en cuanto a las políticas económicas. Los vencimientos comenzarán cuatro años después del primer desembolso y terminarán 10 años más tarde, señaló.

En 2020, el gobierno de Fernández había reestructurado unos 66.000 millones de dólares de deuda con acreedores privados internacionales.

Cuando el presidente Alberto Fernández hizo el anuncio del acuerdo con el FMI, la vicepresidenta Cristina Kirchner estaba volviendo de Honduras, a donde viajó para participar de la asunción de Xiomara Castro, y desde donde, en paralelo a las gestiones oficiales para el entendimiento, había pronunciado un discurso lapidario con los organismos multilaterales de crédito.

Tanto en las filas de La Cámpora como en las del Instituto Patria están “apretando los dientes”, reconoció un diputado nacional del Frente de Todos en diálogo con La Nación sobre el silencio que, hasta ayer, regía en los sectores más duros del Gobierno.

El líder de La Cámpora, el diputado Máximo Kirchner, mantuvo el mismo silencio que guarda desde que vociferó fuertes críticas a la oposición cuando el oficialismo se quedó sin quorum para votar el Presupuesto 2022, y no dio a conocer posturas ni opiniones sobre las gestiones oficiales para alcanzar un acuerdo con el FMI.

Tampoco se expresó el ministro del Interior Eduardo De Pedro. Un allegado suyo dijo a La Nación que el ministro “ni leyó los mensajes”, y que está en Mercedes, aislado con su familia, tras haber dado positivo de coronavirus. Y consultado por este medio sobre el silencio de los referentes camporistas, retrucó: “Lo importante es que el sector no critica”.

La cuenta oficial de La Cámpora en Twitter se había hecho eco de las palabras de Cristina Kirchner en Honduras. Pero tanto De Pedro como Máximo Kirchner escucharon en los últimos días las palabras de un economista de La Cámpora al que consultan con frecuencia, quien les aseguró que “cualquier alternativa a un acuerdo sería peor”, reconstruyó La Nación.

Esa es la postura que adoptó la agrupación conducida por Kirchner, menos hostil que la que primaba hasta entonces, pero cuyo silencio aún connota un disenso. Hasta ayer viernes, ningún dirigente del sector había emitido palabra respecto del anuncio oficial. (Con información de la agencia AFP y La Nación/GDA)

La agencia Moody’s calificó de “positivo” el acuerdo entre Argentina y el FMI para refinanciar el préstamo de más de 45.000 millones de dólares que el organismo otorgó al país en 2018.

“(...) La totalidad de los detalles del acuerdo aún no se ha hecho pública, y este es solo el primer paso en el proceso de aprobación requerido tanto para Argentina como para el FMI. Si el acuerdo da lugar a políticas que conduzcan a una reducción sostenida de los desequilibrios macroeconómicos, esto sería positivo desde el punto de vista crediticio. El cumplimiento de las metas que se establezcan en el programa, en particular la reducción del déficit fiscal y el financiamiento monetario del Banco Central, representará una prueba de gran calado a la voluntad y capacidad de Argentina para realizar ajustes importantes al marco actual de política económica”, dijo Gabriel Torres, analista Moody’s y vicepresidente Senior Credit Officer, sobre el acuerdo con el FMI.

Cautela en la oposición

“Positivo que se evitó el default”

Tras el anuncio del presidente Alberto Fernández sobre el acuerdo con el FMI, las máximas autoridades de la coalición opositora Juntos por el Cambio, con participación de economistas, se reunieron y manifestaron que consideran “positivo este primer entendimiento” que “evita así un costoso default”. Señalaron que este es “un primer paso para no seguir sembrando incertidumbre en la sociedad”.

En un comunicado titulado “Sobre el principio de acuerdo con el FMI”, los principales dirigentes de la oposición y economistas que participaron del encuentro, advirtieron que aguardan “la continuidad de las negociaciones que deriven en detalles de un acuerdo definitivo” y que evaluarán el texto en “en el Congreso, tal como establece la ley que todos hemos aprobado”.

En diálogo con La Nación la presidenta de Pro (uno de los grupos que integran Juntos por el Cambio), Patricia Bullrich, subrayó que este fue un avance “positivo” pero que todavía “falta el acuerdo” y que el gobierno “explique concretamente cómo lo van a implementar”. Indicó que desde la oposición quieren ser “prudentes” porque hasta ahora solo hay “un principio de entendimiento”, así que aguardarán hasta recibir la carta de intención. Asimismo, planteó que quieren “ver cómo se van pronunciando distintos sectores internos en el Gobierno. Hay quienes dijeron hace unos días que prefieren ir al default”.

Por su parte, Alfredo Cornejo, presidente del Interbloque de Juntos por el Cambio en el Senado, celebró el acuerdo, pero apuntó contra el kirchnerismo por los meses de angustia que atravesó el país previos a la negociación. También remarcó que aún es necesaria “la letra chica”, dado que el propio FMI dijo que hasta ahora se trata de “un entendimiento de políticas”, no de un acuerdo.

Desde la Coalición Cívica, también se pronunciaron de manera cautelosa frente a la situación. Ratificaron que es favorable que el Estado haya evitado entrar en cesación de pagos. (La Nación/GDA)