SANTIAGO DE CHILE
Las autoridades sanitarias de la ciudad chilena de Antofagasta manifestaron ayer su preocupación frente a una serie de casos de personas mordidas por la llamada "Araña del Rincón", cuyo veneno puede llegar a ser mortal.
Una de las personas atacadas, Karen Araya Monsalves, de 21 años, perdió un bebé de seis meses de gestación tras ser mordida mientras dormía y debió ser trasladada a un hospital de Santiago, donde los médicos luchan para tratar se salvar su brazo derecho, afectado de una necrosis aguda por el veneno.
Los médicos que atienden a la joven, en el Hospital Salvador, de la capital chilena, señalaron que su estado es grave y su brazo está sometido a una serie de injertos, además de aseos quirúrgicos diarios, pero aún existe una alta probabilidad de que deba ser amputado.
Los ataques de los arácnidos comenzaron hace una semana y los otros cuatro casos corresponden a menores, de los que tres permanecen internados en el Hospital Regional de Antofagasta, a 1.376 kilómetros al norte de Santiago, donde se informó de que están fuera de peligro.
SUERO. En todo caso, ante el aumento de los casos, el Hospital resolvió aumentar su provisión de "suero antiloxoceles", que es el antídoto contra el veneno de la araña.
La Araña del Rincón (Loxosceles Laeta), conocida también como "araña casera", "araña cuerpo de violín" o "araña de bibliotecas" es un pequeño arácnido de entre 8 y 15 milímetros, de patas cortas, de abdomen pardo oscuro y la parte anterior café.
Según los especialistas, vive de preferencias en las casas, oculta detrás de cuadros, libros, dentro de roperos u otros objetos y en lugares poco aseados; caza de noche, es de hábitos solitarios y se la encuentra en todo el mundo.
Son sedentarias, fotobóficas (huyen de la luz) tímidas y sólo muerden cuando se sienten atacadas; viven unos dos años y pueden sobrevivir largos períodos sin comida ni agua. Su poderoso veneno la ha convertido, junto con la araña del trigo ("viuda negra") en el mayor peligro proveniente del mundo animal en Chile, donde entre 1985 y 1995 hubo 43 muertes por su causa, según datos de la Facultad de Medicina de la Universidad de Chile.
Sobre esa base, la directora del Servicio de Salud de Antofagasta, Marcela Hernando, hizo un llamamiento a la población para extremar el aseo de sus viviendas, que consideró la mejor manera de eliminar esta araña.
Agregó que además hay que sacudir la ropa por ambos lados, alejar las camas de las paredes y mejorar los conductos eléctricos y de agua. EFE