El ministro de Seguridad de Argentina, Aníbal Fernández, llegó este miércoles a Rosario para presentar a 300 nuevos agentes policiales que actuarán allí y reforzarán el Comando Unificado. El gobierno nacional elevará así el número de efectivos hasta 1.400 paraintentar contener el avance narco. “Hay que hacer un trabajo muy profundo. Nada de lo que hay que hacer es simple. Es imperioso que lleguemos hasta el hueso”, dijo el funcionario nacional, escoltado por el gobernador de Santa Fe, Omar Perotti, y el intendente de Rosario, Pablo Javkin.
“Vamos a invertir lo que sea necesario, no nos vamos a quedar quieto. No pueden amenazar al pueblo. No se puede vivir con el corazón en la boca. La estructura narco fue ganando espacio”, dijo Fernández tras presentar y saludar a las fuerzas. Además, rechazó que haya subestimado el avance del narcotráfico en la ciudad.
La decisión del gobierno argentino se concreta a casi una semana delataque al supermercado de la familia política de Lionel Messi pusiera a Rosario en la plana nacional e internacional por su violencia fuera de control. Entre que eso sucedió y llegó la respuesta del Ejecutivo nacional, algo que pedían con insistencia la gobernación de Santa Fe y la intendencia de Rosario, asesinaron a Maximiliano Gerez, un nene de 12 años. Fue baleado en un enfrentamiento entre delincuentes en la puerta de un búnker, en un ataque en el que además fueron heridos otros tres chiquitos que lo acompañaban y hoy se recuperan favorablemente.
Aníbal Fernández participó de un acto en la zona del Bosque de los Constituyentes, en un sector de Rosario lindero al barrio Nuevo Alberdi y a la Avenida Circunvalación donde hay una base de las fuerzas.
“La presencia de la UIF (Unidad de Investigación Financiera) es fundamental porque hay que seguir el dinero para romper la rosca y cortar lo que sea necesario”, señaló Fernández, y prometió que los nuevos policías trabajarán en el territorio. “Es necesario limpiar los barrios”, dijo el ministro de Seguridad. Y agregó: “Hace cinco años había 500 efectivos federales, hoy hay 4000. No nos vamos a detener porque la situación es grave”.
En los menos de diez minutos que duró en lo formal el acto, Fernández se dirigió a los efectivos que lo escucharon inmóviles. Son jóvenes y no superan la franja de entre 20 y 30 años. Casi no esgrimieron gestos, solo se vieron algunas sonrisas tímidas cuando el ministro cruzó con dureza a un periodista en rueda de prensa.
El ministro llegó en un helicóptero de Policía Federal a las 9:00 horas y aterrizó en la parte trasera del predio. Estaba acompañado por Mercedes La Gioiosa, secretaria de Seguridad y Políticas Criminales. Entraron y en el interior de un grupo de oficinas se reunieron con el papá y el tío de Máximo Gérez, el niño de 12 años muerto en el barrio Los Pumitas. La familia de Jerez pidió que no haya foto, según pudo reconstruir La Nación.
El desembarco nacional incluyó un fuerte despliegue de vehículos y efectivos que en total sumarán 1400 en todo el territorio. En rigor, alrededor de 1000 ya estaban y los que se sumaron fueron 400 que en los últimos días se los retiró de a puñados de los lugares que cubrían originalmente.
El plan que prevé el gobierno argentino es integral e incluye la interacción de otros ministerios. Además del de Seguridad están el de Defensa y el de Desarrollo Social. Todo articulado por el jefe de Gabinete, Agustín Rossi. Santafesino, Rossi buscó dejar atrás desde el comienzo de su gestión, a mediados del mes pasado, sus diferencias con Perotti y Javkin.
El predio de la fuerza de seguridad especial es sencillo y está a un costado del camino de circunvalación tres construcciones bajas y blancas serán la base de este centro con el que el Gobierno espera empezar a ordenar la ciudad.
Poco después y mientras el ministro todavía hablaba y seguía respondiendo en forma cada vez más vehemente, los uniformados se fueron retirando. Ponían fin así a casi dos horas de estar formados para una puesta en escena breve. Afuera los esperaban dos micros, tres vans y dos camiones de fuerzas especiales que comenzaran a repartirlos por los diferentes puntos de la ciudad.
La Nación (GDA)