Anciano guardián nazi se enfrenta al banquillo

Será juzgado en Munich por muerte de 27.900 judíos

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MUNICH | John Demjanjuk, de 89 años, acusado de ser uno de los últimos grandes criminales nazis aún vivos, será juzgado a partir de hoy en Munich (Sur de Alemania) bajo la inculpación de participar en el asesinato de 27.900 judíos.

El acusado, de origen ucraniano, podría ser condenado a perpetuidad si el tribunal en lo criminal de Munich establece que en 1943 era uno de los guardianes del campo de exterminio de Sobibor, una localidad de Polonia.

En mayo, Demjanjuk fue expulsado de Estados Unidos, adonde vivía desde 1952, al cabo de una larga batalla judicial, y fue enviado a Alemania en un avión ambulancia y comparecerá ante la corte en silla de ruedas. Tanto la justicia estadounidense como la alemana consideraron que está en condiciones de ser juzgado.

Su hijo John Jr. afirmó desde su ciudad de residencia en Cleveland (Ohio, EE.UU.) que su padre iba a morir. "Lo precipitan a la muerte, no sobrevivirá a esto", afirmó, señalando que numerosos alemanes que fueron guardianes en los campos nazis nunca fueron juzgados.

Alemania, que durante largo tiempo sólo juzgó a "oficiales superiores y dignatarios del régimen nazi", cambió de política "aceptando desde hace un año y medio juzgar a todos los criminales que pudieran presentarse ante un tribunal", explicó Eframim Zuroff, director del Centro Simon Wiesenthal de Jerusalén, que persigue a nazis.

Demjanjuk es apátrida, pues perdió su nacionalidad estadounidense en 2002 por haber ocultado su pasado en los campos nazis. Había afirmado que era soldado en el Ejército Rojo y que cayó prisionero de los alemanes en 1942.

Unos 30 sobrevivientes del genocidio o sus descendientes son parte querellante, pero ninguno vio a Demjanjuk en Sobibor y los únicos testimonios directos son declaraciones escritas de testigos hoy fallecidos.

La acusación tratará entonces de obtener un reconocimiento de culpabilidad sólo por asociación: Demjanjuk fue guardián en Sobibor durante casi seis meses en 1943, período durante el cual 27.900 judíos murieron en las cámaras de gas, y por lo tanto participó en esta exterminación.

"Lo que viví, lo voy a relatar a los jueces", explicó Jules Schelvis, de 88 años, uno de los numerosos holandeses que son parte querellante, que será también testigo y cuya esposa murió en Sobibor. "Mi abuelo, que fue asesinado en Sobibor, también era un anciano, y nadie dijo `es un anciano y no tiene que ir a Sobibor`. ¿Entonces, por qué Demjanjuk debería ser eximido?, se interrogó. AFP

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