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Posiciones de Argentina y Brasil por acuerdo de cargas amenazan inversiones en infraestructura en el Puerto

La reserva de cargas es una figura que se ha utilizado desde hace muchos años para proteger a la marina mercante de un país.

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El perito naval Daniel Paz y la presidenta del Centro de Navegación, Mónica Ageitos.
El perito naval Daniel Paz y la presidenta del Centro de Navegación, Mónica Ageitos.
Foto: Archivo

La reserva de cargas es una figura que se ha utilizado desde hace muchos años para proteger a la marina mercante de un país. Significa que se reserva determinada carga para que sea transportada en buques de una o varias banderas y así asegurar trabajo para esa marina mercante.

Los convenios de reserva de carga firmados con Argentina y Brasil ya finalizaron. Siguen vigentes los acuerdos de transporte de pasajeros y de vehículos entre Uruguay y Argentina y aquellos firmados para el traslado de cargas por la Hidrovía Paraguay - Paraná, firmado el 26 de junio de 1992 y que entró en vigencia en 1995.

En 2005 hubo un intento por parte de algunos países de aprobar un acuerdo multilateral de transporte marítimo del Mercosur que establecía una reserva de carga regional.

Este proyecto de acuerdo multilateral de transporte marítimo fue firmado por Argentina, Brasil y Paraguay, con ausencia de Uruguay que no participó de esa reunión del Subgrupo de Trabajo 5 del Mercosur.

La iniciativa establecía la reserva de carga para cualquier tráfico marítimo, tráfico internacional del Río de la Plata, remolque de mercaderías, barcazas feeder (no autopropulsadas) y transbordos con destino a terceros países.

El rechazo de Uruguay desde 2005 estuvo basado en que un porcentaje alto de los movimientos en terminales portuarias uruguayas corresponden a cargas provenientes de Argentina, Bolivia y Paraguay.

En un evento denominado “Jornadas Nacionales de Derecho Marítimo” organizadas el miércoles 21 por la Asociación Uruguaya de Derecho Marítimo, la presidenta del Centro de Navegación, Mónica Ageitos, anunció que durante varios años el tema de la reserva de cargas regional no había tenido mayor discusión ni avances. Sin embargo, dijo, durante la reunión del Subgrupo de Trabajo 5 del Mercosur realizada el año pasado, Brasil solicitó volver a analizar un acuerdo regional de reserva de carga.

Desde el primer día que se mencionó dicho programa multilateral, la delegación uruguaya advirtió que no firmará un documento de consenso que tenga las mismas bases del proyecto de 2005. “El argumento de Uruguay es que un acuerdo de ese tenor afectaría las operaciones de los puertos uruguayos que se nutren de transbordos de carga de los diversos países de la región”, expresó Ageitos en el evento mencionado.

Si bien Brasil no indicó cuáles serían las condiciones de este nuevo acuerdo, Argentina en la siguiente reunión sí lo hizo.

Según Ageitos, una de las bases del convenio señala que su ámbito de aplicación será el litoral marítimo de los estados parte del Mercosur y los puertos argentinos y uruguayos del Río de la Plata. “Esto significa que todos los transportes que se realicen entre los puertos de los estados partes deberán hacerse en buques de estos países. Esto seguramente haría que Montevideo pierda su condición de Hub (puerto que mueve cargas de países de la región hacia terceros)”, advirtió la presidenta del Centro de Navegación.

Tal medida significa que las principales navieras no podrían realizar el transporte entre Brasil y Uruguay o entre Argentina y Uruguay. La carga que ingrese en algún puerto de la región proveniente de buques de bandera extranjera deberá reembarcarse en barcos feeder -barcos portacontedores pequeños- para llegar a puertos uruguayos.

“Esto generará costos de movimientos portuarios y fletes adicionales”, explicó Ageitos en la conferencia. Y agregó: “Las inversiones que (hoy) se están realizando en infraestructura y dragado (en el puerto de Montevideo) no tendrán sentido ya que los buques feeder tendrán menor calado”.

De esta forma, Ageitos aludió a las inversiones millonarias realizadas por la Terminal Cuenca del Plata/Katoen Natie para operar una terminal especializada en contenedores y los compromisos de Uruguay con varias compañías de importancia de que el canal de acceso al puerto alcance una profundidad de 14 metros.

Otro punto del proyecto de acuerdo regional señala que no quedará excluido del mismo ningún puerto del Mercosur.

Este artículo, según Ageitos, “es un atentado” contra el tránsito de mercaderías por el puerto de Montevideo “afectando así” los intereses generales del comercio exterior y algunos clientes exportadores de la región, que utilizan la plataforma portuaria uruguaya como salida.

Otro aspecto de la iniciativa sostiene que todas las cargas que se transporten entre los estados parte deben incorporarse al convenio tanto sean de intercambio comercial o que realicen transbordos con destino final extra zona.

A juicio de la presidenta del Centro de Navegación, este punto no solo resguarda aspectos proteccionistas, sino que además afecta la libertad de tránsito con buques de terceras banderas.

El proyecto de acuerdo, impulsado por Argentina y Brasil, también sostiene que deben incluirse en el mismo todas las cargas embarcadas en puertos fluviales con destino a puertos marítimos y viceversa. “Este punto tiene por objetivo afectar directamente las cargas que se transportan por la Hidrovía y que llegan a puertos uruguayos. Esa carga deberá ser transbordada en buques de bandera del Mercosur”, advirtió Ageitos.

El proyecto de acuerdo dará prioridad a las flotas nacionales “en una suerte de proteccionismo y prácticas perimidas” que “ya no se encuentran” en la dinámica mundial del transporte marítimo, dijo.

También sostuvo que otro punto del acuerdo en ciernes expresa que habrá una permanente consulta de los estados parte en la oferta y la demanda de capacidad en bodega. Esta práctica, que puede afectar la libertad de competencia, se dejó de realizar hace mucho tiempo. “Seguramente traerá aparejada una demora en el transporte por la burocracia de cada uno de los países, en un sector que es dinámico”, dijo Ageitos. Y agregó que el acuerdo favorece a un grupo de armadores de los países que integran el Mercosur.

Ageitos concluyó: “Esto iría en contra de la tradición del país e implicaría una amenaza al Puerto de Montevideo, así como también seria un atentado contra el tránsito de mercadería por nuestra principal terminal portuaria”.

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