SEBASTIÁN RÍOS | LA NACIÓN
Una novedosa técnica médica se está aplicando en Argentina. Se trata de la creación de vasos sanguíneos confeccionados "a medida" de las necesidades de cada paciente. Esto se realiza mediante lo que se conoce como ingeniería de tejidos: primero se extraen algunas células, luego se realiza su cultivo en el laboratorio y finalmente se obtiene el tejido completo para hacer una nueva arteria. Se aplica sobre todo en personas con la circulación muy deteriorada por diabetes o tabaquismo, así como en quienes llevan muchos años en diálisis. Estos avances serán presentados en el 29° Congreso Mundial de Medicina Interna que tendrá lugar en la ciudad de Buenos Aires en septiembre.
Arterias y venas a medida de las necesidades de cada paciente, creadas a partir de sus propias células, ya son una realidad que poco a poco va expandiendo sus aplicaciones y que está muy cerca de salir de los protocolos de investigación para ingresar en la práctica cotidiana.
"En el país son más de diez los pacientes en los que hemos implantado vasos creados a partir de sus células", contó a La Nación el doctor Luis M. de la Fuente, director de cardiología intervencionista del Instituto Argentino de Diagnóstico y Tratamiento y de la Clínica y Maternidad Suizo Argentina. De la Fuente integra el equipo internacional que lleva adelante los estudios clínicos con estos implantes.
La técnica que convierte células en vasos sanguíneos ya ha sido aplicada también en Polonia y en Eslovaquia (y pronto comenzará a ser utilizada en Alemania), por lo que el número total de pacientes tratados sería sensiblemente mayor.
Ese dato, agregó De la Fuente, "es confidencial, porque forma parte de un protocolo cuyos resultados no han sido publicados". Esa información será presentada en el marco del 29° Congreso Mundial de Medicina Interna, que se realizará del 16 al 20 de septiembre en la ciudad de Buenos Aires.
Hasta hoy, las venas y arterias creadas mediante modernas técnicas de ingeniería de tejidos han sido aplicadas en pacientes con insuficiencia renal, que carecen de venas viables que les permitan recibir el tratamiento de diálisis necesario para suplir el funcionamiento deficiente de sus riñones, y en pacientes que sufren problemas de circulación sanguínea en las piernas, como resultado de enfermedades que dañan esos vasos, como la diabetes.
"Contamos ya con la aprobación de la Anmat y del Incucai para utilizar esta técnica en pacientes con afección en las arterias coronarias", agregó el doctor De la Fuente, profesor visitante de la Universidad de Stanford, Estados Unidos.
Ingeniería de tejidos. Crear vasos sanguíneos a medida es posible gracias a la llamada ingeniería de tejidos. "Ésta constituye un novedoso avance de la ciencia, que permite la extracción de células de un paciente, su cultivo y la creación de un tejido en el laboratorio", explicaron los doctores Roberto Reussi y Hugo Sprinsky, presidente y secretario científico, respectivamente, del 29° Congreso Mundial de Medicina Interna.
Una de las principales ventajas que presentan los tejidos, elaborados mediante técnicas de ingeniería de tejidos a partir de las propias células del paciente, es que no suscitan rechazo por parte de las defensas del organismo. "La técnica consiste en extraer un pedacito de piel y de vena del dorso de la mano, que luego se somete a técnicas de cultivo de tejidos, explicó De la Fuente. Al cabo de unos seis meses contamos con una plancha de tejido del tamaño de una mesa pequeña, de la que se extrae una porción que se envuelve sobre un tutor del diámetro de la arteria que se quiere obtener". En teoría, agregó el cardiólogo, "si uno se lo propone, podría obtener una aorta", que es la gran arteria que nace del corazón y que conduce la sangre que éste bombea. La experiencia clínica inicial con estas "neoarterias" fue publicada el año pasado en la prestigiosa revista médica The New England Journal of Medicine, y daba cuenta del uso de estos implantes en pacientes renales. En ellos, las arterias artificiales fueron colocadas en los brazos, en reemplazo de los vasos dañados por su periódica conexión a las máquinas de diálisis.
En quiénes se aplica
Una de las indicaciones más claras para implantar estos vasos sanguíneos "artificiales" son las personas que se han sometido a diálisis durante largos períodos de tiempo. En ellos es frecuente que sus venas y arterias se deterioren, dificultando la continuación del tratamiento.
También se aplican en miembros inferiores con una circulación muy deteriorada a causa de la diabetes, el cigarrillo u otras afecciones que causan problemas de falta de sangre en las piernas.
En reemplazo de arterias coronarias obstruidas es una perspectiva cada vez más cercana, al igual que la posibilidad de crear vasos sanguíneos a medida para corregir malformaciones congénitas arteriales.
"Este campo de investigación es muy promisorio, y se encuentra en incesante expansión y crecimiento", dijeron los doctores argentinos Reussi y Sprinsky.