"Vivimos disponibles a salir hacia las misiones"

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Médicos sin fronteras

Con motivo de la presentación de la película Viviendo en emergencia: historias de médicos sin fronteras de Mark Hopkins, los doctores Luis Paiz Bekker (director de la oficina regional de la organización en Buenos Aires) y la trabajadora humanitaria Verónica Nicola pasaron por Montevideo para participar de la proyección del pasado jueves e intervenir en un debate sobre las recientes experiencias de trabajo en países como Afganistán, Irán, Zimbabwe, Liberia y Colombia. Además se habló de los recientes terremotos en Haití y Chile, una de las actividades en las que Médicos sin Fronteras generó mayor despliegue de equipos de asistencia humanitaria.

Sebastián Auyanet

-¿En cuántos países del mundo está operando Médicos sin Fronteras hoy?

-(Paiz Bekker) Trabajamos en más de 65 países. La película se centra en Liberia y en la República Democrática del Congo, los lugares que aparecen en la película permiten mostrar una buena parte del trabajo que hacemos allí.

-¿Cuál es el criterio para operar en un área determinada?

-(Nicola) Básicamente, en Haití tuvimos más presencia que en Chile ya que ese país tenía chances de llegar con más facilidades a atacar el problema. Hoy por hoy tenemos actividades y misiones fijas en África, que es un continente en el que estamos operando permanentemente y en el que muchas veces, las circunstancias cambian. Te puede pasar que llegás por un conflicto armado y una vez que estás ahí surge un brote de cólera al que tenés que hacer frente de inmediato y al mismo tiempo.

-¿De qué forma se responde a cada evento?

- (Paiz Bekker) Generalmente intentamos estar en unas 24 o 48 horas en el lugar. Ha sucedido con frecuencia que llamamos a los médicos disponibles para que en un par de horas salgan hacia los lugares donde se los necesita. Eso se hace a través de una oficina principal que está destacada en Buenos Aires. Se tiene que coordinar con mucha rapidez porque actuamos en situaciones de verdaderas crisis humanitarias, donde la gente está realmente superada por las situaciones.

- (Nicola) Esa es otra de las ventajas que hoy tiene Médicos sin Fronteras: la capacidad de respuesta. Hoy por hoy, al llegar a un país para atender una problemática en particular, digamos una epidemia de cólera, al llegar ya tenés tu kit de pelea contra el cólera para que puedas trabajar. Luego los equipos se arman con un coordinador que arma un equipo de trabajo. La gente destacada en el país, o sea los locales, son de gran ayuda para implementar esa reactividad a la situación junto con quienes llegan del exterior.

- ¿Cómo se manejó la situación de Haití?

- (Paiz Bekker) Se respondió con mucha velocidad. Comenzamos a convocar médicos a las pocas horas de conocidas las causas del terremoto y al otro día comenzaron a llegar los primeros equipos. En Chile el terremoto fue a la madrugada y a las seis de la tarde llegaba un miembro del equipo de logística con un médico para evaluar la situación. Desde Buenos Aires se empezó a coordinar la ida hacia Haití con seis personas: el día del terremoto volaron cuatro y al día siguiente otras dos.

-¿Y cómo se trabaja en casos donde hay un peligro real para los médicos del equipo?

-(Paiz Bekker) Bueno, desafortunadamente hemos tenido algunos casos de secuestros que, afortunadamente, han sido resueltos con gran celeridad. Aun así, siempre se hace una evaluación con un equipo especial de seguridad. Decimos que muchas veces trabajamos en áreas de "riesgo controlado". Nunca se puede trabajar con el equipo en situaciones de alto riesgo, y muchas veces hemos tenido que evacuar equipos en zonas de conflicto. Aun así, y a pesar de la planificación, todos los que trabajamos aquí sabemos que lo hacemos en situaciones de riesgo.

-(Nicola) Comparando la cantidad de actividades con la de hechos aislados donde sucedieron este tipo de cosas, igual tendríamos que decir que la relación es muy pequeña. Se dan con poca frecuencia este tipo de situaciones.

-¿Cómo se puede vincular el trabajo que tiene un integrante de Médicos sin Fronteras en su país y el que tiene que hacer para la fundación?

-(Paiz Bekker) Digamos que hay dos opciones. Una es la de por ejemplo un cirujano, que en 48 horas puede estar disponible para trasladarse por alguna emergencia, y otra es dedicarse por completo a trabajar para Médicos sin Fronteras. Esto es lo que hace la gran mayoría de los médicos que están con nosotros. Aquí se trabaja siempre en misiones, entonces una vez que está cumplido un trabajo en algún sitio te pueden llamar para salir para otro. Vivimos disponibles a salir hacia las misiones. Por supuesto que hay una retribución por estar trabajando con nosotros. Hay también una cierta flexibilidad que facilita moverse entre diferentes posiciones muy interesantes que se van dando conforme se gana más experiencia en la organización.

-¿Cuáles son las posiciones a las que se puede aspirar?

-(Paiz Bekker) Pasado un tiempo dentro de la organización se puede llegar a ser coordinador general, luego coordinadores de proyecto en cada país, que puede tener que ver con la coordinación médica o la gerencia financiera. Como te imaginarás, la sección de recursos humanos es muy grande, luego se puede ser desde logista hasta chofer o técnico de apoyo, según el proyecto.

-(Nicola) Otros puestos como laboratoristas que capaciten a los grupos según un área o una problemática que tengan que cubrir también son útiles. También siempre es fundamental ese grupo nacional que sea cable a tierra de los profesionales que suelen llegar a trabajar allí.

-¿Cuántos uruguayos están hoy integrados a médicos sin fronteras?

-(Paiz Bekker) No lo sé con exactitud pero en realidad, esta visita también es para poder integrar más profesionales uruguayos a Médicos sin Fronteras. Consideramos que aquí puede pasar como ya sucede en países como Argentina o Chile. En el sitio web oficial (www.msf.org.ar) están las bases para inscribirse y subir el currículum de cada médico que quiera integrarse a nosotros. Hay muchas otras áreas a las que se pueden incorporar como recursos humanos y logística.

Dos médicos sin fronteras

Luis Paiz Bekker y verónica nicola

Nombre:

Luis Paiz Bekker

Nacionalidad:

Guatemalteco

Posición:

Director regional de Médicos sin Fronteras

Es diplomado en Medicina Social por la Universidad Autónoma Metropolitana de Xochimilco (México), y ha realizado una Maestría en Medicina Tropical, Salud Pública y Epidemiología en la Escuela de Medicina Tropical de Liverpool, Reino Unido. Lleva 15 años de experiencia en coordinación y gestión del diseño, implementación y evaluación de intervenciones en salud pública y emergencias. La mayor parte de esta experiencia la desarrolló con Médicos Sin Fronteras en regiones como África, Europa del Este y América Latina. Fue jefe de misión y coordinador de proyectos en misiones de MSF en Kenya, Georgia, Guatemala, Colombia, Brasil y México.

Nombre:

Verónica Nicola

Nacionalidad:

Argentina

Posición:

Médica, coordinadora de equipos en campo

Médica argentina que trabaja en terreno para MSF y que ha pasado por zonas como Liberia, Nicola también ha trabajado como coordinadora en situaciones de crisis como el brote de cólera en la ciudad de Beitbridge, ubicada en Zimbabwe. "Para mí lo más du-ro era poder concentrarme en una sola persona", explica sobre ese momento. Allí, Médicos sin Fronteras instaló en tres días un centro de tratamiento de cólera (CTC) con 130 camas especiales para paliar la situación en una zona donde no había ningún recurso para frenar el brote. También ha sido encargada de diversas disertaciones organizadas por la fundación.

En Haití ayuda se demoró décadas

"Estamos peor que hace cuarenta años en materia de crisis humanitarias", señaló Paiz Bekker en diferentes entrevistas dadas este año.

Para Bekker, uno de los motivos que dejan clara esa cuestión es el reciente desastre en Haití. "Mi reflexión personal sobre eso es que uno no puede dejar de sentir indignación. Tenemos diecinueve años trabajando allí. Siempre se ha estado hablando de Haití como un país que está sufriendo una crisis profunda, que requiere de un apoyo muchísimo más grande de la comunidad internacional", señaló al diario Clarín. "A Haití se lo ayuda ahora por el terremoto y porque murieron centenares de miles de personas. Pero es evidente que se pudo haber ayudado mucho antes y se habría evitado que la catástrofe tuviera estas dimensiones (...) Lo que enfrentamos ahora implica un cambio cuantitativo pero también cualitativo acerca de cómo encaramos las crisis y catástrofes humanitarias". Para él la planificación termina siendo una cuestión clave en este tipo de situaciones, algo que en Haití fue difícil de resolver en un primer momento.

Con la gestión de la oficina de Médicos sin Fronteras para la región, lo que se intenta es tener un punto de referencia que permita que desde la zona se aporten más médicos y otros profesionales para trabajar.

Según Paiz Bekker, el perfil de médico para integrarse a la organización es bien claro: "Buscamos médicos y enfermeras reputados por su nivel y alto grado de compromiso con la tarea".

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