¿Por qué? Después de tantas temporadas de humor irreverente y original, el clásico El Show de Video Match parece haberse estancado en una propuesta repetida que dejó de generar risas.
Debilidades. Los mismos sketchs y gags y los mismos recursos de todos los años dejaron de dar el resultado que llevó a picos históricos de rating al programa argentino. Las cámaras ocultas, por ejemplo, una estrategia que desarrolló en todo su potencial, dejaron de ser una guiñada de ojos para los televidentes y se convirtieron, en la mayoría de los casos, en chabacanos vehículos de divulgación de curvas femeninas de la revista porteña.
Fortalezas. Marcelo Tinelli, con todo su imperio a cuestas, aún conserva el estilo particular que lo hizo entrar a miles de hogares casi desde el inicio de su carrera. La producción también es un punto fuerte bien cuidado.