Van tras los "socios" de Omar Clavijo en Uruguay

| El cotejo de huellas dactilares permitió confirmar sin lugar a dudas la identidad del delincuente uruguayo

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Las huellas dactilares llegaron sobre las 11 horas al despacho del director general antidrogas, Julio Guarteche. El cotejo de huellas se consideraba a nivel oficial como un paso formal para confirmar la identidad del narcotraficante más buscado en Uruguay, Omar Clavijo Cedrés, que terminó sus días en manos de los sicarios de un "zar" paraguayo del narcotráfico. Y la confirmación se conoció poco después del mediodía, cuando la Sección Dactiloscopía de Policía Técnica concluyó los chequeos. El hombre ejecutado en Pedro Juan Caballero era Omar Clavijo Cedrés.

Pero la muerte de Clavijo comienza a echar una larga sombra en territorio uruguayo. Los investigadores antidrogas esperan que la desaparición de Clavijo termine por hacer caer a los últimos contactos de una de las redes más grandes de las que vienen operando en el país.

"A nivel local la muerte de este hombre no cambia mucho las cosas, la organización que él lideraba fue totalmente desmantelada, aunque es posible que queden contactos que estamos investigando en este momento", apuntó el inspector mayor Julio Guarteche.

Uno de los aspectos que la Policía uruguaya no ha logrado develar es la identificación de quien operaba como "socio capitalista" de la organización liderada por Clavijo.

Mientras estos extremos se investigan en Uruguay, Interpol busca en Brasil y Argentina a otros tres uruguayos vinculados con el "cartel" paraguayo de la marihuana.

Entre tanto, los restos de Omar Clavijo eran trasladados ayer hasta la capital paraguaya, desde donde serán enviados a sus familiares en Montevideo, que se aprestan hoy a darles sepultura.

UN PERDEDOR. "En el submundo delictivo, los fracasos se pagan con la vida y este parece ser el caso de Clavijo", comentó el ministro del Interior, Guillermo Stirling. El secretario de Estado suscribió la hipótesis manejada tanto por policías paraguayos, como uruguayos en cuanto a las últimas incautaciones efectuadas contra la organización que integraba Clavijo en los dos países.

Los medios de prensa paraguayos señalan al estanciero Magno Ríos, sindicado como uno de los jefes más poderosos en la ciudad de Capitán Bado, como el que dio la orden de eliminación de Clavijo. Este hombre, de quien los periodistas paraguayos sostienen que posee fuertes amistades a nivel político, ha concitado las firmes sospechas de ser el verdadero "zar" de la marihuana en la región.

Fueron las 17 toneladas de marihuana incautadas por las autoridades paraguayas en un predio de la colonia indígena de Campo Flor, muy cerca de la frontera con Brasil, las que fijaron la sentencia del narco.

Este cargamento de cannabis, el mayor confiscado en la región hasta la fecha, se encontraba al cuidado del delincuente uruguayo. De acuerdo con informaciones manejadas por el diario ABC Color, de Asunción, este depósito clandestino pertenecía a Ríos y a otros dos socios, Quela Sánchez y el Polaco.

Luego de la incautación Clavijo huyó hacia la ciudad de Pedro Juan Caballero donde poseía múltiples contactos. Pero fue allí precisamente, en el barrio Bernardino Caballero, donde apareció acribillado por los sicarios. Por el momento las autoridades paraguayas no han logrado identificar a los asesinos.

LOS NEXOS. Un total de 18 personas que pertenecían a la banda de Clavijo se encuentran en prisión en este momento. Entre ellas se encuentra un oficial de la Policía de Salto, quien funcionaba como "servicio de inteligencia" de la organización delictiva.

Sin embargo hay aspectos aún no aclarados en relación con las actividades de la banda de Clavijo. El secuestro del avión bimotor ocurrido en abril pasado en la ciudad de Minas es uno de ellos. Luego que los delincuentes liberaran al piloto de la aeronave, Diego Romero, en territorio brasileño siguieron viaje con la aeronave de la que nada se supo hasta el 16 de junio cuando un operativo montado por la Dirección General de Represión al Tráfico Ilícito de Drogas (DGRTID), con apoyo de la Jefatura de Policía de Paysandú y de efectivos de la Guardia de Coraceros detuvo a la aeronave cuando intentaba aterrizar en un campo del paraje sanducero de Tres Bocas.

Más allá de los resultados de este operativo, que derivó en la incautación de 518 kilos de marihuana y la detención de 26 personas, los investigadores antidrogas tuvieron indicios suficientes como para estimar que Clavijo proyectaba convertirse en el máximo capo del narcotráfico en Uruguay. Los investigadores creen que Clavijo pudo haber contado con un "socio capitalista" para desplazar un cargamento de esas dimensiones. Este es ahora uno de los nexos clave buscado por las autoridades en territorio uruguayo.

Los "cabos sueltos" de la banda

El pasado 1º de abril la avioneta Piper Azteca incautada hace veinte días cuando ingresaba más de media tonelada de marihuana al país, fue secuestrada por tres hombres que liberaron al piloto horas más tarde en Corumbá, Brasil, para continuar viaje con rumbo desconocido. Diego Romero, la víctima, es un veterano piloto y ex integrante de la Fuerza Aérea Uruguaya y actualmente uno de los principales testigos que podrá reconocer a sus secuestradores. Y esta es, precisamente, una de las claves que los investigadores policiales se proponen descubrir.

La nave debía recoger a sus pasajeros en el Aeroclub ubicado en Paso de la Azotea, en Lavalleja. El Piper decoló del aeropuerto de Carrasco a las 7.30 con unos 600 litros de combustible.

En Minas sólo dos personas vieron directamente a los ocupantes de la aeronave: el taxista Leandro Casas y el encargado del Aeroclub, Edmundo Peloche Corriarán. Se trataba de dos hombres de mediana edad y "correctamente vestidos", de acuerdo con el relato de los testigos. Los pasajeros dijeron al taxista que se dirigían al aeroclub, pero previamente debían levantar a otra persona de camino. El tercer integrante de la partida fue recogido ya cerca de la base aérea. A media tarde la esposa del piloto Diego Romero recibió el llamado de su marido. Romero estaba bien y había sido secuestrado por tres hombres que siguieron viaje en la aeronave.

Pocos días después el veterano piloto pudo prestar declaración ante la Justicia y aclarar su situación en relación con el episodio.

Entre el 1º de abril y el 16 de junio se estima que la Piper pudo haber ingresado al país con uno o más cargamentos de droga. Este "cabo suelto" en la investigación que concluyó con el desmantelamiento de la banda de Clavijo podría poner en evidencia a los contactos de la organización que aún restan identificar. Por los pronto, ya existen tres órdenes de captura a nivel internacional contra los que se presume encargados de las operaciones de traslado de embarques.

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