Una muñeca muestra las consecuencias del tabaco

Daniel Goddemeyer es el creador de The Smoke Doll, una muñeca diseñada para mostrar los efectos del consumo de tabaco. La muñeca, empieza a respirar irregularmente, toser y jadear a medida que inhala el humo de un ambiente viciado. Reacciona a las caricias con un respiro calmo y pausado. Goddemeyer no ha sido el único diseñador de estos juguetes destinados a crear conciencia. También la neoyorquina Fiona Carswell inventó "The Smoking Jacket", una cazadora decorada con dos pulmones, que se van oscureciendo, debido a unos sensores que captan el humo exhalado por quien la lleva, ofreciendo una representación de lo que pasa en los pulmones de su dueño.

EL PAIS DE MADRID | ROBERTA BOSCO

"El tabaco perjudica gravemente la salud". Las cajetillas de cigarros se encargan de diseminar por doquier la cacofónica advertencia que persigue sin demasiado éxito al fumador. Despojado del glamour, herencia de la iconografía de los años dorados de Hollywood, cuando fumar era un acto lleno de encanto y misterio y no un atentado contra la salud pública, el tabaco se ha convertido en la causa de todos los males. Toda la humanidad adhiere a favor de la nueva cruzada del siglo XXI, desde los gobiernos hasta diseñadores.

Es el caso del alemán Daniel Goddemeyer (Luebeck, 1975), creador de "The Smoke Doll", una muñeca que pretende mostrar a los niños pequeños los perjuicios de fumar.

Su respiración depende de la cantidad de humo que existe en el ambiente. La muñeca, que reacciona a las caricias del niño con un respiro calmo y pausado, empieza a respirar más rápida e irregularmente, toser y jadear a medida que va inhalando humo. Incluso puede dejar de respirar y para revivirla sólo hay un sistema: el boca boca de un no-fumador, ya que sus sensores reconocen los componentes del aliento intoxicado por el uso del cigarrillo. "La muñeca es útil para los niños y también para los adultos, porque ambos perciben el mensaje, aunque de forma diferente", explica el diseñador, que estrenó la pieza en el Interaction Design Show del Royal College of Art de Londres.

Otros de sus proyectos se centran más en la problemática de las relaciones interpersonales, como los "Sproochs" o los "Fear Buddies", unas mascotas virtuales tipo Tamagotchi, vinculadas a diversas fobias que reconocen sus similares y sirven como "paliativo contra la soledad de la inseguridad".

"Si posees el Fear Buddy del miedo a volar, éste te avisa si hay alguien cerca en las mismas condiciones, sin revelar su identidad. La idea no es conocer gente, sino darte cuenta de que no eres el único", indica Goddemeyer.

También la neoyorquina Fiona Carswell, que utiliza el humor y la ironía en diseños que interactúan con el ser humano y el entorno, está interesada en los efectos del tabaco, aunque su objetivo "es representar visualmente las reacciones de ciertos comportamientos y no influir en la actitud de la gente, para intentar cambiarla".

Para plasmar las repercusiones del tabaquismo creó "The Smoking Jacket", una cazadora decorada con dos pulmones, que se van lentamente oscureciendo, debido a unos sensores que captan el humo exhalado por quien la lleva. "La chaqueta es una especie de alerta interactiva, que ofrece una representación gráfica en tiempo casi real de lo que pasa a los pulmones de su propietario", explica Carswell, que también ha diseñado un bikini al que le aparecen manchas si exageras con la exposición al sol. "Se trata de mensajes claros y directos. Estamos bombardeados con tanta información textual y gráfica, que ya no nos afecta. Quiero ver si una aproximación irónica e interactiva al mismo tiempo, puede impulsar a una toma de conciencia que otros medios no consiguen", añade la artista, que también diseñó una manta patchwork, con retazos vinculados a archivos de audio.

Propuestas creativas

Médicos, presidentes de gobierno, amantes de la vida sana se suman cada día a la cruzada contra el cigarro. También los diseñadores ponen su imaginación al servicio de la salud, aportando una óptica moderna que renueva los gastados clichés antitabaco. El alemán Daniel Goddemeyer y la neoyorkina Fiona Carswell han sacado al mercado productos originales destinados a niños y adultos. El primero inventó una muñeca que fuma en forma pasiva. Fiona dio a luz una chaqueta que recuerda a quien la usa, el daño que el cigarrillo produce en sus pulmones. Su segunda creación apunta a que la gente tenga en cuenta los efectos del sol. Inventó una camisa que se va manchando a medida que avanzan las horas de exposición.

¿Encontraste un error?

Reportar

Te puede interesar