Una leyenda del carnaval volvió y piensa en reavivar el mito Klaper

GUSTAVO TRINIDAD

No es un artista que salió del carnaval: es un artista que pasó por el carnaval. El tablado quedaba de boca abierta cuando cantaba. Se aproximaban sus solos y la gente se acomodaba como si estuviera en un avión pronto a despegar. Fernando Groba (55), alcanzaba el registro de un contratenor y lo hacía en una época en que los coros de parodistas eran tenores. Groba es algo así como un "castrato". "Aunque con las perlas en su lugar", se apura a bromear.

Tiene el registro más alto de una voz femenina aunque proyectada desde una garganta masculina. Ya por los años 1966 y 67 casi como un juego comenzó a imitar voces femeninas. Tina Charles o Gloria Gaynor pasaban por sus cuerdas vocales. Esa experiencia fue fundamental en los posteriores carnavales, fiesta de la cual fue su voz principal cada vez que participó.

"Este año vine a ver carnaval, pero me gustaría volver. En algo estamos pensando. Si vuelvo tiene que ser para romper todo", confiesa Groba y sabe que sus palabras generan expectativa.

otro pozo. Pero no solo impuso nuevas voces en el género. La puesta en escena parodiando a Jesucristo Super Star, en 1977, rompió y expandió los limites del parodismo hasta la actualidad.

Entró al Carnaval para apoyar a un amigo, Buby Benítez que se había peleado con Tucho Orta y desligado de "Los Gabys". Groba y Benítez formaron "Los Klapers". Era el año 1976 y Groba tenía 25 años.

Entre los dos grupos nació una contienda feroz. Durante esa "guerra" y a caballo de los contendores, la categoría comenzó a crear con más libertad.

"La categoría estaba estancada. Anquilosada en una visión muy primitiva de lo popular. Se apoyaban en la cumbia, el merengue, Fernando de Madariaga y otros cantantes melódicos por el estilo. Yo quería introducir elementos de la música negra norteamericana, del jazz. ¿Porqué no?"

Groba fue también una, sino la primera de las mas importantes, incorporaciones al carnaval de personas que no provenían del carnaval. Groba traía consigo influencias de la ópera y había estudiado teatro con Blandamuro y Baldomir.

profesionalismo. Entre otros logros, Klaper’s priorizó el concepto de profesionalismo. "Fuimos los primeros en llevar nuestros propios equipos de amplificación. Teníamos menos tablados por las demoras. No podía arriesgarme con los registros vocales que usaba. Cada actuación era como recoger flores en una cornisa".

Su paso por el carnaval fue una gran pasión. Un enamoramiento que, como la vida, un día terminó. "Sentí que tenía que seguir camino".

Groba le abrió al parodismo nuevos caminos para recorrer y el carnaval lo acercó al arte popular, lo liberó de la rigidez clásica. "El carnaval me dio las alas", dice Groba para explicarlo de alguna manera.

Fue descubierto por Kurt Palen y Ruben Carámbula, dos maestros del Sodre. Lo escucharon cantar durante un ensayo escolar.

Se crió en La Comercial. Estudió lírica cuatro años y fundó el grupo "Los Zafiros", que hacía covers de Los Beatles. Su actuación en los Klaper’s lo hizo famoso, en especial la parodia de Jesucristo Superstar.

Ahora Groba vive en Porto Alegre, es dueño de una boite y recorre todo Brasil junto a un quinteto de cuerdas.