Un ámbito que está sólo reservado para mujeres

| Unas 160 mujeres por semana concurren a los shows de strippers y de café concert de "Subterráneo"

MARÍA EUGENIA LIMA

Solange, protagonizada por el actor Luis Orpi, es quien abre el café concert con show de strippers en "Subterráneo Magallanes". Una voluminosa mujer rubia de vestido verde con collares de perlas, entra a escena y las risas de las 70 mujeres empiezan ni bien la ven. Antes de llegar al escenario, Solange recorre las mesas realizando una especie de sátira de lo que posteriormente harán los strippers: se para detrás de una de las mujeres de una mesa y mueve la pelvis. Después el humorista vestido de mujer se sienta en la falda de otra de las espectadoras mirando hacia ella, la mujer le sigue el juego y pone sus manos en las caderas del cómico.

Recién en ese momento Solange sube al escenario y comienza con el relato de sus cinco matrimonios y cómo se fue separando de cada uno de sus maridos. Ahí es cuando empieza la complicidad entre Orpi y el público. Las mujeres comienzan a sentirse identificadas con las situaciones vividas por Solange y contestan cada pregunta que ella les hace. Hay cientos de chistes en el espectáculo: "Los hombres son como los espermatozoides, de un millón sólo sirve uno". Además de los chistes están los relatos: "Un día fui a una orgía", dice Solange: "¡qué divino!, ¡qué divino!, pero me tocó con mi marido". Inmediatamente comienzan las carcajadas de las mujeres que rodean el pequeño escenario.

Los maridos de Solange son los strippers y de esa manera comienza a presentarlos. Cuenta que estuvo casada tres años con Matute y pregunta al público femenino si lo quiere conocer y todas contestan: sííí!!!! con un grito. En ese momento Solange sale de escena y entra Matute, el sadomasoquista. Hasta ese instante cada grupo de mujeres está en la fiesta con sus amigas en su propia mesa, pero cuando los hombres comienzan a bailar, la complicidad entre las mujeres se hace tan grande que dialogan entre mesa y mesa como si se conocieran de toda la vida.

Uno de los grupos está celebrando una despedida de soltera, la novia está disfrazada, tiene muchas ropas superpuestas, incluso el soutién a la vista. Otras festejan un cumpleaños. Orpi, dueño del boliche, cuenta que también es muy común que las mujeres vayan a Subterráneo a festejar divorcios, separaciones, jubilaciones o algunas que se van del país y se despiden de esta manera. También llegan ómnibus desde el interior sólo para asistir al show y es bastante común la visita de extranjeras como brasileñas, argentinas e incluso europeas que quedan muy impresionadas por la combinación entre el humor y la sensualidad que brinda el espectáculo.

Zorro, abogado. Cuando el número de mujeres no supera los 80, los bailarines que actúan son cinco: "Matute", el sadomasoquista, con indumentaria de cuero negro muy ajustada, tachas y cadenas, el "Zorro" con su capa negra y espada, el abogado con traje y maletín, José "El Guerrero" con un vestuario camuflado y un cuchillo al mejor estilo "Rambo" y "El Monje" con una capa negra, una cruz blanca en la espalda y una antorcha.

Si las espectadoras son más de 80 -a veces el lugar tiene 160 clientas- actúan seis strippers. Cada uno tiene su estilo, algunos son más sensuales que otros. Bailan la música que ellos eligen y por eso llevan su propio CD. Los ritmos musicales son muy diversos, desde melodías, rock, marchas, reggeton e incluso cumbia; sólo "El Monje" utiliza el tema de "Nueve Semanas y Media", característico de los stripptease. El sadomasoquista reconoce que no a todas las mujeres le gusta su estilo por lo agresivo; Matute dice que nota si la mujer tiene miedo por su cara y en estos casos no se acerca. Durante todo el show tiene una máscara de cuero que le cubre la cara, golpea el piso de madera con cadenas, trepa columnas y se desviste sobre el escenario. Todos se quitan las prendas sobre el rectángulo de tres por dos metros, pero ninguno llega al desnudo total. Los cinco recorren las mesas y hacen participar a aquellas mujeres que estén dispuestas. El sadomasoquista y el "Zorro" presentan un espectáculocon un mayor contacto con las presentes. Mientras el abogado, el "Guerrero" y el "Monje" son más sensuales y románticos y utilizan música melódica. El "Guerrero" juega mucho con lo visual. En una parte de su show, hace subir al escenario a una de las espectadoras y le pide que se siente en una silla, se pone detrás de ella y muestra una flor blanca que pasa sobre el cuello y el escote de la elegida. Las demás en la mesa sacan fotos y gritan. La flor termina en el escote de la mujer. Después el "Guerrero" se pone delante de ella y cubre la cabeza de los dos con una manta negra, nadie sabe qué está pasando debajo de la tela, pero todas intentan imaginárselo. Un minuto después el stripper saca la manta y la flor que estaba en el escote pasó a la boca de la mujer.

testimonios. Luján, 33 años, Rosario, 33 años e Inés de 24 están viendo el show. Mientras salen a fumar, cuentan que les gusta ir a Subterráneo para salir de la rutina.

Luján y Rosario son casadas y dicen que sus maridos les dicen que se diviertan. Es la quinta vez que Rosario visita el lugar y cuenta que su marido no es celoso. Sostiene que le hace bien a la pareja vivir cosas diferentes.

Orpi sostiene que nunca en los 15 años de existencia de Subterráneo ha habido un episodio de violencia por ninguna razón, ni por novios o maridos celosos. En el lugar no hay seguridad. Cada stripper realiza el show y se va. El personal está conformado por dos barman, una mujer, que también está en la barra y un mozo.

Datos

"Subterráneo Magallanes" queda en Gonzalo Ramírez 1701.

Las reservas se realizan por el teléfono: 419 10 75.

Horario: Todos los días de 8 a 24 horas. Viernes y sábados a partir de 22.30 a 3.15 horas. Participan entre cinco y seis strippers por noche.

La entrada cuesta $ 200 y además del show de café concert y desnudo las espectadoras reciben un trago y canilla libre de pizzetas.

"La sociedad prejuzga a strippers"

Gabriel tiene 28 años y hace ocho que es stripper. Empezó a realizar este tipo de show en Brasil y después volvió a Uruguay donde trabaja en "Subterráneo Magallanes" desde hace cinco años. Antes de llegar al boliche para meterse en el personaje del abogado, Gabriel trabaja 15 horas diarias en su gimnasio de lunes a viernes y entrena para participar en un campeonato clasificatorio para el mundial de fisico culturismo en Turquía. En Subterráneo conoció a su novia cuando cinco años atrás ella fue a festejar la despedida de soltera de su hermana. El bailarín dice que ella no es celosa y que decidió trabajar de stripper, entre otras cosas, porque le sube el ego el hecho de seducir a más de 70 mujeres de una sola vez.

Matute, de 33 años, baila como desde hace cinco años. También trabaja en otra cosa pero prefirió no mencionar dónde. Gabriel y Matute consideran que existen muchos prejuicios sobre los strippers, dicen que no pueden decir libremente que se dedican a bailar desnudos para mujeres porque enseguida piensan que son homosexuales, analfabetos y drogadictos. Estiman que podría haber algunos, pero sostienen que es como en toda actividad laboral donde puede encontrarse todo tipo de personas.

Ambos admitieron que hay mujeres que además del show buscan sexo y les ofrecen verse después del espectáculo. Gabriel señala que pudo haber aceptado algunas de las propuestas. Matute dice que sólo hace el show.

Orpi cuenta que una vez una brasilera le pidió para irse con uno de los strippers y él lo negó. Ella se fue muy enojada.

Estilos

Los cinco strippers tienen estilos diferentes. Realizan el desnudo incluso con cumbia

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