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Uruguayo confinado en Shanghái: "El miedo no es el virus, son los centros de cuarentena masivos"

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Colocan barreras para cerrar las calles alrededor de un barrio de  Shanghái  luego de la detección de nuevos casos de Covid-19. Foto: AFP

CORONAVIRUS EN CHINA

"Primero nos dijeron que nos iban a encerrar por cuatro días, nos preparamos para eso y hace 12 que no salimos”, contó un uruguayo radicado hace ocho años en la ciudad más rica de China.

Gabriel Muñiz es uruguayo y está radicado en Shanghái desde hace ocho años y hace 12 días que está confinado a causa del rebrote del coronavirus. La ciudad más rica de China y hogar de 26 millones de personas, continúa su estricto confinamiento por la política de "cero covid" y la polémica se ha extendido en los últimos días. 

En entrevista con En Perspectiva (Radiomundo), Muñiz contó este martes que hace 12 días no puede moverse libremente en Shanghai; está sin trabajo producto de los cierres, tuvo complicaciones para obtener comida y habló de su "miedo principal", que son los "centros de cuarentena masivos".

Si bien asegura que es "súper difícil explicar" la situación que se vive en la ciudad por las diferentes situaciones que enfrentan los millones de habitantes de Shanghái, confesó que esta medida los tomó por sorpresa.

"Hace dos años que no hay ninguna medida. Estábamos viviendo una vida normal, sin ninguna restricción en la ciudad", hasta que se dispuso el confinamiento. "Primero nos dijeron que nos iban a encerrar por cuatro días, nos preparamos para eso y hace 12 que no salimos”, graficó.

El cierre fue gradual. "Había un caso en un shopping y lo cerraban; había un caso en un restaurante lo cerraban. Después, como no funcionó muy bien ese sistema dijeron para cerrar la ciudad en dos mitades. Primero la mitad Pudong y después Puxi", contó.

En su caso, lleva una vida "un poco más tranquila" porque puede tomar sol y caminar, pero asegura que "en otros lugares no es así".

Un problema que se generó en los últimos días es que hubo "falta de comida" porque los habitantes previeron la alimentación para cuatro días, pero luego se extendió la medida. "Eso fue un problema gravísimo de logística y planificación", afirmó.

"Cada edificio se va organizando para comprar comida entre todos", pero varía según la zona por la cantidad de población en una ciudad de millones de personas. Además, "al principio la comida no llegaba" y "tenías que bancarte con lo que tenías". "La incertidumbre y locura fue ahí. Esos primeros días fueron una locura. La gente se volvió loca", contó.

"Todo el mundo pide delivery, pero estaba todo cerrado, las aplicaciones que era la manera de pedir comida estaban saturadas, los comercios también cerrados y la gente que hacía los traslados también estaban encerrados. Todavía están, así que el fue principal problema del principio que duró como 10 días", contó.

De todos modos, Muñiz dijo que luego la comida "empezó a llegar y se hace un poco más fácil" la situación.

El uruguayo trabaja en un restaurante que ahora está cerrado por las medidas que se dispusieron. "Ni siquiera se puede hacer delivery, así que estoy totalmente cero trabajo", lamentó. Su esposa sí trabaja, a distancia, por su profesión de diseñadora.

Sobre cuál es su percepción de cómo viven los locales la situación, valoró que "la gente está bastante cansada" y puntualizó que este tipo de confinamiento estricto es "la primera vez" que sucede en Shanghái.

Mirando a los próximos días, el uruguayo dijo que "están anunciando que si hay un lugar que esté 14 días sin ningún caso positivo van a empezar a abrir". Pero esta noticia, al menos por ahora, no lo tranquiliza para nada y explicó el miedo que tiene él y otros extranjeros con los que mantiene contacto en la ciudad china.

El "miedo principal"

"El miedo principal no es el virus ni nada, es que te lleven a estos centros de cuarentenas masivos que son una locura. No sé, 50.000 camas... O sea, yo no lo tengo miedo a contagiarme, tengo miedo que me lleven a un centro de esos", confesó Muñiz.

"Si sos positivo, seas asintomático o no, te llevan a distintos lugares. Si sos asintomático te llevan a un centro con camas, baños y tenés que pasar 14 días, y si estás enfermo a otro lado", agregó en ese sentido.

Muñiz remarcó: "Es horrible. Te llevan ahí, todos amontonados, es espantoso. Ese es el miedo más grande que, por lo menos, yo tengo. Por lo menos los extranjeros estábamos todos con la misma, con miedo a eso".

AFP informa este miércoles que la sensación de Muñiz no es un caso particular. Da cuenta del pavor de residentes ante la posibilidad de acabar en centros de aislamiento en los que la higiene brilla por su ausencia.

El goteo de infecciones sigue en ascenso en Shanghái con 1.189 positivos y más de 20.000 contagios asintomáticos -Pekín no los computa como casos confirmados a menos que manifiesten síntomas- contabilizados hoy por los 994 de ayer y los 1.006 del lunes.

Para hacer frente al mayor brote registrado en China -con más de 20.000 casos activos y más de 200.000 asintomáticos repartidos en varias provincias- desde que comenzó la pandemia, las autoridades han aplicado fuertes restricciones a la movilidad, activado confinamientos de ciudades enteras como en el caso de Shanghái, mientras las fronteras están cerradas al exterior.

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