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Rugby, el deporte que se vuelve un camino para poder rehabilitar reclusos

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Reclusos jugando al rugby. Foto: Francisco Flores.
Practica de rugby de presos de la Carcel de Punta Rieles en Montevideo, Programa del reinsercion de personas privadas de libertad promoviendo los valores del deporte, la integracion y el respeto, de la Union de Rugby del Uruguay y el ministerio del Interior, ND 20220428, foto Francisco Flores - Archivo El Pais
Francisco Flores/Archivo El Pais

“NOS OLVIDAMOS DE TODO”

En 2016 se implementó este deporte en cárceles como herramienta para reinsertar presos

Reclusos jugando al rugby. Foto: Francisco Flores.

Mientras esperan a que el reloj marque las 13:00 horas, algunos internos están dentro de la celda pensando jugadas, movimientos o incluso formulando preguntas en su cabeza para luego poder comentarlas con los entrenadores. Otros, esperan con mucha ansiedad el momento de poder salir del módulo, de correr en el pasto, de respirar aire fresco y, por unas horas, escapar de la realidad de encierro.

En el camino hacia la cancha, se nota como la energía está a tope entre los internos: bromean los unos con los otros, hablan fuerte y se ríen, se dan palmadas en la espalda y algunos trotan hacia la cancha. Un grupo de reclusos conversan sobre la trágica noticia del padre que asesinó a sus dos hijos de ocho y nueve años el martes pasado y una operadora comenta a El País que este hecho generó mucha conmoción entre los privados de libertad.

El equipo “Los Titanes de Punta de Rieles” se reúne en una ronda en el medio de la cancha y uno de los entrenadores, Diego Ardao (26), da comienzo a la práctica: “Como siempre les decimos, el rugby es un deporte y al mismo tiempo es un juego, pero la única forma de divertirse es si entrenan duro a la par de los que están entrenando hace tiempo. Por más de que se cansen, se golpeen o sientan que no les salen las cosas, a fin de cuentas lo van a disfrutar muchísimo, se los prometo”.

La Unidad Nº 1 de Punta de Rieles tiene 1.732 internos, de los cuales un promedio de entre 30 y 60 hombres participan de los entrenamientos de rugby. Este deporte, al igual que fútbol y boxeo, se comenzó a desarrollar en esta cárcel hace cuatro años y la iniciativa de llevar el rugby a las cárceles surge a partir de un convenio entre el Ministerio del Interior y la Unión de Rugby del Uruguay (URU) firmado en 2016.

La subdirectora técnica de la unidad carcelaria, Alejandra Otanha, explica a El País que reclusos de todos los módulos integran el equipo y son personas que han cometido toda clase de ilícitos dado que en esta instancia “no se mira a la persona por el delito sino por el esfuerzo y la buena conducta”.

Entre pase y pase, hay tres internos que motivan al resto de sus compañeros y los alientan con comentarios como “¡vamo arriba muchachos!” o “¡dale que sale!”. Pero los entrenadores se ponen duros: a quien se le caiga la pelota deberá hacer diez flexiones. Cada cosa que sale mal durante la práctica o si alguien no quiere cooperar, son los mismos presos quienes se corrigen mutuamente e insisten en que todo el equipo vaya hacia el mismo objetivo, sobre todo quien más los incentiva en este sentido es su capitán. Cristian (32) se unió al equipo hace un año. Lo nombraron capitán para el campeonato intercarcelario en donde participaron los equipos de Las Rosas de Maldonado y del Comcar. Siempre le gustó el deporte, pero nunca se imaginó que el rugby fuera la actividad que le diera un sentido a toda su estadía en la cárcel. “Este espacio significa el 90% de estar acá”, dice. Y agrega: “En las prácticas nos olvidamos de todo”.

El ex primer Ministro de Reino Unido, Winston Churchill, describió el rugby como un juego de bárbaros jugado por caballeros. Y es que quien presencia por primera vez este deporte -de origen británico-, seguramente le llamen la atención los fuertes golpes entre los jugadores, sobre todo por los “tackles” (derribar al contrario) o durante el “scrum” (disputa física por la posesión de la pelota). Pero también este deporte tiene un componente de juego en equipo, unidad, disciplina y respeto que sobresalen. Y estos valores, tal como sostienen los entrenadores, realmente hacen la diferencia para que las personas privadas de libertad salgan adelante. “Noto que práctica a práctica hay un cambio en el compromiso, hay muchos que llegan sin ganas y con el correr del tiempo se dan cuenta de que es algo divertido, desestresante y van generando un grupo”, dice Mathias Palomeque (35), uno de los entrenadores.

Encuentro intercarcelario

Lacalle Pou en partido de rugby

El presidente de la República, Luis Lacalle Pou, participó en un encuentro de rugby en el Campus de Maldonado el martes pasado, disputado entre el equipo argentino “Los Espartanos”, compuesto por personas que estuvieron privadas de libertad, y el equipo “Fénix” de la Unidad Nº 13, Las Rosas.

“Nosotros le decimos sí a las segundas oportunidades”: ese es el lema de la Fundación Espartanos que nació como un equipo de rugby de la Unidad Penitenciaria Nº 48 de máxima seguridad en Buenos Aires.

Actualmente desarrolló varios programas que apuntan a la reinserción social de las personas que estuvieron privadas de libertad bajo cuatro pilares: educación, rugby, espiritualidad e inserción laboral.

Este movimiento, que se extendió por toda la Argentina, fue el que inspiró a que la Unión de Rugby del Uruguay y otros organismos también impulsaran este deporte en las cárceles de nuestro país.

Los Espartanos, junto con INISA y la fundación Halcones realizaron un encuentro en Colonia Berro ayer de mañana en el que participaron 47 jóvenes.

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