EN MELO
Fiel seguidora del presidente desde pequeña, cumplió su sueño de bailar el vals con él en ese día especial.
El sábado fue un día feliz para Guadalupe. Entró vestida de blanco, radiante y con una sonrisa de oreja a oreja al salón de fiestas que lucía arreglado para su noche especial. Allí estaban sus familiares, amigos, vecinos y un invitado muy especial: el presidente de la República, Luis Lacalle Pou, la esperaba para saltar a la pista y bailar juntos el vals.
La joven, que tiene síndome de down, acompaña a Lacalle Pou desde pequeña en cada oportunidad que este viaja a su ciudad, tal como consignó el periodista melense Rodrigo Sosa Farias, quien compartió en su cuenta de Twitter algunas postales de ese día especial.
Nada en la vida le ha impedido seguir la pista de su "amigo Luis": "Cada día ve las noticias y cuando aparece el presidente se para a escuchar la noticia. Y en las ocasiones especiales, al momento del brindis, Lupe toma la iniciativa y brinda por Luis", contó a El País Claudia Méndez, la madre de Lupe.
"Mi hija tiene adoración por el presidente y lo sigue desde los cuatro años, cuando lo conoció. Tiene un vínculo de gran afecto. El presidente tiene una calidad humana muy importante y se han mantenido en contacto con ella", detalló.


Cuando le dijeron a Lupe que le iban a celebrar su cumpleaños número 15, tuvo un sueño por cumplir más que definido: invitar al presidente.
Lacalle Pou visitó Melo en Carnaval y la joven le hizo saber por aquel entonces que lo quería invitar. En setiembre, cuando se repartieron las invitaciones, la joven le envió una al mandatario una muy especial y él le respondió que haría todo lo posible por asistir.
Y llegó el gran día. Este sábado Lupe se sacó unas fotos en el hotel y salió rumbo al local de fiestas, "en una cachila antigua como la de Luis", dijo su madre. Al ingresar al lugar con sus amigas, saludó a los allí presentes y entre la multitud estaba Lacalle Pou. El mandatario se había hecho un lugar en la agenda y estaba parado, esperándola para darle un abrazo, bailar juntos el vals y luego sentarse a charlar.
"Él era uno más, bailó el vals con ella, saludó a todo el mundo, y cuando fue la cena se sentó a comer con ella y después se retiró. Era el sueño de ella, está hiper feliz", contó la madre de Lupe.
"Ella no ha podido dormir, tiene tantas emociones que mira el video y se ríe y para ella Luis es su amigo y estuvo ahí", agregó.



La vida para Lupe seguirá como cada día: con sus amigos en el liceo, disfrutando de lo que aprende y compartiendo su don especial: la fotografía.
Y es que, además de seguir en cada campaña a Luis Lacalle Pou y escuchar atentamente sus discursos, Lupe encontró en la cámara su forma de expresarse. Ha fotografiado al presidente desde 2014 e incluso expuso en la casa del Partido Nacional, contó su madre.


