Redacción El País
La encefalopatía TDP-43 con predominio límbico asociada a la edad, conocida como LATE, por sus siglas en inglés, es un tipo de demencia que se descubrió en 2019. Su diagnóstico puede confundirse con el Alzheimer, y por eso supone un desafío para los expertos en la materia.
Este trastorno neurodegenerativo identificado hace unos cinco años es seguido de cerca en Estados Unidos -entre otros países- por su mayor incidencia en pacientes adultos, e investigadores comenzaron ya el ensayo clínico de un tratamiento contra la enfermedad (ver aparte).
El País consultó sobre el LATE a Alicia Silveira directora del Departamento de Neuropsicología del Hospital de Clínicas (Udelar); Alejandro López, investigador del Departamento de Neurociencia y Aprendizaje de la Universidad Católica del Uruguay, y al neurólogo clínico Abayubá Perna, que fue profesor agregado de la Cátedra de Neurología de Udelar durante dos décadas.
Los expertos marcaron que los estudios indican que LATE se manifiesta en los adultos mayores a 80 años. Esto ya supone una distancia frente al Alzheimer -la demencia más estudiada y extendida- que se suele manifestar en personas de 65 años en adelante.
La falla de la memoria es central en el Alzheimer, pero es característica en los casos de LATE. Ambos trastornos tienen su ubicación neuroanatómica en el sistema límbico de inicio, en la región del cerebro que afecta a la consolidación de las memorias, sobre todo las recientes.
En LATE se observa una falla de memoria reciente, que además avanza lentamente, mientras que en Alzheimer suele avanzar a una afectación mayor, de orientación temporal y espacial, en el lenguaje o no reconocer a familiares o cercanos. No obstante, si bien el síntoma puede resultar parecido, hay diferencias en el tipo de proteína que causa la enfermedad.
Mientras el Alzheimer supone la acumulación anormal de las proteínas amiloide y tau en el cerebro, en LATE hay una agrupación de la proteína TDP-43. Este hallazgo científico si bien es un avance que permite buscar tratamientos médicos específicos, complejiza su diagnóstico ya que el amiloide y tau se pueden detectar por biomarcadores, pero no la proteína TDP-43.
Los expertos marcaron que si mide el impacto de LATE en estado puro, con la evidencia hasta la fecha, resulta menos grave que el Alzheimer, sobre todo su alcance y avance entre un trastorno y otro. El paciente solo con LATE tendría una evolución más benigna ya que habría una manifestación amnésica, pero no de personalidad, como con en el Alzheimer.
No obstante, la afectación en cada paciente es compleja de analizar, ya que se ha visto una frecuente asociación de trastornos neurodegenerativos. En estudios de anatomía patológica de bancos de cerebros se ha visto que quienes presentan, por ejemplo, Alzheimer y LATE, tuvieron una evolución peor.
Pero llegar al diagnóstico no es sencillo. Si el paciente es añoso, su queja cognitiva amnésica se ha mantenido estable, hay una atrofia del hipocampo -zona de formación de memoria- y se descartan los biomarcadores de Alzheimer, ahí se pueden inclinar a un caso de LATE, dijeron.
Los expertos consultados coincidieron que es difícil plantear si hubo una suba de diagnósticos de LATE a nivel local. No obstante, Silveira dijo que este año se planteó si no estaba ante tres casos de LATE, algo que antes no ocurría. En tanto, la demencia más común es aún el Alzheimer.
El Ministerio de Salud Pública (MSP) informó que en Uruguay se estima que unas 50.000 personas viven con Alzheimer y se prevé que la cifra suba a 112.000 hacia 2050, en un escenario de descenso poblacional.
Como sea, el cuadro clínico o paraclínico que se logre determinar, el escenario es complejo ya que para las demencias en general no hay cura, sino que existen varios tratamientos para enlentecer el deterioro cognitivo.
Más casos en EE.UU. y un ensayo para tratamiento
El diario The New York Times publicó días atrás que cada vez se diagnostican más casos de LATE en Estados Unidos. Según una investigación de ese país, se estima que el trastorno afecta a un tercio de los mayores de 85 años y al 10% de las mayores de 65. La Universidad de Kentucky inició un ensayo clínico de tratamiento para LATE con el uso de nicorandil, un fármaco usado para tratar angina de pecho, que finalizaría en 2026.