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La familia Muto y el oficio de vestir a los presidentes uruguayos

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La casa Muto la fundó su padre Gabriel hace más de 40 años. Hoy la dirige Luis junto a su hermano Pablo. Foto: Archivo El País

LA SASTRERÍA DE LOS MANDATARIOS

Es casi un arte: los hermanos Luis y Pablo Muto han trabajado con las principales figuras de la política uruguaya.

Es daltónico. Pero eso no lo inhibe de buscar en todo momento cuidar su imagen. No solo en lo físico, con ejercicio y una dieta estricta, también en la ropa. La vestimenta es importante en el día a día de Luis Lacalle Pou. Tanto en lo informal como en lo formal. Y allí es que el presidente electo ha elegido mayoritariamente a la sastrería de los Muto.

La empresa que fundó Gabriel Muto hace más de 40 años, y que hoy dirigen sus hijos Luis y Pablo, ha tenido el privilegio de vestir a las principales figuras del sistema político uruguayo, así como a deportistas y artistas que salieron a representar a Uruguay en destacadas galas por distintas partes del mundo.

La vestimenta es un punto clave en la vida en general, está claro. Más aún de los políticos, donde la imagen es central. “El vestuario, como la fachada de una casa, es lo primero que vemos antes de conocer el interior”, es una de las frases que suele citar Gabriel Muto.

Para su hijo Luis, quien junto a su hermano asumió el trabajo de continuar con la tradición que lleva tres generaciones, el trabajo del sastre con el cliente es vital. A tal punto que buscan cuidar la privacidad de su público casi como la de un psicólogo con su paciente.

Los presidenciables pasan y nosotros quedamos. Por eso, tenemos que tener mucha precaución de cómo se habla de los demás. El probador de un sastre, más que una sastrería, pasa a ser un confesionario. Se habla de todo. El valor nuestro es que la persona tenga la tranquilidad de que su privacidad va a ser respetada”, dice Luis Muto en una charla con El País.

En esta campaña electoral los dos candidatos que disputaron el balotaje en noviembre, Daniel Martínez y Lacalle Pou, eligieron a los Muto para vestirse los días que les tocó debatir; una instancia que en Uruguay no se daba desde 1994.

“Para nosotros es un honor ser distinguidos para un momento tan importante del país, como de la persona en sí. Obviamente que lo es. La característica de un debate va dentro de las cosas tradicionales. Para nosotros es un orgullo que te distingan de esta forma”, afirma Muto.

Luis Lacalle Pou y Daniel Martínez en el debate previo al balotaje. Foto: Fernando Ponzetto
Los dos contendientes del debate presidencial eligieron a Muto para su vestimenta. Foto: Fernando Ponzetto.

En una entrevista con el suplemento El Empresario de El País, recordó que no solo el estudio se encargó de la vestimenta de presidentes locales, sino también de figuras internacionales. “Carlos Menem, Luis Alberto Lacalle, Jorge Batlle, entre otros, pasaron por acá. También muchos artistas y empresarios nos visitan seguido”, dijo en un artículo publicado en 2016.

Luis Muto sabe que parte de la exclusividad del servicio está en cuidar a su cliente. No solo en el buen asesoramiento, sino en la reserva y la confianza de la relación que se entabla.

“Hay que hacer todo un examen médico, como se decía antiguamente. El sastre viene a ser el médico externo. Tenés que saber hacer el examen de preguntas para poder asesorarlo de la mejor manera”, cuenta Muto. “Siempre se puede trabajar en mejorar la estética. Reducir los puntos que no san favorables y convertirlos en positivos. Va en el ojo clínico y en el escáner del sastre”.

En Uruguay los hombres mantienen la tradición. Allí es que el ambo (bléiser y pantalón) o el traje (bléiser, pantalón y chaleco), en los dos casos completando la camisa con la corbata, son lo que más se estila.

Segunda piel.

“Es importante el bien vestir. El traje pasa a ser una segunda piel. Por eso a nivel mundial se esta desarrollando mucho el tacto de las telas”, explica Muto.

El sastre dice que su tarea siempre está en mantenerse vigente y atender las demandas de la sociedad, pero mirando las tendencias mundiales.

Allí es que para los políticos uruguayos la moda de Londres y París son el espejo donde mirarse. “España se está mirando también. Italia queda más para los argentinos. Es una vestimenta más jugada. Nosotros, que somos de origen italiano, buscamos siempre ponerle algo divertido a la vestimenta, tiene que haber un guiño. Para quitarle un poco de esa seriedad que tienen Inglaterra y Francia. Las referencias de países hacen un poco a la ideológica donde uno se mira”, asegura Muto.

José Mujica, el protocolo y el nudo en la garganta
El exmandatario José Mujica mantuvo su impronta sin usar corbata. Foto: Archivo

“Estoy en sus manos, haga lo que quiera”, le dijo José Mujica a Gabriel Muto, padre de los hermanos Luis y Pablo, en 2009, cuando todavía era candidato a presidente. El líder tupamaro le ganó las elecciones a Luis Alberto Lacalle de Herrera y se convirtió en una figura internacional.

El popular dirigente frenteamplista se sentía más cómodo con la vestimenta informal, pero sabía que debía adquirir algunas piezas para moverse en ámbitos protocolares. Por eso lo único que los sastres Muto no lograron convencerlo fue de usar corbata. Ese nudo en la garganta le incomodaba. Intentaron convencerlo de que se trataba de una pieza global, que sin la corbata el traje estaría incompleto, pero no hubo suerte.

Ahí fue que el líder tupamaro incorporó la camisa con cuello Mao, para evitar la tradicional corbata. “Fue muy interesante. Mujica vino acá porque quería triunfar y ser elegante. Vestir a un presidente siempre es un lujo”, recordó Luis Muto en una entrevista con El Empresario de El País publicada en 2016. En otra nota publicada en la revista Domingo, su padre, Gabriel, recordó una anécdota del día que le tomaron las medidas en el estudio. “En un momento me pide para conocer al personal. En ese entonces tendríamos 12 o 13 personas en el taller. ‘Sí, como no’, le digo. Y me llevé una sorpresa increíble: pararon de trabajar, se le tiraron arriba, lo besaron, lo abrazaron, lloraron de emoción. ‘¿Ve? Ahí están los míos’, me dijo”.

Uno de esos trajes preparados al asumir su mandato en 2010 apareció recientemente en el documental que realizó el cineasta serbio Emir Kusturica. Uno gris con azul a cuadros, ya bastante más baqueteado por el uso. “Ya me voy a bañar y me voy a afeitar y me pongo un traje. El traje que me voy a poner es el mismo con el que asumí. Lo mandé a la tintorería y está casi nuevo”, cuenta en el documental el hoy senador del MPP.

Vestimenta informal y la demanda de las mujeres
Luis y Pablo Muto. Foto: Archivo El País

Los colores son relevantes en la elección del vestuario. Tanto para la vestimenta formal como también para la informal. Los Muto han avanzado en encargarse de completar el vestuario de los políticos, no solo para los momentos protocolares y ceremoniales, sino también para la vida cotidiana.

Luis Muto sostiene que elegir un buen vestuario informal para una personalidad política no es tan sencillo como se puede imaginar. Tiene su lógica. “Es más difícil, mas variable. El político no solo se tiene que vestir formal para recibir una banda presidencial, para ir a un debate, o determinados eventos protocolares. También tiene que estar con la gente y la ciudadanía en general. Y para llegar ahí no se usa necesariamente traje. Por eso, creo que el político se tiene que vestir según el cuplé que vaya a interpretar”, opinó el sastre. Los Muto han avanzado en la vestimenta femenina, donde las modas formales han incorporado también la corbata; un elemento que ha tendido a dejar de usarse entre los hombres. “Están usando mucho camisa con corbata. Sin duda la vestimenta es una forma de empoderarse. La corbata es una accesorio divertido que no imagino que vaya a extinguirse”, comentó.

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