Redacción El País
El Día de los Muertos o Día de los Difuntos es una celebración de carácter internacional en la que las personas se abocan a recordar a las personas fallecidas, con distintas tradiciones según su religión y lugar geográfico. Sin embargo, tiene su origen en la Iglesia Católica.
"El origen de la Conmemoración de Todos los Fieles Difuntos se remonta al 2 de noviembre del año 998. Fue instituido por el monje benedictino San Odilón de Francia. A partir del siglo XVI fue adoptada en Roma y comenzó a conmemorarse entre los católicos de todo el mundo", explicó el sitio web de la Iglesia Católica de Montevideo. En la jornada, se ora por la purificación de las almas de los que habían partido para que pudieran acceder a la vida eterna libres de pecado", consignó EFE.
La popular celebración en México del "Día de Muertos" refiere a la adaptación al calendario cristiano de los rituales realizados por indígenas desde los tiempos prehispánicos, apuntó el Gobierno de México. Por esto, se colocan ofrendas en las tumbas y altares decorados con flores, alguna comida que le gustara al homenajeado y un incienso. Con esta costumbre, se cree que se ayuda a conducir a las almas a transitar un buen camino tras la muerte. La festividad mexicana tiene lugar durante dos días, el 1° y el 2 de noviembre, y fue declarada Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad por la Unesco en 2008.
En Uruguay, la fecha fue determinada un feriado en 1919 a través de la Ley 6.997, que indicó: "Decrétase la paralización del trabajo el 2 de noviembre destinado a la conmemoración de los muertos".
Se trata de un feriado laborable, pero que forma parte de los asuetos que no se corren de fecha, según la Ley 16.805, en la redacción dada por la Ley 17.414. De esta manera, no configurará un fin de semana largo en noviembre.
El Día de los Fieles Difuntos suele contar con refuerzos en la frecuencia de las líneas de transporte público que pasan por cementerios. Además, las necrópolis acostumbran funcionar con horarios especiales.