Publicidad

caso giuliana y mateo

Criminal actuó con "frialdad inusitada" al asesinar a su hermana y sobrino en Paysandú

El hermano de la víctima fue formalizado por homicidio agravado con preventiva de 180 días.

Compartir esta noticia
Mateo y su mamá Giuliana fueron hallados muertos en Paysandú
Mateo y su mamá Giuliana fueron hallados muertos en Paysandú
Fotos: Facebook

Por Eduardo Barreneche y Hugo Lemos
Eran las 6:00 de la mañana del martes 31. Jorge Daniel Lara Ríos (29) arrancó la moto de su hermana, Giuliana (27). Obligó a su sobrino, Mateo Miños (8) a que lo acompañara y le colocó un casco blanco.

Lara Ríos circuló en la moto por una pequeña calle ubicada en el barrio Municipal. Se trata de una zona compuesta de viviendas bien arregladas, muchos árboles, cordón cuneta y bitumen. La casa del barrio más grande tiene dos pisos. Se trata de una típica manzana de un barrio periférico de una ciudad del interior.

En esa madrugada fatídica, es muy probable que Lara Ríos circulara en la moto de su hermana por dos calles secundarias hasta desembocar en la avenida San Martín. Ese es el trayecto más obvio para llegar a las costas del Río Uruguay. El hoy imputado recorrió por esa avenida unos 2.500 metros hasta una rotonda y luego se dirigió rumbo a una playa conocida con el nombre de Mayea.

La moto con sus dos ocupantes dejó atrás un tanque de OSE con varios caños de desagüe y pasó cerca del arroyo Sacra. A unos 500 metros de este arroyo, Lara Ríos detuvo la moto y obligó a su sobrino a bajarse. Luego lo asesinó.

Una de las hipótesis manejadas por los investigadores de la Policía de Paysandú es que Lara Ríos ultimó primero a Giuliana y luego al niño.

De todas formas, la secuencia de los hechos es desconocida aún por la Policía y por la fiscal de Paysandú, Cecilia Irigoyen, ya que Lara Ríos no declaró sobre el doble crimen. Tampoco se sabe dónde fue que la mató.

No obstante, la labor de los investigadores policiales sanduceros ha sido clave para conocer detalles del crimen.

Primero, lograron ubicar a un hombre a quien le había llamado la atención la conducta de Lara Ríos en la madrugada del martes pasado. Los policías habían estado ya tras los pasos de este luego que su padre denunciara el martes 31 la desaparición de Giuliana y de su nieto.

Los policías habían obtenido ropas de Giuliana y de Mateo proporcionadas por el padre. Apoyados por un plantel de perros, los agentes “peinaron” el arroyo Sacra. Luego los animales los llevaron a medio kilómetro de distancia del arroyo en dirección a la costa del Río Uruguay.

Allí encontraron los cuerpos desmembrados de Giuliana y de Mateo dentro de bolsas de residuos. Faltan algunos restos de la joven.

“Se desconoce cómo el imputado se fue del lugar en la moto. Tampoco se sabe si mató primero a su hermana o a su sobrino. Todo eso se investigará”, dijo a El País el jefe de Paysandú, Eduar Álvez.

Movilización en Paysandú.
Movilización en Paysandú.
Foto: Rosana Decima

No obstante, la Policía sí sabe dónde Lara Ríos compró las bolsas de residuos. Lo hizo en un comercio de la zona. Allí pidió al comerciante que lo atendió en el mostrador: “Deme las bolsas de residuos más grandes que tenga”.

El asesino, además, quemó los cuerpos de sus víctimas.

Pasado oscuro

Tanto la Fiscalía como la Policía de Paysandú desconocen el móvil del doble crimen. En ningún momento -en sede policial, en la Fiscalía o en el Juzgado- el hoy imputado explicó por qué los había matado.

Lara Ríos tiene antecedentes penales por cohecho (coima), que provienen de un tiempo que era integrante de un cuerpo de la Marina. Además, era adicto a la pasta base, según señalaron fuentes policiales a El País.

Eso hace suponer a los investigadores que pudo haber tenido una discusión con su hermana por dinero y que esta desembocó en las dos muertes. En la Policía sanducera no hay denuncias contra su hermano de parte de Giuliana por episodios de violencia. ’

Lara Ríos trabajó en la zafra de arándanos en Salto, donde era conocido como “problemático”, por ser consumidor de drogas y pedir dinero. Según los vecinos, siempre le exigía plata a su hermana y ejercía violencia contra ella cuando esta se negaba a darle.

Lara Ríos tenía múltiples anotaciones por violencia por denuncias presentadas por una expareja, según informaron la fiscal Irigoyen y el jefe Álvez en una conferencia de prensa luego de la formalización de la investigación por el doble crimen.

A pedido de la Fiscalía, la justicia le imputó a Lara Ríos un delito de homicidio muy especialmente agravado por el parentesco y un delito de homicidio muy especialmente agravado por el concurso. Se dispuso su prisión preventiva por 180 días.

Irigoyen explicó a los medios locales que un homicidio especialmente agravado tiene una pena que va de 15 años a 30 años de penitenciaría.

La captura

Luego de encontrar los cuerpos de Giuliana y de Mateo, la Policía pidió a la Fiscalía que solicitara a la Justicia el aval para que se pudiera conocer la ubicación de los celulares de la víctima y de su hermano. Es decir, los investigadores policiales pretendían obtener una triangulación de antenas de telefonía, para determinar dónde y cuándo fue que los aparatos estuvieron encendidos por última vez.

Pero las cosas empezaron a tomar un mal cariz cuando el hermano de Giuliana fue encontrado en la terminal de ómnibus de Salto el miércoles 1°. Había viajado desde Paysandú hasta esa ciudad. Recorrió 120 kilómetros de distancia en la moto que pertenecía a la víctima, la cual ya no tenía la matricula. El hoy imputado la había quitado.

Por las cámaras de seguridad de la terminal, los policías pudieron detectar que el sujeto había utilizado dos lockers de la terminal para ocultar dos mochilas con pertenencias de Giuliana y de su hijo Mateo.

Al recibir la información, la Policía de Salto lo detuvo y lo condujo hasta Paysandú, donde le tomaron declaración. Al rato quedó en libertad en ese momento por falta de pruebas.

En esa ocasión, el hoy imputado señaló a la Policía que había ido a Salto en la moto a trabajar. Sin embargo, los investigadores policiales sospecharon que pensaba huir hacia Argentina.

El jueves 2, Lara Ríos caminaba por la ciudad sanducera. En un momento fue amedrentado por vecinos que lo rodearon para preguntarle sobre el paradero de su hermana y de su sobrino.

Lara Ríos nada dijo y minutos más tarde en la puerta de un kiosco fue detenido otra vez por la Policía que acudió al lugar alertada por los vecinos.

El hermano de Giuliana y tío de Mateo volvió a negar tener conocimiento sobre la ubicación de sus familiares, aunque sus propios movimientos lo sindicaban como sospechoso.

En la mañana del viernes 3. llegó en apoyo a la investigación desde la Jefatura de Salto, la Unidad de perros de búsqueda y rescate K9, que fue de gran ayuda para encontrar los cuerpos en la playa Mayea.

Álvez, el jefe de Policía de Paysandú, señaló que la investigación del doble crimen no terminó. Agregó que los investigadores recolectaron indicios biológicos que serán enviados a Policía Científica, los cuales podrían sumar evidencias a la investigación liderada por la Fiscalía.

Hombre que iba a pescar fue pieza clave

El jefe de Paysandú, Eduar Álvez, afirmó que, en un relevamiento de cámaras, se lo ve al hermano de Giuliana, Jorge Daniel Lara Ríos, a unos 500 metros de la calle donde fueron hallados los cuerpos. “Un testigo que iba a pescar al lugar lo vio. El jueves había mucha lluvia y no se pudo trabajar. A las 10:30 horas del viernes se encontraron los cuerpos.”, dijo el jerarca policial a El País.

Ese testigo señaló a la Policía que Lara Ríos le preguntó dónde tirar un bulto con un perro que había muerto envenenado.

“Lo que vi es al muchacho que andaba en la moto con una bolsa de residuos, que me preguntó dónde podía tirar un perro que le habían envenenado. Fue lo que me dijo y yo le dije entre las mugres que había más adelante, y como me dijo que era un perro le dije que a nadie le iba a molestar”, declaró el testigo consultado por Canal 4.

El vecino sostuvo que nunca antes había visto al hombre en las inmediaciones, pero posteriormente la hija le mostró un video del sospechoso de los asesinatos y asoció que podría ser la misma persona que había visto antes aunque esta “ni se sacó el casco”. Por otra parte, un comerciante de Paysandú relató a El País que Giuliana Ríos era una persona querida en su barrio y en su trabajo. “Cada tanto venía a comprar acá. Trabajaba en una carnicería”, dijo.

La carnicería tenía un cartel de “Cerrado por duelo”. Los empleadores de Giuliana fueron los que dieron la voz de alerta cuando la joven no se presentó a trabajar el martes, ya que era una persona que cumplía muy bien los horarios y no faltaba.

¿Encontraste un error?

Reportar

Temas relacionados

Paysandú

Te puede interesar

Publicidad

Publicidad