Entre Braille y mapas con arroz: la emotiva historia del profesor de Milagros Costabel

Uno de los mapas que Gerardo le hizo a su alumna Milagros Costabel. Foto: Twitter Milagros Costabel.

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"Esos mapas son arte. Fueron concebidos como un material de enseñanza, y así fueron usados, pero para mí representan algo que va mucho más allá", relató la joven.

Cuando Milagros Costabel, la joven uruguaya no vidente que fue aceptada en la Universidad de Harvard, supo que entre las materias de 1° año de liceo estaba Geografía no le gustó. La materia no solo la aburría, porque le costaba asociar los países a un lugar en el espacio, sino que además le parecía complicada. Nunca se imaginó que el docente que le iba a tocar ese año cambiaría completamente su concepción.

En la primera prueba del curso, su profesor Gerardo la sorprendió. Llegó a la clase con "un papel lleno de puntos, todo juntos" que él mismo había realizado para ayudar a su alumna. 

"Aunque no pude entender lo que ponía en la hoja (porque el Braille se escribe con regleta o con máquina, y él no lo sabía) la alegría de darme cuenta que alguien había intentado aprenderlo no me la sacaba nadie", relató la joven a través de una serie de publicaciones que realizó en su cuenta de Twitter.

Pero el esfuerzo de Gerardo y sus ganas de enseñar no se detuvieron ahí, todo lo contrario. A la semana siguiente llegó con una nueva hoja llena de puntos, pero esta vez formaban las letras y las palabras que Milagros podía entender.

"He tenido varios casos de profesores que, con ayuda de un papel, iban leyendo mis trabajos. Pero este fue el primero que no solo los leía, sino que había encontrado la forma de escribirlos", expresó la joven y agregó: "No les puedo explicar la alegría que sentí en ese momento".

Escribir en Braille fue solo el primer paso. Porque en Geografía hay que aprender de países, lagos, ríos, cordilleras y todo eso condensarlo en los mapas que dibujan al mundo. 

Y fue precisamente mapas lo que el profesor comenzó a confeccionar, algunos más grandes, algunos más chicos, pero todos con la misma dedicación y el mismo detalle.

Es que los mapas estaban hechos con texturas y cada una simbolizaba algo. "El cartón corrugado solía señalar los ríos o mares (agua en general), por ejemplo, y siempre había una tabla de referencia en la que se indicaba lo que simbolizaba cada una de ellas", ejemplificó Milagros. En algunos el profesor también incluía granos de arroz, para simbolizar otros accidentes geográficos. "Los mapas también tenían los nombres de las cosas, o distintas indicaciones en Braille. No era raro que hiciese 3 mapas del mismo sitio pero con información distinta", agregó. 

"Esos mapas son arte. Fueron concebidos como un material de enseñanza, y así fueron usados, pero para mí representan algo que va mucho más allá. La pasión por enseñar, las ganas de salirse de lo establecido, y, por qué no decirlo, la inclusión", relató la joven.

Milagros asegura que si le piden definir con imágenes qué entiende por la inclusión educativa, sin dudarlo elige esos mapas. Y fue precisamente por eso, explicó, que decidió contar la historia de Gerardo, para incentivar a todos los que "quieren ir más allá".

"Gerardo nunca contó a nadie que había aprendido Braille, ni que hacía mapas geniales, ni que se encargaba de pasar mis boletines a Braille para que- una vez más- pudiese leerlo al mismo tiempo que mis compañeros. Pero todo el mundo lo sabía, porque como se los estoy contando a ustedes ahora, esas eran las cosas que yo contaba cuando me preguntaban por el liceo, porque son esas historias las que más me marcaron en mi paso por el sistema educativo", indicó.

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