Tos persistente por más de 15 días, adelgazamiento y sudoración nocturna pueden ser síntomas de esta enfermedad. Ante estos síntomas o si se sabe que se estuvo en contacto con un enfermo de tuberculosis se debe consultar al médico.
La tuberculosis es una enfermedad infectocontagiosa causada por una bacteria llamada Mycobacterium tuberculosis o bacilo de Koch. Se contagia al inhalar las gotitas que expele con la tos un enfermo. Al inhalar la bacteria, esta llega a los pulmones y si las defensas del organismo son buenas no progresa la enfermedad. La bacteria queda quiescente, como dormida, durante años esperando la oportunidad en la que las defensas bajen por algún motivo y entonces pueda desencadenar la enfermedad. Las personas que tienen la bacteria pero no la enfermedad se llaman infectados. Se calcula que un tercio de la población mundial está infectada. También puede suceder que quien inhale esas gotitas tenga las defensas disminuidas y entonces progrese a la enfermedad inmediatamente o en los meses o años próximos.
¿Por qué pueden estar bajas las defensas? Las causas son múltiples: enfermedades debilitantes, VIH-SIDA, medicamentos que bajen las defensas; la edad (muy pequeño o anciano), desnutrición, etc. Es por eso que en la pobreza confluyen varios riesgos: al vivir hacinados hay más riesgo de contagio y por otro lado la desnutrición favorece que se llegue a la enfermedad. Las personas con VIH_SIDA tienen riesgo muy aumentado de padecer esta enfermedad.
SiNTOMAS. El Mycobacterium tuberculosis puede afectar a todo el organismo. Los órganos que afecta con mayor frecuencia son los pulmones, donde se manifiesta con tos con expectoración amarillenta, a veces con sangre. El segundo sitio más frecuente de esta enfermedad es en los ganglios, provocando agrandamiento doloroso de los mismos. Otros sitios menos frecuentes son los riñones, los huesos, meningitis y abdominal.
Las herramientas para diagnosticar esta enfermedad son las radiografías, el ppD (cutirreacción), cultivo de la expectoración, biopsia de ganglios (sólo en tuberculosis ganglionar), etc.
PREVENCIoN. La vacuna BCG no evita la enfermedad, pero si esta se presenta suele ser un cuadro menos grave. Es fundamental que quienes estuvieron en contacto con una persona con tuberculosis concurran a controlarse a los locales de la Comisión Honoraria para la Lucha Antituberculosa (CHLA) aunque se sientan bien y sin síntomas. Como vimos, cuando se contagia la bacteria la mayoría de las personas no enferman inmediatamente sino que la bacteria queda quiescente, por ende no hay síntomas aunque se esté infectado. Los médicos de la CHLA indican estudios para ver si esa persona está enferma de tuberculosis, si lo está recibe el tratamiento indicado en un momento óptimo. Si no lo está pero se la considera un "contacto" recibe medicamentos en forma preventiva para evitar que padezca la enfermedad en un futuro.
TRATAMIENTO. Se trata de un tratamiento prolongado (siete a nueve meses) con varios medicamentos. En Uruguay están disponibles para todos. Este tratamiento es efectivo para curar la tuberculosis, a no ser que se administre demasiado tarde. Se administra supervisado por la CHLA; es decir que el paciente debe concurrir diariamente a tomarlo a las policlínicas para asegurar su cumplimiento.