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¿Cómo reconocer a un murciélago infectado con rabia y qué hacer en caso de toparse con uno?

Un vecino halló a su gato con un murciélago en la boca en un apartamento de Paraguay y 18 de Julio.

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Murciélago
Murciélago.
Foto: AFP

Por Agustín Magallanes
Hallaron un murciélago infectado con el virus de la rabia en un apartamento de las calles Paraguay y 18 de julio, pleno Centro de Montevideo, informó ayer el Ministerio de Salud Pública (MSP). La directora de la unidad de Zoonosis y vectores de la cartera y presidenta de la Comisión Nacional Honoraria de Zoonosis, Gabriela Willat, contó a El País que el viernes pasado tomaron conocimiento del caso. Es el tercero desde noviembre del año pasado.

Un hombre informó a las autoridades sanitarias que en su vivienda encontró a su gato pequeño con un murciélago “en la boca”. La mascota contaba con vacuna anti-rabia pero le recomendaron una segunda dosis. El denunciante guardó al animal en un bollón, sin tocarlo directamente. El ejemplar fue trasladado a la División de Laboratorios Veterinarios (Dilave), del Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca (MGAP), donde se le hizo un estudio de inmunofluorescencia, que el viernes arrojó resultado positivo a virus rábico, contó Willat.

Un equipo de la Comisión, MSP y la Intendencia de Montevideo recorrió cuatro manzanas a la redonda de la zona donde detectaron el caso para informar a los vecinos de los riesgos y se puso a disposición vacunación anti-rábica gratuita para perros y gatos.

La situación actual es de “riesgo” para las personas y mascotas que entren en contacto con murciélagos. Willat dijo que el aviso “no es para generar alarma, es para estar prevenido”. Al año se detectan entre 12 y 14 casos de exposiciones humanas a murciélagos.

El MSP exhortó a la población a “mantener a los animales de compañía inmunizados contra la rabia y no manipular murciélagos vivos o muertos a mano desnuda”.

La rabia es una enfermedad zoonótica causada por el virus de la rabia (RABV), que se transmite a los humanos a través de la saliva de animales domésticos (perros y gatos) y silvestres (murciélagos, zorros y zorrillos) infectados. También por el contacto directo de un murciélago. En humanos, determina un cuadro de “extrema gravedad” con una letalidad reportada “cercana al 100%”, indicó el MSP.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) puntualizó que la rabia “afecta al sistema nervioso y, una vez que aparecen los síntomas clínicos, es mortal en prácticamente todos los casos”, aunque “se puede prevenir administrando una vacuna”.

En caso de detectar un murciélago es importante que “no haya un contacto directo con las manos” porque la especie vive en comunidad y se “lamen”, por lo que si alguno tiene el virus puede transmitirlo a los demás y tenerlo en la piel, explicó Willat.

Además, remarcó que “no hay que salir a perseguir” murciélagos porque “no son una plaga”, sino importantes controladores de insectos.

Si un murciélago es visto con vuelo errático, permanece en el suelo o en lugares poco frecuentes, puede estar infectado. Para evitar el contacto se puede colocar un balde sobre el murciélago y luego poner un cartón o tapa debajo de la apertura para atraparlo sin tocarlo. Se pidió avisar a la Comisión Zoonosis o a la Dirección Departamental de Salud en estos casos (al teléfono 1934 interno 4052, o al 2708 4666). Si una persona, sin importar la edad, toca con la mano un murciélago se debe comunicar lo antes posible con un médico. Willat destacó que las personas que hayan mantenido contacto no lo transmiten a otros. En un comienzo se brinda inmunoglobulina anti-rábica, para que desde un principio la persona tenga defensas. En un plazo de “hasta” una semana después comienza a recibir la primera de cuatro vacunas anti-rábicas. Implica recibir inyecciones los días cero (día en que se inicia el tratamiento), tres, siete y la cuarta dosis entre los 14 y 28 días.

La jerarca dijo que hay inmunoglobulina anti-rábica para “quien lo precise”. Respecto a las vacunas contra la rabia también hay disponibles en “todos” los departamentos. El último caso de muerte de un ser humano por rabia en Uruguay fue en 1966, en Montevideo; y en perros fue en 1983, en Rocha.

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