SAN JOSÉ | JOSÉ LUIS ÁLVAREZ
El barrio Prado Maragato, de la ciudad de San José, a dos kilómetros del centro urbano, sobre la costa del río homónimo, dejará de convertirse en una isla cada vez que hay lluvias más o menos intensas.
Luego de muchos años de gestiones de los 300 vecinos, parece haber llegado la solución. Estas personas ocupan predios a los que se autorizó fraccionar 40 años atrás, independientemente del riesgo de aislamiento que sufrían por la crecida del arroyo Mallada, en su cauce inferior, próximo a la desembocadura en el San José.
Esta semana, el intendente Juan Chiruchi estuvo en el barrio, al noroeste de la ciudad e informó a los vecinos que en lugar de la faraónica obra que en algún momento se pensó con la construcción de un gran puente, la Intendencia invertirá US$ 500.000 para acondicionar una salida a un camino al Sur del lugar, por el que se transitaba años atrás hacia una malograda industria local, Polímeros Uruguayos S.A.
El municipio adquiere dos predios contiguos al barrio, a través de los que construirá un camino alternativo de 1.100 metros, 250 de los cuales tendrán un terraplén de 3 metros en la zona inundable. En el lugar, la Intendencia construirá un puente de 9 bocas, cada una de 9 metros cuadrados para facilitar la rápida evacuación de las aguas después de las lluvias. El resto del camino, cuyo ancho será de 17 metros, tendrá un levante promedio de un metro sobre el actual nivel.
Chiruchi anunció que en las próximas horas el municipio hará el llamado a licitación para la construcción de la obra. La apertura de ofertas será a mediados de diciembre.