VIVIANA RUGGIERO
Los arquitectos que concursen para reformular la Plaza Independencia deberán mantener el Mausoleo. Las fuentes, las palmeras y los dos quioscos también son elementos a conservar, aunque podrán ser realojados.
Después de la discusión que generó en 2009 la propuesta de sacar "del frío Mausoleo de la Plaza Independencia los restos de Artigas" -realizada por el entonces presidente de la República, Tabaré Vázquez- una de las primeras aclaraciones que se efectúa en las bases del Concurso Público Nacional de Anteproyectos de Arquitectura para la reformulación de la Plaza Independencia, es que el Mausoleo "debe mantenerse en todos sus aspectos".
Sin embargo, la convocatoria de los ministerios de Transporte y Educación y Cultura, la Intendencia y la Sociedad de Arquitectos no descarta solicitar a los ganadores "algún tipo de intervención" que resuelva aspectos deficitarios del Mausoleo, como la accesibilidad y la seguridad.
En las bases del concurso, que está formalmente abierto desde hoy y hasta el jueves 9 de septiembre, se informa que los proyectos que se presenten deben otorgarle a la Plaza Independencia las condiciones de ámbito público "calificado", "inclusivo" y "democrático".
El documento recomienda a los postulantes incorporar los planos para la construcción de un estacionamiento subterráneo, que permita aumentar el número de plazas para que aparquen vehículos.
"Los estacionamientos en el espacio público abierto, deberían ser sólo para descenso y ascenso de personas, no admitiéndose largos períodos de estacionamiento a aquellos vehículos no pertenecientes a los edificios que circundan la plaza", se indica en las bases.
Los arquitectos podrán trabajar libremente con los anchos y tratamientos de pavimentos, siempre que respeten las condiciones del Plan de Movilidad de la Intendencia de Montevideo: paradas de ómnibus previstas y cruces preferenciales para peatones.
Según se detalla en las bases se valorará la incorporación de energía renovable en el sistema eléctrico de la plaza.
En cuanto a la iluminación, será priorizado el proyecto que minimice la contaminación lumínica. El encendido tendrá que incluir controles automáticos en función de la suficiencia de la luz natural.
Todos los proyectos que se presenten deberán "reducir o eliminar" el uso de agua potable para riego. Para ello se recomienda incorporar vegetación nativa, ser eficaz en la irrigación o reciclar el agua de lluvia. De existir espejos de agua o fuentes se debe prever sistemas de funcionamiento y mantenimiento con poca agua potable y se tendrá que mantener las condiciones higiénicas y estéticamente adecuadas.
Para la construcción de los diferentes elementos que compongan la nueva plaza, se valorará el uso de materiales que reduzcan el consumo de cemento de portland. "Se deberá realizar cuidadosamente todas las tareas de desmontaje, traslado y acopio de los elementos que tiene actualmente el espacio público. Aquellos material que no se re-usen, se reciclarán para otra obra", se informa en el documento.
PROCESO. El uso de la plaza que en 1975 fuera declarada Monumento Histórico Nacional comenzó a ser rediscutido precisamente a partir de la iniciativa del traslado de los restos del prócer José Gervasio Artigas.
Para analizar la situación se creó una comisión integrada por distintas áreas de la IMM, la Comisión de Patrimonio Cultural de la Nación del Ministerio de Educación y Cultura, la Facultad de Arquitectura, el Grupo Centro, la Sociedad de Arquitectos, la Casa Militar y el MTOP. Los integrantes de esta comisión aseguraron que "la connotación histórica de la plaza, su rol de espacio para eventos ceremoniales nacionales, la diversidad de usos que potencialmente admite y su estratégica ubicación" hacen necesario un proyecto que tenga "un estándar de calidad superior y que la posicione como un referente de la ciudad y del país". Para lograrlo, la comisión votó por unanimidad hacer el llamado.