Maldonado M. Gallardo
-¿Alguna vez pensó que se podría dar la situación que vive hoy el Frente Amplio (FA) en Maldonado?
-Esto me entristece profundamente. Nunca pensé que tuviéramos que llegar a una situación como ésta. Nosotros hemos estado excluidos de este gobierno departamental. Si bien hay algunos actores políticos que salen a decir por ahí que como perdimos nos tenemos que callar la boca, nosotros consideramos que no. Representamos una corriente de opinión que llevó 20.000 votos. Para ser leales a lo que planteamos antes de la elección, tenemos que ser leales a esa corriente de opinión.
-¿Va a continuar en el FA?
-A la gente le tiene que quedar claro que somos frenteamplistas. Vamos a seguir siendo frenteamplistas. También les tiene que quedar claro que no tenemos que decir que sí a todo. Por lo tanto, por sentido común, por coherencia y por principios hay cosas que no vamos a aceptar. No importa lo que venga detrás.
-En estas últimas semanas se insistió mucho con su alejamiento.
-No me voy a ir del Frente Amplio. Esto lo va a demostrar la historia. Ahora existe to- da una campaña tendiente a mostrarnos como excesivamente afines con el Partido Nacional. Cada uno se tiene que mirar al espejo para saber si tiene la conciencia limpia o no. Vamos a seguir en el Frente Amplio.
-¿El conflicto con el intendente De los Santos es producto de diferencias personales?
-Fui muy franco en la reunión del pasado viernes. Nosotros somos parte de un grupo departamental, chico en el concierto nacional, que ha pretendido trabajar una veta que pasa por lo local y por la descentralización de las decisiones políticas. En el plano nacional no veo en qué proyecto podemos andar y a nivel departamental es evidente que quien detenta el poder, quien tiene la zanahoria en la mano y quien tiene más posibilidades es De los Santos. Por lo tanto no existe acá un problema de proyecto personal. Menos un problema de despecho por haber perdido la elección. Y esto se explica muy fácilmente: mis compañeros son inteligentes. De otra forma estaría rodeado de una cantidad de burros que en posición genuflexa harían lo que yo diga.
-¿Se sorprendió cuando se enteró del contrato firmado con Satenil SA?
-En primer lugar porque es un monopolio privado. Va contra la historia y la filosofía de la izquierda. En segundo lugar porque fue hecho por adjudicación directa.
-El presidente Vázquez dijo en la campaña electoral que un gobierno de izquierda podría meter la pata pero nunca la mano en la lata. ¿Usted entiende que en este caso alguien metió la mano en la lata?
-No. Yo creo en las formas. Y creo que la mejor forma de aventar cualquier duda hubiera pasado por hacer una licitación. Motivos de urgencia no existieron porque el temporal de agosto de 2005, argumento empleado por el municipio, sólo destruyó tres refugios de paradas de ómnibus.
-¿Hay alguna señal de corrupción de esta administración de Maldonado?
-No. Me preocupan algunos hechos concretos que he señalado tanto pública como privadamente. Quiero que éste sea el mejor gobierno posible de Maldonado para que podamos perdurar. Para esto tenemos que ser tres veces buenos, tres veces mejores que los gobiernos anteriores. Hay que ser muy criterioso, tener mucho sentido común y ser prácticos. Una alta capacidad para tolerar el estrés que significa gobernar. Y por encima de todo tener la capacidad de poder escuchar a muchos actores que es lo que en definitiva nos puede llegar a dar un panorama más o menos verdadero de lo que necesitamos cambiar.
-¿Cómo ve la gestión municipal en Maldonado?
-Tiene que mejorar en una cantidad de áreas. De entrada así se lo hicimos notar al compañero intendente. Nosotros no estamos pidiendo ningún cargo, ni los queremos. Para muestra alcanza con un botón: se le ofreció un cargo al compañero Gregorio Quintana. No fue aceptado. Por lo tanto, tiene que quedar claro que para nosotros los cambios pasan por las mejores personas, no importa de qué partido, ni de qué grupo político.
-No quiere cargos pero sí cambios en el gabinete.
-Por supuesto.
-¿Quiénes?
-Preferiría mantenerlo en reserva. Detrás de cada compañero hay un ser humano. Con la mayor delicadeza lo hablo en privado. Nunca hablé en público sobre mengano o sutano.
-¿Qué tipo de diálogo tiene con De los Santos? ¿Personal, político, institucional?
-Es algo extraño. Cuando nos ponemos frente a frente no tenemos ningún problema para conversar. No creo que él esté enojado. Yo no lo estoy. Es una situación extraña porque considero que nos podemos sentar perfectamente, como ocurrió en más de una oportunidad. Sin embargo, parece que nos cuesta llegar a un lugar común. En algunos temas tendremos coincidencias. En otros no.
-Entonces, ¿qué impide dialogar con él?
-Francamente no lo sé. El intendente tiene una gran responsabilidad. Es el jefe político. Por lo tanto quien tiene esa responsabilidad es el que tiene que emitir las señales correspondientes. Entre otras cosas que cuando nosotros le planteamos temas no es para molestarlo. Es para mejorar su gestión. No debemos olvidar que en todo este tiempo la realidad nos fue dando la razón. La verdad, quisiéramos no haberla tenido porque eso significaría que todo habría andado sobre ruedas.
-¿Qué actitud asumirá Cabildo 1813 este miércoles en la Junta Departamental cuando se analice el veto de De los Santos a la anulación del contrato con Satenil SA?
-Vamos a intentar levantar el veto. Sin dramatismo. Nuestra posición tiene un sustento ideológico, racional y de sentido común. No nos creemos dueños de la verdad pero sí que nos asiste la razón.
-¿Qué pasa si el intendente desoye a la Junta y mantiene el contrato con Satenil?
-Hemos hecho los movimientos instituciones que podemos hacer. Después es responsabilidad del intendente.
-Usted dice que su sector mantendrá su votación de diciembre. ¿Qué quiere decir? ¿Que no votaría un juicio político al intendente? ¿Que no votaría un pase de los antecedentes a la justicia penal?
-Por supuesto que nosotros no vamos a votar ni el juicio político, ni un pase a la justicia penal.
-¿Considera que la votación del miércoles podría provocar una fractura de la izquierda en Maldonado?
-No depende sólo de nosotros. Repito: creemos que tenemos bastante sustento ideológico, sentido común. Por eso consideramos que serán muy difíciles de rebatir. Y cuando alguien tiene del otro lado argumentos que son bastante difíciles de rebatir debería, por lo menos, hacer molde.
-¿Habla con alguien del entorno del intendente?
-Es un entorno particularmente difícil para mí, lleno de espinas. No quiere decir que esto sea igual con todo el entorno. Pero sí con una parte importante.
-¿Si se encontrara otra vez con el intendente qué le diría?
-Flaco: vamos a tratar de solucionar esto de alguna manera que sea productiva. Como nos dijo el viejo (José Mujica): cuando viene la edad del reumatismo mirás para atrás y te das cuenta que no hiciste lo que tenías que hacer.
El intendente
tiene una gran
responsabilidad
porque es el
jefe político
Flaco, tenemos
que solucionar
esto de la
forma más
productiva
"Hay cosas que no se pueden transar"
El diputado Darío Pérez descartó "totalmente" que existan problemas personales con el intendente Oscar de los Santos. En entrevista con El País, afirmó que no ha atacado al jerarca, sino que planteó un "problema político" con la "mayor altura posible".
"Cuando uno presenta argumentos políticos y no se tiene con qué responder, una de las formas de hacerlo es atacar a la personas. Menoscabarlo, hacerlo aparecer como un tipo ruin que sólo tiene apetito personal", afirmó el líder de Cabildo 1813. Según Pérez, comentarios de ese tenor han surgido desde Alianza Progresista, aunque no sabe si hay "una campaña orquestada".
Aseguró que su sector "no ataca personas" y desea que se le responda "de la misma forma", con "el mismo nivel para la discusión". Pérez entiende que debe "bajarse la voz, el tono y las cosas que se dicen".
Afirmó que siempre intentará discutir "con la mayor altura" que se pueda. "Se ol- vidan que hemos dedicado nuestra vida a esto. Desde los trece años estoy en política y sigo teniendo sueños de justicia, de que las cosas se hagan mejor y que la gente viva mejor", reflexionó.
Y agregó: "Quiero poder seguir mirándome al espejo. Eso significa coherencia. No significa que uno no pueda cambiar, porque la vida presenta mil desafíos. Pero hay cosas que no pueden transarse".